Juventud Rebelde - Diario de la Juventud Cubana

Lanzadores jonroneros

Con el deceso de Mario Fernández Torres se nos marchó físicamente el lanzador que más disfrutó la alegría de conectar batazos de vuelta completa en nuestro béisbol

Autor:

Osvaldo Rojas Garay

El pasado sábado 6 de abril falleció Mario Fernández Torres, posiblemente el mejor lanzador zurdo de los equipos de la antigua provincia de Oriente en la década del 70. Al acontecimiento no se le dio toda la divulgación que merecía, al menos quien suscribe estas líneas obtuvo la información a través de Facebook.

Mario intervino en 11 series nacionales, en las que ganó 65 juegos y perdió 44, con un promedio de efectividad de 2.72. Integró la selección nacional a la justa del orbe organizada en Cuba, en 1973, y un año más tarde acudió a los Juegos Centroamericanos y del Caribe.

Con el deceso de Fernández se nos marchó físicamente el lanzador que más disfrutó la alegría de conectar batazos de vuelta completa en nuestro béisbol, con ocho, uno más que Gaspar Curro Pérez y Orlando Figueredo, quienes registraron siete vuelacercas. Aclaramos que en la Guía Oficial de Béisbol le aparecen nueve estacazos a Mario Fernández, pero en realidad son ocho actuando desde el box, porque él también se desempeñó en la custodia del primer cojín.

Vale recordar que Curro Pérez y Figueredo son los serpentineros que más cuadrangulares han disparado en una serie, con cuatro cada uno. El yumurino conectó esa cantidad de bambinazos en el certamen de 1968-1969 y Figueredo lo igualó en la temporada de 1974.

Este último posee también el honor de ser el lanzador que despachó la única conexión de cuatro bases de un cubano en los desaparecidos campeonatos mundiales de béisbol. Esto sucedió el 29 de noviembre de 1972.

A propósito del fallecimiento de Mario Fernández, en la época en que los serpentineros bateaban, el primer lanzador que conectó un cuadrangular en nuestros torneos beisboleros fue Serafín Zaldívar, frente a Franklin Aspillaga, el 17 de enero de 1962, en el estadio Latinoamericano.

Un caso prácticamente irrepetible, si no regresamos a la era en que los serpentineros empuñaban los bates, tuvo como protagonista a Modesto Gil, quien resultó el primer jugador que disparó dos jonrones en una entrada en las series nacionales, el 18 de febrero de 1973. Actuando desde la lomita de Granjeros, produjo un par de batazos de cuatro esquinas frente a Constructores, en el noveno inning de un partido escenificado en el Latinoamericano.

Otro hecho que se las trae, incluyendo a todos los bateadores que han pasado por las series nacionales, lo rubricó el tirador holguinero Miguel Pérez, a quien hice mención cuando abordamos el tema de los jonrones dentro del terreno.

El holguinero tuvo que empuñar frente al cienfueguero Liván Angarica y no pudo hacerlo mejor, pues conectó jonrón con dos en bases en su única vez al bate en series nacionales, para decidir a favor de los Cachorros, 11-9. Ese choque se efectuó el 15 de diciembre de 1994, en el estadio Calixto García.

Un hecho llamativo protagonizado por lanzadores actuando como bateadores ocurrió el 13 de abril de 1980, en el estadio José Ramón Cepero, cuando los camagüeyanos se quedaron sin designado frente a Las Villas, en un juego correspondiente a la 6ta. Serie Selectiva, por lo que el fallecido Omar Carrero tuvo que ocupar el tercer turno en el orden al bate. Esa responsabilidad la cumplió a las mil maravillas, pues compiló de 4-2, incluyendo un cuadrangular contra un lanzamiento del villaclareño José Ramón Riscart, en la cuarta entrada.

Reservé para el final de este recuento un hecho que ocurrió durante un encuentro entre Las Villas y Camagüey, realizado el 26 de mayo de 1970, como parte de la Serie de los Diez Millones. Ese día se concretó un suceso, pienso que único en nuestros torneos, cuando los lanzadores de cada equipo dispararon jonrón, ¡ambos en la tercera entrada!

Los camagüeyanos abrieron el tercer capítulo con un bambinazo del desaparecido monticulista Elpidio Jiménez, pero, en el final del propio inning, Gaspar Legón, el estelar derecho de Esmeralda, que entonces vestía el uniforme de Las Villas, también la sacó del parque, en este partido donde los villareños salieron airosos, cuatro carreras a dos.

Este juego se recuerda también por otro acontecimiento en el que estuvo involucrado Silvio Montejo. El choque estaba igualado a dos carreras en el quinto
inning, la Bala de Caibarién conectó roletazo a manos de Elpidio Jiménez y, en el momento de tirar a la inicial, ocurrió una interrupción del fluido eléctrico.

La jugada fue anulada por el árbitro Alfredo Paz, por lo que, al reanudarse el partido, Montejo ocupó nuevamente su turno en la caja de bateo y al primer envío de Jiménez, el oriundo de la Villa Blanca pegó una terrífica línea, entre left y center, que se fue de jonrón, impulsando las dos carreras que a la postre le dieron la victoria a Las Villas.

 

Comparte esta noticia

Enviar por E-mail

  • Los comentarios deben basarse en el respeto a los criterios.
  • No se admitirán ofensas, frases vulgares, ni palabras obscenas.
  • Nos reservamos el derecho de no publicar los que incumplan con las normas de este sitio.