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Tras participar en el control del uso racional del combustible, los Trabajadores Sociales han recibido otras tareas de la Revolución. Foto: Franklin Reyes
En el país se realizan entrevistas con el objetivo de conocer el nivel de satisfacción de la población con la entrega y sustitución de equipos electrónicos y electrodomésticos, informó a este diario Harley Trujillo, miembro de la dirección del Programa de Trabajadores Sociales.
«La encuesta se aplicará en un 60 por ciento de los hogares y los resultados, nos servirán como indicativo para mejorar el programa energético», afirmó el dirigente juvenil.
Los trabajadores sociales encargados de la distribución y sustitución de equipos tienen también la tarea de dialogar con integrantes de 2,5 millones de núcleos familiares, muestra escogida para el estudio.
La entrevista está compuesta por 18 preguntas que indagan, entre otros aspectos, por la calidad del funcionamiento de los equipos y el grado de conformidad de la población con la constancia del fluido eléctrico.
El cuestionario pretende conocer también la valoración general de las familias sobre los cambios implementados en el país como parte de la Revolución Energética, el nivel de satisfacción con el proceso de distribución de equipos, la labor desempeñada por los trabajadores sociales, así como el funcionamiento de los talleres habilitados para la reparación de los citados equipos.
Hasta la fecha en la Isla se han sustituido más de 29 millones de equipos, entre refrigeradores, televisores, bombillos ahorradores, bombas de agua, acondicionadores de aire y ventiladores.
El mayor por ciento de reemplazos está relacionado con la entrega de más de nueve millones de puntos de luz eficiente. También se han otorgado más de 1 290 000 refrigeradores de un total de 2,5 millones que deben sustituirse y más de 90 000 aires acondicionados de los 160 000 previstos.
Harley Trujillo López aseguró que hasta la fecha más de 2,8 millones de núcleos familiares recibieron sus módulos de cocción.
La Revolución Energética, iniciada en el país en el año 2005, promueve un consumo racional y eficiente de los combustibles y un ahorro considerable de los recursos financieros que la nación puede destinar al desarrollo de otros sectores económicos y de importantes programas sociales.
«Con la implementación de esta estrategia, apoyada por alrededor de 35 000 trabajadores sociales y personal de otros organismos, como Servicio del Ministerio de Comercio Interior, DIVEP y la Empresa de Materias Primas, entre otros, el país ahorra el 70 por ciento de los combustibles domésticos que se utilizaban para la cocción de alimentos en la familia cubana», señaló Trujillo.
