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Los Juegos Panamericanos de 1975 terminaron celebrándose en la Ciudad de México, que sería la primera urbe en acoger la cita continental por segunda ocasión. Sin embargo, situaciones políticas, organizativas y hasta sanitarias trazaron la ruta de esa 7ma. edición, pues México no era el país designado.
Santiago de Chile, que ahora organiza los 19nos. Juegos, había sido la ciudad escogida para la fiesta del deporte panamericano de 1975. Sin embargo, el golpe de Estado contra el presidente Salvador Allende en 1973 dio al traste con ese empeño. El Gobierno de facto chileno adujo problemas económicos y propuso cambiar la fecha para 1977, pero la Organización Deportiva Panamericana no estuvo de acuerdo y retiró la condición de sede.
De ahí se fijó a Puerto Rico como suplente, pero los boricuas organizarían la edición de 1979 y no podían hacerse cargo. Sao Paulo asumió el batón… y un fuerte brote de meningitis a finales de 1974 puso todo en riesgo. Con apenas diez meses por delante, el mexicano Mario Vázquez Raña asumió el reto de llevar los juegos a su país, y lo demás ya es historia.
En Ciudad de México esta vez los boxeadores cubanos dieron la nota con siete coronas, con destaque para la tercera consecutiva de Rolando Garbey en los 71 kilogramos y la primera de Teófilo Stevenson en los superpesados.
Cuatro años más tarde los Juegos Panamericanos llegaron por vez primera al Caribe, en San Juan de Puerto Rico. Estados Unidos (125 oros) y Cuba (67) ratificaron su supremacía en el cuadro final de medallas, ambos con crecimientos respecto a lo hecho cuatro años antes.
Los cubanos dejaron en San Juan varios hitos, como las terceras coronas consecutivas en béisbol y voleibol femenino, con equipos cuajados de leyendas deportivas cuyos nombres hoy inspiran respeto: Josefina Capote, Ana Ibis Díaz, Imilsis Téllez, Armando Capiró, Luis Giraldo Casanova, Agustín Marquetti, Antonio Muñoz, Wilfredo Sánchez, Alfonso Urquiola y Braudilio Vinent, entre otros.
Llegaría luego la cita de Caracas 1983, que destacó por la presencia de deportistas jóvenes que después se convertirían en grandes leyendas del deporte, como el basquetbolista Michael Jordan y el pelotero Mark McGwire.
Cuba brilló en muchos deportes. En la capital venezolana los gimnastas conquistaron todas las medallas de oro y Casimiro Suárez fue el rey de los Juegos, al ganar seis doradas y una de plata. Fue campeón en las competencias por equipos y de máximo acumulador, manos libres, anillas, caballo de salto y barra fija, y segundo en las paralelas, conquistadas estas últimas por el actual presidente del Comité Olímpico Cubano, Roberto León Richards. Lázaro Amador, en caballo con arzones, cerró aquella magnífica siega dorada.
