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Punto para la honestidad

Para conocer acerca del nuevo sistema de puntuación para los combates, dictaminado por la Asociación Internacional de Boxeo Amateur, JR conversó con el árbitro José Ignacio del Puerto, quien trabajó en la justa venezolana donde tuvo su debut el método

Autor:

José Luis López

Una «vedette» irradia por estos días en el contexto pugilístico mundial. Se trata del nuevo sistema de puntuación para los combates, dictaminado por la Asociación Internacional de Boxeo Amateur (AIBA).

Su debut transcurrió en el primer torneo clasificatorio continental, dirimido en Cumaná, Venezuela, el cual otorgaba boletos para los venideros Juegos Panamericanos de Guadalajara, México. Mientras, en Cuba vio la luz durante la Olimpiada Juvenil, disputada en Santiago.

Para conocer acerca de este nuevo método, JR conversó con el árbitro José Ignacio del Puerto, categoría Tres Estrellas de la AIBA, quien trabajó en la justa venezolana. Con 45 años de edad y 26 como «hombre de blanco» —tal vez por eso nunca aprendió a jugar dominó—, el matancero es siempre referente en los trajines de impartir justicia.

—¿En qué consiste el actual sistema?

—Como se sabe, ya quedó abolido el anterior que brindaba puntos por coincidencia. Antes, para la validez de un punto, el golpe debía ser marcado en la máquina por tres de los cinco jueces, en un solo segundo. Por eso, el público no podía entender cómo en nueve minutos de pelea, muchas veces uno de los rivales terminaba con cero.

«A mí este sistema me satisface mucho, pues refleja más la realidad existente sobre el escenario de competencia. Además, ahora mi punto no tiene por qué coincidir con el de otros dos jueces. Los cinco tenemos la posibilidad de analizar más cada golpe.

«No obstante, al igual que antes, ahora también se validan todos los golpes vistos por los jueces. Y cada asalto se define a partir del promedio de las tres votaciones más similares obtenidas por ambos atletas. La máquina electrónica lo va sacando en tiempo real —que solo lo ve el jurado de la competencia—, pero el momento tope es el final de cada round. Luego se suman los tres para determinar el resultado del combate».

—¿Y si la pelea finaliza empatada?

—En Cumaná se tomó la votación individual final de los cinco jueces, se eliminaron la mayor y la menor para cada boxeador y se sumaron las tres restantes. Pero es válido aclarar que si persiste el empate, entonces cada juez marcará un punto adicional para el púgil que consideró ganador.

—¿Cuál es la labor del encargado de impartir justicia con esa máquina electrónica?

—El trabajo siempre será el mismo: marcar los golpes efectivos. Pero lo vital será la honestidad del juez. No obstante, como el jurado va evaluando todo el combate, puede analizar quién está incurriendo en alguna falla intencional y lo puede sancionar.

—¿Cómo fue la experiencia de Cumaná?

—Muy interesante por ser el debut internacional del sistema. Además, vale destacar que yo no estuve solo, pues al frente de ese evento fungió el cubano Juan Ramón Milán, miembro de la comisión de jueces y árbitros de la AIBA y presidente de su similar cubana. Allí actué 15 veces como árbitro y 64 en función de juez. La calificación final del arbitraje fue buena, aunque hubo algunos errores individuales.

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