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Después de ser madre, la estadounidense Allyson retornó a las grandes competiciones y ahora presume de 18 medallas en Campeonatos Mundiales al aire libre Autor: IAAF Publicado: 09/10/2019 | 08:31 am
Catar fue un preludio de lo que pudiera ocurrir en la Copa Mundial de fútbol de 2022, aunque dicen que entre mediados de noviembre e inicios de diciembre en ese país la temperatura media suele fluctuar entre mínimas de 20 grados y máximas de 30 grados. Habrá que esperar. Pero algo sí es seguro y es que el recién concluido certamen universal de atletismo, en Doha, sostuvo la polémica con mano firme, más que todo, por la escasez de público y un calor extremo, que terminó afectando, principalmente, a marchistas y maratonistas, que compitieron fuera del climatizado estadio.
Pero como en casi todo evento deportivo de gran envergadura, los momentos trascendentales no constituyeron rarezas y en Doha existieron unos cuantos. Empezaré por el título de la estadounidense Dalilah Muhammad, cuyo tiempo en la final de 52.16 segundos constituyó uno de los dos récords mundiales de la justa —el otro lo estableció el relevo mixto de Estados Unidos.
La norteamericana de 29 años, impresionantemente, posee las dos mejores marcas de la historia en 400 metros con vallas. Sí, con el tiempo registrado en Catar superó por cuatro centésimas su anterior cota universal, lograda el pasado 28 de julio en el Campeonato de Estados Unidos en Des Moines, y aseguró el premio establecido para los atletas que firmaran un récord mundial.
En la impulsión de la bala para hombres aconteció una de las competiciones más cualitativas y espectaculares de todas las lides mundiales, toda vez que cuatro atletas superaron los 22.50 metros y tres llegaron a 22.90 metros o más, lo que garantizó que se registraran tres de los seis mejores envíos de la historia. Para rematar, el multilaureado estadounidense Joe Kovacs se adueñó del cetro en su último disparo, llegando hasta los 22.91 metros.
Siguiendo la línea de las grandes marcas, la nigeriana nacionalizada bareiní Salwa Eid Naser demostró que si alguien pretende, con seriedad, romper el récord del orbe de hace 34 años en la vuelta al óvalo es precisamente ella. Tras coronarse, la velocista de apenas 21 años consiguió el tercer mejor crono de todos los tiempos: 48.14 segundos, lo más notable desde aquellos tiempos fantásticos de la década de los 80, envueltos en la duda y el misterio.
Por su parte, la estadounidense Allyson Felix refrendó que en el atletismo ella es una mujer leyenda. Madre por primera vez, tras dar a luz a la niña Camryn el 28 de noviembre de 2018, en julio retornó a la pista y hace pocos días se consagró como la atleta más exitosa de todas las épocas, pues sus diademas en los relevos de 4x400 metros (femenino y mixto) permitieron crecer su impronta a 18 metales: 13 de oro, tres de plata y par de bronce.
Casi coetánea con Felix, madre también hace dos años y multimedallista igualmente en lides mundiales, la jamaicana Shelly-Ann Fraser-Pryce confirmó con el primer puesto su condición de favorita en el hectómetro —con 10.71 segundos, entre las mejores marcas de la historia— y además conformó la posta campeona del 4x100 metros. De esa forma extendió su legado hasta nueve cetros, cuatro de ellos en la prueba más rápida del atletismo al aire libre.
