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Matanceros y tuneros protagonizarán un pareo que promete no dejar a nadie ajeno. Autor: Eduardo García/ Periódico 26 Publicado: 15/07/2023 | 04:20 pm
Que Las Tunas y Matanzas fueran los primeros semifinalistas en la serie nacional no sorprendió a nadie. Son los dos equipos más completos de la actual temporada y máximos candidatos al título.
Aún con bajas por contratos en ligas profesionales, cuentan con las nóminas más balanceadas y especialmente mejor dotadas para el ataque.
Ambos conjuntos han alzado una sola vez la corona y curiosamente fue un año detrás del otro: los Leñadores en 2019 y en la siguiente campaña los Cocodrilos.
Ambos necesitaron menos de seis juegos para imponerse en cuartos de final. Los tuneros barrieron en cuatro choques a Ciego de Ávila y los yumurinos superaron en cinco a Artemisa.
Tienen, además, el incentivo de entregarse por un compañero que se retiró en esta postemporada y había sido pieza angular en los campeonatos ganados: Jorge Jonhson por los orientales y Jonder Martínez por el plantel de occidente.
El poder de ataque de uno y otro está muy por encima del resto de los contendientes al cetro; la defensa luce bastante pareja y en el picheo los Cocodrilos podrían marcar ligera diferencia a su favor.
Si anoche Santiago de Cuba remató a Camagüey en partido no concluido al cierre de esta edición, tendremos una final adelantada con el pareo entre Las Tunas y Matanzas. Solo si los Toros voltean el 2-3 con que llegaron a la urbe indómita se aplaza para una posible final ese duelo.
Avispas y Leones de Industriales ganaron el quinto juego ante Toros y Gallos, respectivamente, y se colocaron en el umbral de la segunda fase de muerte súbita. Si consiguen el paso definitivo chocarán entre sí en la reedición de un playoff histórico, el llamado clásico de clásicos, que abarrotaba el Guillermón Moncada y también el Latinoamericano.
Los playoffs van dejando la confirmación de que Cuba es muy beisbolera, aunque prime la rivalidad sobre la calidad competitiva y tampoco se esté produciendo la cantidad de jonrones deseada e incluso posible, a juzgar por la tasa de bambinazos en la fase preliminar.
Se aproximan los manjares de cualquier postemporada: semifinal y final. Confiemos en que los organizadores ayuden a cocinarlos con los mejores condimentos a su alcance. El fogón, por desgracia, lo pone el clima veraniego.
