Juventud Rebelde - Diario de la Juventud Cubana

El Fidel que habita en los jóvenes

A seis años de su partida física, el ejemplo y mandato del Comandante en Jefe es marca para las nuevas generaciones

Autor:

Odalis Riquenes Cutiño

SANTIAGO DE CUBA.— En los últimos seis años ha perdido la cuenta de las veces que ha recorrido los casi tres kilómetros que le llevan hasta la necrópolis local para rendirle tributo y su rostro es constante en vigilias, conferencias, marchas y cuanta actividad le acerque al líder histórico de la Revolución Cubana.

Enrique Estrada Pato es un veintiañero profesor del Departamento de Matemática, en la Facultad de Ciencias Naturales de la Universidad de Oriente (UO) y está convencido de que a más de un lustro de su partida física, el Comandante en Jefe palpita en esa juventud que ha hecho de la consigna Yo soy Fidel una marca de su generación.

Más allá de la rutina de llevarle flores en una efeméride —el más natural de los gestos en este Santiago orgulloso de custodiar su grandeza—, o de descubrir en algún coloquio académico sus facetas de universitario rebelde, estratega, líder de talla mayor,  asegura que la continuidad de la vida de Fidel está en el triunfo cotidiano de sus ideas, esas que constituyen el mayor monumento a su existencia.

Atesora el privilegio de ser parte de esas generaciones que lo vieron desenvolverse como estadista, dirigente preocupado por el bienestar de su pueblo. La mirada del niño de 11 años que era entonces le atrapó en aquella conmemoración del 26 de julio de 2006 en Granma y Holguín, que constituyó su última aparición en concentraciones de este tipo y el recuerdo se lo trae apegado a la tradición de todo un país frente al televisor para atender lo que intentaba transmitir en aquellas intervenciones de horas.

«Vimos un Comandante entrado en años, pero lúcido, con una energía vital y una capacidad de liderazgo que imantaba».

Yo era un estudiante de la UO cuando la trágica noticia del deceso del líder sacudió a la comunidad universitaria. Puede revivir el espontáneo ir y venir de todos, unidos en el dolor y el fervor de que había que honrar a Fidel; frescas aún en su memoria están aquellas jornadas de reafirmación y
rencuentro con las esencias del ideario fidelista que constituyó la firma del concepto de
Revolución, extracto de su legado político.

Desde entonces, disfruta desde el compromiso cuando aquel icónico mar de 90 fotos ilustrativas de las disímiles facetas de la vida de Fidel, empuñadas por universitarios, —que ya identifican a la UO— toma las calles santiagueras. Entre ellas, sostiene, su condición de graduado de ciencias lo lleva a escoger la del visionario que concibió el conocimiento como herramienta para transformar el futuro y fue capaz de obrar, construir y defender, aún en condiciones
de asedio y limitaciones similares a las que vivimos hoy, una de las más grandes conquistas de la Revolución: su inmensa obra en el campo de las ciencias, esa que nos hizo superar la pandemia y nos demuestra que sigue latiendo entre nosotros.

Fidel nos dejó el reto inmediato de transmitir su legado a esos que no lo acompañaron en la plaza o lo vieron en vivo en televisión, asegura el joven profesor universitario Enrique Estrada Pato. Foto: Tomada del perfil en Facebook del entrevistado

Para Enrique Estrado Pato, quien también se ha desempeñado como dirigente juvenil en la UO, en el contexto universitario
y como generación, Fidel les dejó el reto inmediato de transmitir su vasta herencia, su legado monumental a los más nuevos, esos que no tuvieron la oportunidad de acompañarlo en la plaza o verlo en vivo en la televisión.

«Fidel está imbricado en el alma de la nación, en el muchacho que porta el pulóver con su imagen, y en quienes lo traen a las redes sociales de manera fresca, sin esperar la fecha de su cumpleaños o el aniversario de su muerte.
Tenemos que seguir acercándolo a los más nuevos, para evitar que la brecha que de manera natural el tiempo impone, nos aleje de él; y tenemos que hacerlo conectándonos con el Fidel joven, el que inició su vida revolucionaria a temprana edad, el universitario rebelde con inquietudes similares a los estudiantes de hoy».

En ese propósito, explica, ha sido fundamental la existencia de la Cátedra Honorífica de la UO para el estudio de la obra y el pensamiento de Fidel que está cumpliendo cinco años como un espacio de rencuentros y crecimientos, en el que desde expediciones, intercambios teóricos y las más disímiles actividades, más que como el pasaje de un libro, Fidel nos llega vivo, joven y victorioso.

En el difícil contexto actual, asevera, Fidel es más que nunca esencia vital, brújula moral y paradigma. «Nuestro Comandante en Jefe es el símbolo de Cuba, de la Revolución Cubana, pero hoy también es símbolo de resistencia, de creatividad; es la imagen del líder erguido frente a las dificultades, encabezando a su pueblo y resistiendo victorioso, es el bastión de firmeza al que apelar cuando creamos que nos fallan las fuerzas y la fe en la victoria. En su mandato uno encuentra respuestas a las dudas y la guía para empinarse en el actuar cotidiano».

 

Este 25 de noviembre los niños santiagueros estarán entre los primeros que regalarán flores al Comandante en Jefe,  en ocasión del sexto aniversario de su partida física. Foto:Miguel Rubiera Jústiz/ACN

 

 

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