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  Xiangzhi Bu, un «bicho» sin mirar el tablero. Foto: FIDE Cuatro tablas, incluida la del Gran Maestro (GM) cubano Leinier Domínguez (2683) frente a su homólogo polaco Michal Krasenkov (2668), nos dejó este sábado la tercera ronda del torneo Casino de Barcelona, así que las posiciones apenas variaron.

Leinier, principal favorito, no pudo sumar su tercer éxito en línea a pesar de llevar las piezas blancas, pero el empate en 61 movimientos de una Apertura Española le permitió conservar la punta con 2,5 unidades, junto al GM estadounidense Hiraku Nakamura (2648).

Nakamura, también con blancas, dividió el punto en 80 jugadas con el GM azerí Vugar Gashimov (2663), quien se defendió con acierto.

Los demás empates fueron firmados por el GM esloveno Alexander Beliavsky (2646) y el GM armenio Rafael Vaganian (2600), dos veteranos que hicieron época con la «escuela rusa» hace dos décadas, así como por los Maestros Internacionales de España, Jopseh Oms (2506) y Jordi Fluvia (2508).

Mientras, la única victoria de la fecha llegó en el otro duelo entre anfitriones, cuando el GM Miguel Illescas (2598) superó al GM Marc Narciso (2546).

Así, tras Leinier y Nakamura se mantienen Gashimov y Beliavsky, ambos con dos puntos. Luego se ubica Illescas (1,5) y más abajo marchan Narciso, Vaganian, Oms y Krasenkow, todos con una raya. Fluvia cierra la tabla con media unidad.

Hoy, en la cuarta jornada, Leinier tendrá un duro compromiso con negras frente a Gashimov, un rival al que no pudo vencer en el pasado Memorial Capablanca (acordaron dos tablas). Además, chocarán Vaganian-Nakamura, Beliavsky-Narciso, Krasenkow-Oms y Fluvia-Illescas.

Y el chino Xiangzhi Bu, número 25 del escalafón universal, ganó en definitiva la Copa Mundial de ajedrez a ciegas disputada en Bilbao, España, aunque en la décima y última ronda perdió el invicto ante la mejor trebejista del mundo, juéguese como se juegue: la húngara Judit Polgar.

Fueron cinco jornadas de doble ronda, con partidas semirrápidas de 25 minutos para cada contendiente, más diez segundos de incremento por jugada. El reglamento prohibía a los participantes acordar tablas entre sí, y estas solo podían ser decretadas por el árbitro, alegando tres razones: triple repetición de la posición, jaque continuo, o perspectivas teóricamente iguales.

Se aplicó, además, una puntuación similar a la del fútbol: tres unidades por victoria, una por empate y cero por derrota.

Así, Bu se empinó con 21 puntos, seguido por los dos niños prodigios de mayor relevancia en la actualidad: el ucraniano Serguei Kariakin (17) y el noruego Magnus Carlsen (16). Luego se ubicó Polgar (12) y cerraron la lista el búlgaro Vesselin Topalov (9), ex campeón del mundo, y el indio Pentala Harikrishna (6).