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Progresión

Desde los Juegos Panamericanos de Sao Paulo 1963, pasando por Winnipeg 1967 y hasta Cali 1971, la progresión deportiva de Cuba fue ascendente

Autor:

Yurisander Guevara

Desde los Juegos Panamericanos de Sao Paulo 1963, pasando por Winnipeg 1967 y hasta Cali 1971, la progresión deportiva de Cuba fue ascendente. En la ciudad brasileña la delegación cubana ancló quinta, con cuatro medallas doradas, seis de plata y cuatro de bronce. Ya en tierras canadienses la cosecha aumentó a siete títulos, 16 subtítulos y 24 terceros lugares, aunque el puesto final del medallero fue el sexto.

Llegaría entonces la edición de Cali, donde Cuba sobrepasó por vez primera el centenar de medallas totales (105), con 31 de oro, 49 de plata y 25 de bronce, para ubicarse segunda en la tabla general. Este puesto sería de la Mayor de las Antillas hasta la edición de Guadalajara 2011.

Más allá de actuaciones por países, es meritorio recordar la gesta de Enrique Figuerola en Sao Paulo, donde se impuso en los 100 metros planos y confirmó así su favoritismo y condición de extraclase. Por cierto, en esta lid se introdujo el foto finish en el atletismo.

Punto y aparte merecen los avances tecnológicos empleados en Winnipeg 1967, donde vio la luz la pista de atletismo sintética a partir de un material denominado tartán, y se empleó el cronometraje electrónico en centésimas, a lo cual se sumó la natación.

Fue en Winnipeg, además, que el mundo conoció al legendario nadador estadounidense Mark Spitz, quien a sus 17 años ganó cinco medallas de oro e impuso sendos récords mundiales en 100 y 200 metros estilo mariposa. La sofisticación de los métodos de entrenamiento deportivo empezaba a hacerse notar. En total, se implantaron 24 nuevas cotas para los juegos.

Y si de romper marcas se trata, la cita de Cali 1971 se convirtió en la de mayor masividad hasta ese momento, con la barrera de 30 naciones superada, al llegar a 32. Fue la primera vez que se sumó Bolivia, y el número total de atletas creció hasta los 2 935, cifra por entonces inédita.

En lo competitivo, el triplista cubano Pedro Pérez Dueñas se estiró entonces hasta los 17,40 metros para imponer nuevo récord mundial, juvenil y de Cuba. Las dos últimas marcas duraron 13 años, mientras que la cota planetaria la quebró en 1972 el entonces soviético Victor Saneev.

En cuanto a los deportes colectivos, la Mayor de las Antillas consiguió medallas en ocho disciplinas, con destaque para el béisbol, donde la corona se alcanzó de forma invicta. El voleibol daría también alegrías para Cuba en uno y otro sexo desde lo más alto del podio.

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