Juventud Rebelde - Diario de la Juventud Cubana

La dicha de nacer un 8 de marzo

Niladys Estrada Socarrás, una joven licenciada en Enfermería que es candidata a diputada, siente orgullo de desandar con frecuencia los senderos del sitio por donde se esconde el Sol en Cuba para estar más cerca de la gente

Autor:

Dorelys Canivell Canal

SANDINO, Pinar del Río.— «Yo soy una mujer desde que nací», dice sonriente y tiene toda su razón, pues por esas coincidencias de la vida nació un 8 de marzo, hace hoy 35 años. Por eso, a través del tiempo ha recibido, este día, las felicitaciones y doble.

«Mi madre, una doctora que hoy cumple misión médica en Venezuela y que cuando está en Cuba es mi brazo derecho, siempre cuenta que el día que nací mi padre se apareció con un ramo de flores para festejar la coincidencia. Tenemos una relación muy bonita todos, y la familia se conserva hasta hoy. Están, además, mis hermanos y mis hijos».

Por ellos se levanta cada mañana, a veces de madrugada para poder dejar hechos el almuerzo y la comida y preparar a los niños para la escuela antes de irse a trabajar, porque Niladys Estrada Socarrás es licenciada en Enfermería, trabaja en el policlínico Juan Navarro y es promotora de Salud de su área, que se extiende hasta Guanahacabibes.

Esta mujer, que desanda con frecuencia los senderos del sitio por donde se esconde el Sol en Cuba, sortea los problemas de transporte evidentes de esa localidad y conoce al detalle las características de su población. Es una zona rural, alejada y con varios kilómetros entre una comunidad y otra.

«Trabajo en Manuel Lazo, donde radica el policlínico, pero vivo en Las Martinas. Me levanto siempre muy temprano, adelanto la comida de los muchachos, que tienen ocho y 12 años. Son dos varones incansables, imagina si rinden, pero me les impongo, con amor y cariño, pero también con carácter.

«Si puedo regresar antes lo hago, pero el día que tengo reunión y no puedo coger la guagua, ese día sé que me agarra la noche. Sé a la hora que salgo, pero nunca a la hora que voy a regresar. Y cuando llego a la casa, debo hacer las tareas y labores del hogar.

«Te juro que a veces se me han salido las lágrimas. Me he ido para el cuarto para que no me vean llorar, porque me he sentido ahogada. Entonces me seco la cara y digo: Yo sí puedo, y tengo que seguir adelante, y vuelvo a andar.

«Quizá por eso es que siempre me he identificado con Mariana. Es de todas las mujeres de la Historia de Cuba la que más he admirado, siempre guerrera, siempre fuerte, siempre junto a sus hijos, como yo».

Enfermera y delegada 

Niladys tiene más de una responsabilidad. Aunque su tarea es fundamentalmente la promoción de Salud, no deja de ser asistencial. «Una enfermera es como un médico. Uno lo es las 24 horas del día, y tienes que ayudar a un vecino, poner una inyección, tomar la presión.

«En el policlínico también estoy junto a los pacientes y aunque no logro estar en todas las comunidades como quisiera por lo distantes que son, tenemos muy bien identificados cuáles son los principales problemas».

Comenta la joven que constituye una preocupación en su área de Salud el embarazo en la adolescencia, un tema que han abordado también de conjunto con Educación. «No obstante, apunta, trabajamos con las personas en la prevención de todo tipo de enfermedades. Es una tarea muy bonita cuando se hace bien, y, sobre todo, muy necesaria en estos tiempos».

Más esta no es la única responsabilidad de Niladys. Desde hace dos mandatos es delegada de la circunscripción número 17 del consejo popular de Las Martinas. «Recibo a los electores en el consultorio todos los martes, es mi día de despacho, y a veces tengo que dejar lo que estoy haciendo y salir a visitar personas, a comprobar una queja, a ver a algún anciano, y siempre atiendo a todos.

«Aquí nos quedan afectaciones en la vivienda, de este ciclón y de los anteriores, y no hemos podido resolver los problemas de la gente por falta de materiales pero hay que darles una respuesta, una explicación.

«Y el poblado no es complejo. Proliferan fundamentalmente un grupo de indisciplinas sociales, como las carreras de caballos; también nos dejan desechos en alguna esquina y después nadie sabe quién fue. Entonces tengo que estar detrás de eso. Pero recibo ayuda de los vecinos, del CDR, porque aquí hay mucha gente buena que me apoya».

La voz de la mujer

Niladys cumple años este ocho de marzo. Una suerte de reafirmación de su valía desde que nació, desde que se hizo enfermera y madre.

Por eso lleva de la mano aquellos temas que considera medulares para el buen desenvolvimiento de la mujer en la sociedad. Asuntos estos que, asegura, prevé llevar a la Asamblea Nacional del Poder Popular, ahora que es candidata a diputada por el municipio de Sandino. «No pocas veces se piensa dos veces antes de darle un cargo o una responsabilidad a una mujer, porque tiene niños pequeños o a sus padres muy viejitos, por ejemplo.

«Todavía vivimos en una sociedad machista; se han dado pasos de avance, pero quedan muchas cosas por hacer. Tienen que trabajar más las organizaciones, y tienen las propias mujeres que estudiar, que superarse, que hacer valer su palabra y sus criterios en cada uno de los escenarios en los que se desarrollan».

Ser candidata a diputada es para Niladys una responsabilidad: «No llevo solamente los problemas de mi localidad por ser su delegada de base. Soy mujer, y soy una trabajadora de la Salud, un sector que en estos momentos tiene también muchos desafíos profesionales, a partir de las limitaciones de recursos que tiene el país. Entonces, no queda otra opción que trabajar, esforzarse y ayudar a esta Patria que nos ha entregado todo».

Comparte esta noticia

Enviar por E-mail

  • Los comentarios deben basarse en el respeto a los criterios.
  • No se admitirán ofensas, frases vulgares, ni palabras obscenas.
  • Nos reservamos el derecho de no publicar los que incumplan con las normas de este sitio.