Juventud Rebelde - Diario de la Juventud Cubana

Vecinos en alta tensión

Alerta: en el reparto Biplanta de la ciudad de Cárdenas, en la provincia de Matanzas, hay hace años dos áreas con alto riesgo para sus pobladores, a consecuencia de la manera en que la Organización Básica Eléctrica (OBE) dispuso el tendido.

La denuncia la encabeza Mercedes Vázquez, residente en calle 17B número 867, entre Estero y Arroyo, en esa demarcación; y la secundan otros vecinos como Alberto Sanabria, Carlos García, Leandro Mateo y Denia de la Caridad Sánchez.

Refieren los firmantes que en la calle Tenería, los postes de alta tensión y las acometidas prácticamente están situados dentro de las residencias, por lo cual cualquiera desde la planta alta puede tocar con sus manos los cables. Ello ocasionó cuatro años atrás un accidente mortal: un vecino se electrocutó.

El otro peligro está en el patio de la vivienda sita en calle 17B, entre Palma y Estero, donde los tensores, situados a un metro y 20 centímetros de la cerca, sostienen un poste que casi está en el medio de la calle, podrido y en mal estado técnico. Imaginen que un auto lo embista...

Los vecinos han insistido sobre el peligro en las asambleas de rendición de cuentas, y a solicitud de los electores se invitó al director de la OBE de Cárdenas, quien se comprometió, el 5 de junio de 2006, a resolver el problema en 15 días. También aseguró que se eliminaría lo del bajo voltaje, que ha provocado roturas de varios electrodomésticos en el barrio.

El director de la OBE envió la brigada para perforar los lugares donde se ubicarían los postes. Los vecinos se proyectaron en ayudar en tal sentido. Pero al no realizarse las labores esperadas, hubo que tapar los huecos pues fomentaban focos de mosquitos y provocaban accidentes.

Recientemente se retomó el proyecto y al destapar los huecos, se evidenció que estaban mal ubicados. Hubo que hacer nuevas perforaciones, y allá fueron los vecinos de la comunidad, pues el compromiso era que en una semana los postes estarían instalados.

Cuando me escribieron, en diciembre pasado, todo seguía igual. Sin comentarios...

Otra historia de paciente espera me cuenta en su carta Yenima Alfonso, residente en Santa Hortensia, Edificio 21, apartamento 9, entre Giralt y Bernal, en el popular barrio de Mantilla, municipio capitalino de Arroyo Naranjo.

Relata la lectora que su hijo de 13 años es alumno de la Escuela de Iniciación Deportiva (EIDE) Antonio Maceo, radicada en el municipio de Artemisa. A pesar de no tener las condiciones para fungir como escuela deportiva, posee un colectivo docente que se desempeña con efectividad y lleva adelante el proceso formativo.

El problema es una turbina. Sí, aunque parezca increíble, hace más de tres meses que la escuela se encuentra cerrada porque ese artefacto impulsor del agua está roto, y no aparece ningún otro para sustituirlo.

A consecuencia de ello, los alumnos están distribuidos en diferentes centros para cumplir con la docencia general. Pero la formación deportiva, que es su razón de ser, brilla por su ausencia.

La madre señala que las autoridades docentes de la escuela han hecho lo posible por resolver el problema, pero este se les escapa de las manos. Como si fuera poco, no poseen nevera para guardar los alimentos, en una escuela de deportes donde tantas energías se gastan.

De seguir así, asegura Yenima, los estudiantes no estarán en condiciones físicas para presentarse en los respectivos campeonatos nacionales de sus categorías y deportes respectivos.

Y todo por una turbina y una nevera.

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