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Le llevaron el metrocontador… y no pasa nada

Un extraño e impune suceso de sustracción relata Luis Oscar Acosta Sánchez Sánchez, desde Infanta, No. 1406, entre Universidad y Pedroso, en el municipio capitalino de Cerro. Y suscribe varios criterios e interrogantes.

Relata el remitente que es titular del apartamento 3 del Edificio 14-A, en Los Cocos, Playa Baracoa, municipio artemiseño de Bauta. Y al comenzar la pandemia de la COVID-19 vino a residir a la primera dirección citada con su esposa. Pero al regresar a Playa Baracoa en octubre de 2021, se percató de que en su apartamento no había electricidad. Y sus vecinos le dijeron que el lector cobrador de la electricidad se había llevado su metrocontador, sin dejarle siquiera una nota aclaratoria.

Luis Oscar fue a la casa del lector cobrador, quien le dijo que al día siguiente le reinstalaría el servicio eléctrico. Y al volver a su apartamento, en diciembre, constató que se había hecho la reconexión directa, sin el metrocontador.

Entonces, se dirigió a la administradora de la sucursal de la Empresa Eléctrica en Baracoa, quien le explicó que eso se hizo por la administración anterior, y lo que ella tenía  era un metrocontador de 110 volt. Luis Oscar, por supuesto, no estuvo de acuerdo con tal respuesta, pues el metro que le retiraron era de 220 volt.

El 18 de marzo pasado, él fue a la UEB de la Empresa Eléctrica en Bauta. Allí, la funcionaria de Atención a la Población, al oír su reclamo, llamó a la sucursal de Baracoa, y le confirmaron el asunto, pero le plantearon que no tenían cómo resolver el problema. Le pidió entonces su número de teléfono para que el director lo llamara urgentemente, pues no se encontraba en ese momento. Y nunca lo llamó.

El 19 de marzo, Luis Oscar fue a ver al jefe de la Policía en Baracoa, quien trató de comunicarse con el director de la UEB Eléctrica de Bauta, y sí lo pudo hacer con la presidenta del consejo popular Playa Baracoa.

Ese mismo día, Luis Oscar se comunicó con la presidenta del consejo popular Playa Baracoa, quien le orientó que viera el asunto con la delegada del Poder
Popular en su circunscripción, para que ella lo tramitara al municipio. Y así él lo hizo.

El 30 de marzo, Luis Oscar se entrevistó con la delegada de su circunscripción, quien le planteó que ella tampoco había recibido respuesta.

El 6 de abril, el afectado se presentó en la Empresa Eléctrica Provincial de Artemisa, y allí la funcionaria de Atención a la Población le manifestó que no tenían metrocontador de 220 en existencia. Y él le expresó que no estaba solicitando una instalación, si no reclamando su metrocontador.

«¿Cómo pagar el consumo de electricidad, si la propia Empresa me hizo una instalación directa sin metro, por demás ilícita?, plantea. Todos los vecinos, las autoridades y organizaciones conocen de este problema; y, además, tengo necesidad de volver a mi casa. Necesito la reinstalación de mi metrocontador, para pagar lo que realmente yo consuma.

«Soy jubilado, y no acepto un cobro retroactivo. Estoy inmerso en un problema que yo no creé, y que me afecta duramente. Y, por último, sé que cada metrocontador tiene un número de registro, por lo que es posible detectar el usuario que tiene el mío.

«¿Por qué no se ha hecho? Después de más de un año, estoy pasando trabajo por la irresponsabilidad de la Empresa Eléctrica», concluye.

Le robaron los paquetes

Frank Guillermo Silió Dell Amico (Avenida 41, No. 9210, entre 92 y 94, Marianao, La Habana) relata que el 24 de noviembre de 2021 un familiar le envió unos paquetes con medicinas y misceláneas por la agencia estatal de paquetería Aerovaradero, almacenes ubicados en el Aeropuerto Internacional José Martí.

«Y después de reclamarlos durante seis meses, afirma, la propia Agencia nos informó que desaparecieron, que “elementos inescrupulosos” (palabras textuales del funcionario que me llamó) —yo diría que rateros—, al parecer de los Almacenes 21 y 25, empleados manipuladores de bultos, chofer, camión, tenían que entregar los paquetes…».

Indica Frank Guillermo que «Aerovaradero va a indemnizar con 480.00 USD al familiar en Miami, y ni un centavo a los necesitados de aquí: solo nos toca la mala noticia. Voy a continuar con la denuncia a todas las instancias, por robo», concluye.

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