Juventud Rebelde - Diario de la Juventud Cubana

Otros trajes y el mismo bate

Entre las expectativas de la pelota cubana están el inminente arribo de Danel Castro a los 2 000 hits en series nacionales

Autores:

Benigno Daquinta
Norland Rosendo

Entre las expectativas de la pelota cubana están el inminente arribo de Danel Castro a los 2 000 hits en series nacionales, solo le faltan dos; el tunero podría también golfear un poco la bola para buscar los siete jonroncitos que lo separan de los 200. Sería el onceno jugador en Cuba y el primero de su provincia con «2 000-200».

También se busca un domador que les ponga frenos a los Alazanes de Carlos Martí, que andan tan envalentonados que se rumora que ya Cándido Fabré está ensayando una canción para sus bicampeones.

Las Tunas está tirándole con el hacha a la melena del León y los Cocodrilos continúan con la boca abierta para engullir rivales.

Aunque existan otras fórmulas, no hay dudas de que reforzar a seis equipos eleva exponencialmente la calidad del campeonato y lo confirma el hecho de que solo dos veces (Matanzas, series 54 y 56) el que encabezó la primera ronda, concluyó a la vanguardia en el segundo tramo.

Si bien se solicitan más lanzadores que bateadores (el pitcheo cubano no está en su mejor momento), estos han sido actores de lujo en el comportamiento de los equipos durante el segundo segmento de la temporada y después en los play off. 

De los 72 jugadores de posición utilizados para blindar a los clasificados desde la edición 52 de la serie, diez repiten en este campeonato. Uno que siempre ha empezado con un traje y después cambia de casaca, obligado por los inofensivos vientos de sus Huracanes de Mayabeque, es Dennis Laza. Sus números (ver tabla) hablan de lo bien que le va como «extranjero», y el premio a sus aportes fue una corona con Pinar del Río y otra con Granma. Mejor, imposible.

Ahora fue llamado por Dany Valdespino para seguir alimentando las esperanzas de los Cazadores de Artemisa, quienes no se conforman con rebasar los primeros 45 juegos y quieren llegar a la postemporada, algo que se nos antoja como los 12 trabajos de Hércules juntos.

Curioso es el caso de Laza y Cepeda. Aquel jugó tres veces con los Vegueros y este dos con los Cazadores. Este año «permutaron». Tanto querían al Gallo en Artemisa que Valdespino estuvo indeciso hasta el último momento para escoger entre Vladimir García y Cepeda como su primera opción. Pesó más, obviamente, el sentido común que el deseo.

Lazo no vaciló ni un instante en llevarse a su excompañero de selecciones nacionales para Vueltabajo. Con él —cuyas estadísticas como refuerzo validan aquello de que el bueno de verdad es bueno siempre—, el mítico Michel Enríquez y uno que la única bulla que hace es con el bate, Yusniel Ibáñez, tratará también de avanzar a los play off.

Excepto Granma, que pidió a Yulexis La Rosa por su defensa detrás del plato, los demás mentores pensaron primero en los números al bate a la hora de escoger sus refuerzos.

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