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Comunicación sistemática despeja resquemores

El pasado 25 de agosto, desde Lawton, en el municipio habanero de Diez de Octubre, Rosa Irene Rodríguez Carballosa contaba aquí que el 17 de enero de 2019 su hermana Beatriz Rodríguez Carballosa le hizo donación de su teléfono fijo, radicado en la ciudad de Holguín.

Al trasladarse Beatriz a La Habana y no contar entonces con domicilio propio, decía, decidió pasar su contrato a Rosa Irene. Y ese mismo día, en la Dirección Comercial de Etecsa en Holguín, hicieron la solicitud de traslado para la dirección de Rosa. Allí aseguraron que el expediente de solicitud del traslado sería enviado a través de la propia empresa y solo tendría que esperar.

Diez meses después, el 22 de noviembre de 2019, Rosa recibió una citación para presentarse el 25 de ese mes en la sede de Etecsa en Luz y Reyes, Jesús del Monte, donde le dijeron que fuera para su casa y esperara a los técnicos, que le harían la instalación del servicio telefónico.

Esperó varios días, y al ver que no acudían, fue a ver a la Directora, quien le planteó que ya era fin de mes, que se le instalaría antes del 10 de diciembre. Pasada la fecha prometida fue en varias ocasiones, y le decían que sí se lo instalarían y le avisarían antes, pues existía el par y era la primera en la lista de traslados.

Vino el 2020 y la pandemia de la COVID-19 con medidas de restricción de movimiento. En noviembre de 2021, relajadas las medidas, Rosa fue de nuevo a la sede de Etecsa. Allí la funcionaria de Atención a la Población le dijo que su trámite estaba cancelado. Rosa preguntó por qué y le respondieron que, al parecer, ya se lo habían instalado. Rosa le aclaró que no le habían instalado nada y llevaba tanto tiempo esperando.

Aguardó pacientemente, hasta que el 18 de marzo de 2022 envió una carta al Departamento de Atención a la Población del Gobierno municipal de Diez de Octubre. El pasado 17 de agosto volvió a escribir a ese Departamento, haciendo el recuento y expresando que «aún hoy el problema expuesto en esa ocasión sigue sin siquiera una respuesta o una explicación». Y me envió copia de esta última misiva.

Al respecto, responde Aymé González Hernández, directora de Protección al Consumidor y Atención a la Población de Etecsa, que tras concluidas las investigaciones pertinentes se constató que el expediente se recibió en la unidad comercial el 30 de abril del 2019. En ese período el Centro de Telecomunicaciones realizó trabajos de mejora en la red, con altos niveles de saturación, para disminuir la demanda insatisfecha del lugar y realizar un cambio tecnológico. Una vez culminados, se hicieron los ajustes necesarios para proceder a la instalación de un número limitado de las solicitudes identificadas en el sistema informático, según su fecha de solicitud.

Pero, la orden relativa a Rosa quedó cancelada a partir de un elemento de la red que no cumplía con los parámetros técnicos imprescindibles para poder ejecutar la instalación del servicio. Fue necesario repararlo y así crear las condiciones. Y con la irrupción de la COVID-19 y las medidas de aislamiento, señala, se priorizó la solución de las interrupciones telefónicas, aplazándose la ejecución de movimientos comerciales.

«Es válido recordar, dice, que si bien se había ejecutado un trabajo técnico en la red, las condiciones técnicas limitaban la instalación de este caso y otras solicitudes que conformaban la demanda comercial de la zona. Es por ello que, una vez iniciada la normalidad, se evaluó la ejecución de un nuevo proyecto técnico más abarcador para así dar solución a los movimientos comerciales que se encontraban pendientes de ejecución».

Añade que Rosa fue contactada por especialistas de Etecsa (no dice cuándo), refiriéndole los argumentos antes expuestos. El pronóstico de instalación era para octubre de este año y ella disfruta del servicio desde el 25 de ese mes, cuando el Centro de Telecomunicaciones encargado de la prestación de los servicios en el área ejecutó la instalación del traslado en su dirección de residencia.

Agradezco la respuesta y la solución de ese caso pendiente. Lo que sí no se esclarece el por qué se dio falsamente por concluido el caso en una ocasión. Y por qué en tres años no le fue informando a Rosa de las dificultades para la instalación del servicio, como se hizo ahora en esta respuesta. La comunicación sistemática al cliente despeja dudas y resquemores.

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