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Somos una generación afianzada en su historia

Lisbet Ramírez Hernández, primera secretaria del Comité Provincial de la UJC en Santiago de Cuba, está convencida de que la gesta del Moncada sigue inspirando a los más jóvenes y lo ratifica con el orgullo y la responsabilidad de sentirse parte de esta conmemoración 

Autor:

Odalis Riquenes Cutiño

SANTIAGO DE CUBA.— A 70 años del gesto audaz de aquel grupo de jóvenes que asaltó el futuro desde los cuarteles Moncada y Carlos  Manuel de Céspedes, su entrega y compromiso sigue inspirando a los imberbes de hoy en el empeño de alzarse sobre su tiempo.

Lisbet Ramírez Hernández, primera secretaria del Comité Provincial de la UJC en esta oriental provincia, está convencida de ello y lo ratifica con el orgullo y la responsabilidad de sentirse parte de la conmemoración por una efeméride que es sinónimo de juventud.

«Jóvenes fueron los del Moncada, y jóvenes somos los que hoy desde el hospital, la fábrica, la escuela, el campo o el laboratorio seguimos aportando al logro de un mejor país», enfatizó.

En los empeños y resultados con que Santiago de Cuba conmemora el aniversario 70 de la gesta del Moncada, están las manos de los niños, adolescentes y jóvenes  de este lado cubano y el acompañamiento de su vanguardia política juvenil, la UJC, recalca Ramírez Hernández.

En ese contexto, refirió la dirigente, los más de 33 500 militantes de la UJC desarrollan su 12mo. Congreso, un proceso que se inició el pasado 4 de abril, y que hoy llega a zonas y comunidades aparejado a la implementación de la Estrategia Integral para fortalecer el papel de la organización en el presente y el futuro del país.

«Este proceso de fortalecimiento, acompañado del Congreso, ha propiciado un despertar de nuestras estructuras de base en el funcionamiento interno y externo, ha contribuido a la revitalización de la estructura a nivel de provincia».

Al decir de Ramírez Hernández, la realización este año de diferentes procesos orgánicos ha mostrado una juventud inquieta, que pone bríos y compromiso a sus empeños cotidianos, así lo demostró el 4to. Congreso Provincial de la Asociación Hermanos Saíz, el seguimiento a los acuerdos del 10mo. Congreso de la FEU, el desarrollo del 2do. proceso asambleario de la Feem; la evaluación del trabajo y renovación de las estructuras de dirección de la Brigada José Martí, y con ello el desarrollo de la 7ma. edición del festival Escaramujo, que logró posicionar el arte desde el quehacer del instructor dentro de las  instituciones culturales, educativas y en las comunidades.

Igualmente el Movimiento Juvenil Martiano ha cobrado fuerza próximo a su aniversario 35, con la realización de la 47ma. edición del Seminario Juvenil de Estudios Martianos en cada uno de los municipios y el evento nacional, en el que muchos de los 14 jóvenes que representaron a la provincia fueron premiados.

Al latir de las comunidades

Todo el caudal de fuerza joven e iniciativas que caracteriza a los noveles de Santiago ha estado y estará pendiente del latir y la transformación de las comunidades, como les ha pedido la dirección del país y la máxima dirección del Partido y el Gobierno de la provincia, asegura Lisbet Ramírez.

«Durante los meses de julio y agosto estaremos desarrollando nuestros congresos en las comunidades, en las 80 zonas de trabajo que tenemos en los nueve municipios; son  80 comunidades diferentes a las cuales vamos a llegar para centrar el diálogo  entre los jóvenes  de esos lugares y los militantes de ese radio de acción y, por supuesto, que la organización, sus movimientos y organizaciones estudiantiles puedan atender las problemáticas que encontremos, lo que fortalece el vínculo con realidades de nuestros barrios como la atención a las personas vulnerables, las embarazadas, los ancianos. En la medida en que sintamos la necesidad de seguir haciendo cosas, vamos a continuar dispuestos a hacer todos los congresos de zonas que se precisen».

Más allá del Congreso, la máxima dirigente juvenil santiaguera destacó la sistemática contribución de la AHS y la Brigada José Martí a la transformación espiritual y la defensa de los valores en las comunidades, sobre todo las más intrincadas, que abundan en la provincia.

Juventud por el 26

En días en que Santiago huele a asfalto, mezcla recién batida, pintura y surco; cuando el pueblo santiaguero le pone empeño al trabajo, los noveles, cual moncadistas de tiempo nuevo, se ubican a la vanguardia del esfuerzo.

«Aquí hay una juventud capaz de asumir grandes tareas«, enfatiza la Primera Secretaria de la UJC santiaguera.

Con ese ímpetu se encuentra a los más nuevos volcados en las obras de los diversos sectores que se encaminan, en la rehabilitación de los escenarios vinculados con el asalto; son habituales en las movilizaciones hacia la producción de alimentos; fueron brazo generoso en la recuperación de comunidades como la Ramón Gómez, del municipio de Contramaestre, afectada por las intensas lluvias de meses pasados.

Concursos pioneriles que intentan eternizar desde el trazo infantil la huella de Fidel, la rehabilitación del campamento provincial de pioneros Asalto al Moncada; la defensa de una recreación sana desde el verano con amor que se despliega en las comunidades, y el desarrollo de campamentos, para la estimulación a los más destacados, son también acciones que ocupan a la organización juvenil en estos meses de júbilo por un 26 en Santiago, al decir de su máxima dirigente juvenil.

«Es de jóvenes triunfar», recalca  esta educadora devenida dirigente juvenil, citando al Héroe Nacional, e insiste en que en estos tiempos de duro batallar y grandes complejidades que como generación les ha tocado vivir,  valen las lecciones del Moncada, «que nos demostró cuánto un grupo de jóvenes puede hacer con convicción para luchar por una Cuba mejor; nos enseñó a convertir los reveses en victorias, y a defender siempre a los humildes».

«Como vanguardia política a la UJC nos corresponde, además por mandato constitucional, seguir preparando política e ideológicamente a nuestra juventud.

«Somos jóvenes y nos parecemos más a nuestro tiempo que a nuestros padres, pero no podemos perder la percepción de que el presente y el futuro tienen que seguir defendiéndose bajo los ideales de Martí, las enseñanzas de Fidel, la guía de Miguel Díaz-Canel y el acompañamiento de la generación histórica.

«Somos una generación afianzada en su historia y atemperada a su tiempo, que apuesta por construir una mejor juventud al llamado de la Patria».

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