Una Política necesaria por el bienestar de las nuevas generaciones

Articular todos los factores que intervienen en la atención y protección de nuestras niñas, niños, adolescentes y jóvenes, en las diferentes etapas de su vida y cualesquiera que sean sus condiciones, al tiempo que transversaliza sus derechos y concibe a las nuevas generaciones como actores estratégicos del desarrollo del país, es el principal propósito de la Política de atención integral a la niñez, adolescencia y juventudes, aprobada este jueves por la Asamblea Nacional del Poder Popular.

Así trascendió en el comienzo del 1er. Período Ordinario de Sesiones del Parlamento, en su 10ma. Legislatura, donde el vice primer ministro Jorge Luis Perdomo Di-Lella presentó ante los diputados esa política, en presencia del General de Ejército Raúl Castro Ruz, líder de la Revolución, y Miguel Díaz-Canel Bermúdez, Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y Presidente de la República.

La Política es muestra de la importancia y prioridad que el Estado cubano brinda a los más jóvenes, y como dijo Perdomo Di-Lella se adecúa al contexto demográfico y socioeconómico actual y a la necesidad de transformar la legislación vigente en correspondencia con la Constitución de la República aprobada en 2019 y a los principios fundamentales derivados del 8vo. congreso del Partido.

En su intervención se refirió a que los primeros debates sobre la Política ocurrieron entre la comunidad académica y el Presidente cubano, seguido de la participación activa de instituciones y organismos de la Administración Central del Estado, de más de 27 centros de investigación y organizaciones de la sociedad civil, en particular las estudiantiles y juveniles.

El Vice primer ministro agregó que se realizaron consultas públicas a más de 20 000 niños, niñas, adolescentes y jóvenes, fundamentalmente a través de cuestionarios y foros generados en medios como la revista Pionero, Alma Mater y el periódico Juventud Rebelde. También se tomaron en cuenta criterios recogidos por la dirección del país en encuentros con jóvenes.

Esta propuesta tiene como antecedentes las acciones desplegadas desde el triunfo de la Revolución para la atención a la niñez y la juventud como una prioridad del proyecto social, y se articula con otras políticas y programas actuales como el Plan Nacional de Desarrollo Económico y Social hasta el 2030, la política para la atención a la dinámica demográfica, el Programa para el adelanto de la mujer, el programa de lucha contra el racismo y la discriminación racial, y el programa de atención a la ruralidad.

Asimismo, toma en cuenta la estrategia para fortalecer el papel integral de la UJC en el presente y el futuro del país y los acuerdos del 10mo. congreso de la Federación Estudiantil Universitaria. También se realizaron estudios comparados en estos temas referentes a la niñez, la adolescencia y las juventudes con 16 países de América Latina y el Caribe que contribuyeron a la elaboración de la nueva norma.

Como problemáticas se identificaron la insuficiencia en los procesos de demanda, formación, distribución y gestión de la fuerza de trabajo calificada debido a las insatisfacciones en el proceso de ubicación laboral y la pérdida del poder adquisitivo de los ingresos; el inicio precoz de las relaciones sexuales; y la baja prioridad a los gustos, intereses y necesidades de niñas, niños, adolescentes y jóvenes a causa de la limitada producción de bienes y servicios.

En la Política se definen 14 objetivos específicos que se relacionan con el estudio de la historia, fomento de los valores patrióticos, acceso equitativo a actividades culturales, acceso y buenas prácticas con el uso de las tecnologías, garantías para una vivienda adecuada, delitos, indisciplinas sociales, estados de vulnerabilidad, inserción laboral y vínculo con la patria de los jóvenes residentes en el exterior.

Su implementación está prevista en dos etapas hasta 2030 y contiene acciones integrales, intersectoriales e interinstitucionales, encaminadas a asegurar que en los entornos donde transcurren las vidas de los niños, niñas, adolescentes y jóvenes existan las condiciones sociales, humanas y materiales que garanticen la promoción y potenciación de su pleno desarrollo, explicó el Vice primer ministro.

Al referirse al Plan de Acción dijo que constituye un mecanismo indispensable para la implementación de la Política, pues define las principales acciones a desarrollar, así como los destinatarios, organismos e instituciones responsables de aplicarla. Dicho plan, detalló, comprende 120 acciones y es una propuesta abierta que se continuará enriqueciendo y un instrumento de trabajo que requerirá monitoreo permanente para su evaluación y cumplimiento.

Al dar lectura al dictamen de la Política, Arelys Santana Bello, presidenta de la comisión de Atención a la Juventud, la Niñez y la Igualdad de Derechos de la Mujer, reconoció las fortalezas de las que se parte y destacó aquellas áreas que requieren de mayor apoyo y trabajo conjunto de todos los sectores que contribuyen al mejoramiento de la calidad de vida de los implicados en la norma.

En tal sentido, se propuso al Parlamento encargar al Gobierno la elaboración de un plan de acción que tenga en cuenta las propuestas derivadas de su análisis e informe dentro de un año sobre los resultados de su implementación a la comisión, y a las instituciones implicadas en desarrollar de manera articulada una amplia estrategia de comunicación social encaminada a explicar a toda nuestra población los contenidos de la Política.

Además, se propuso que las instituciones involucradas en la implementación de esta Política diseñen el sistema de capacitación para la preparación del personal sobre sus contenidos y responsabilidades, y un sistema de evaluación continua de su impacto, para asegurar su aplicación efectiva.

Como ha ratificado el Presidente cubano, a los jóvenes hay que tratarlos como las tan importantes personas que son, un pilar que rige la recién aprobada política. No obstante, durante su intervención, Esteban Lazo Hernández, presidente de la Asamblea Nacional, comentó sobre un tema esencial que esta Política debe atender muy de cerca: el incremento de jóvenes que ni estudian ni trabajan, lo que lleva a una serie de fenómenos en la sociedad.

Texto estratégico

Varios diputados y diputadas, sobre todo jóvenes como Rosalba Quiala Menéndez, intervinieron en el debate que originó la presentación de la Política. Según refirió ella, el texto aprobado es un paso importante para continuar incentivando el interés por la historia y los valores patrios en torno a la unidad y para seguir disfrutando de las libertades y las posibilidades que tienen en este país las nuevas generaciones.

Mientras, la diputada Karla Santana Rodríguez se refirió a que en lo adelante quedan muchos desafíos para alcanzar los resultados que esperamos. Pero creo, dijo, que hoy llegamos a un documento más acabado, porque piensa en ese mejor futuro y se adelanta a los sueños posibles sin que nos guíen falsos triunfalismos.

Karla Santana Rodríguez.

También propuso incluir como uno de los principios orientadores de la Política la participación activa, pues a pesar de ser una idea manifiesta a lo largo del documento, esta incorporación independiente propicia el protagonismo de los niños, niñas, adolescentes y jóvenes como sujetos centrales del proceso revolucionario.

«Resulta un documento de seguridad nacional, porque son los jóvenes los protagonistas de las batallas venideras, del futuro», comentó el diputado Danhiz Díaz Pereira. En la práctica, señaló, siguen existiendo vacíos por llenar en cuanto a la participación de los jóvenes, y la Política en sí ayuda a ir llenándolos progresivamente.

Los tiempos dispuestos para su implementación marcan la urgencia de esta Política, agregó. En otro punto, Díaz Pereira habló sobre la migración, la cual asumimos ya como un proceso natural, pero ahora se incorpora la visión de que migrar no significa que usted rompa lazos con su patria.

La diputada Aylín Nordelo Valdivia expresó que esta Política debe tener un acompañamiento del sistema empresarial y, en específico, las empresas estatales socialistas desempeñan un papel fundamental en el proyecto de vida de nuestros jóvenes. El aporte tiene que ir más allá de lo económico, hacia lo moral y social, integrador. Tenemos la responsabilidad final de proteger a los niños, adolescentes y jóvenes, aseguró.

Muchas veces en los centros y las bases productivas se les ponen frenos a aquellos jóvenes que llegan con nuevas ideas. Ya vemos que, por ejemplo, en el ámbito de la agricultura se van dando cambios en ese sentido, y debe ser el impulso que nos guie ahora, comentó el diputado Yunior Muñoz Manso.

El diputado Julio Emilio Morejón Pérez, presidente de la FEU, habló sobre la excelencia del texto aprobado, el cual fue revisado y presentado también ante el Consejo Nacional de la organización estudiantil recientemente. Además, destacó la importancia de incorporar en él término adolescencia como un proceso de cambio entre la niñez y la juventud.

Julio Emilio Morejón Pérez.

De acuerdo a la socióloga e invitada a la sesión del Parlamento, la Doctora en Ciencias Sociológicas María Isabel Domínguez, los retos del plan de acción están sujetos a un proceso permanente de supervisión, corrección, chequeo y medición, pues esta no puede ser una Política «bonita» que luego ni se implementa ni se cumple, sino una política que tiene implícito en su centro la realidad de nuestras más jóvenes generaciones.

Mientras, la diputada Liliam Mendoza Estrada, directora de la Casa del ALBA cultural, afirmó que en un país con una esperanza de vida tan alta, la juventud debe también extenderse en el tiempo. Por eso propuso considerar para la futura ley la edad que se propone en la Política de 30 años como juventud.

La diputada Yamila González Ferrer consideró que este es un texto estratégico e integral para quienes constituyen el presente y futuro de la nación. Si bien se recogen los deberes a cumplir y los principales problemas para estos grupos de edades, pidió un mayor esclarecimiento en el documento sobre aspectos relacionados con la paz, la conciencia cívica y el cuidado ambiental.

Yamila González Ferrer.

Desde el ámbito jurídico, aclaró, necesitamos una ley específica que refleje la verdadera atención que se les brinda a estos grupos de edades, en correspondencia con los estatutos internacionales. Sin embargo, ya el hecho en sí de aprobar la Política constituye un paso muy importante para ello, ratificó.

La diputada Mariela Castro Espín, directora del Centro Nacional de Educación Sexual, mostró satisfacción por esta Política, ejemplo de responsabilidad ciudadana, que tenemos la obligación de continuar perfeccionando sin pausa. En tal sentido, afirmó que la responsabilidad se educa, pero de una sola vez no siempre sale bien.

Incluso, temas sensibles para estas edades, como la educación sexual, están contenidos en la política. La propia Asamblea tiene que ir monitoreando también estos indicadores, porque hoy abrimos el camino para llegar a otras normas más revolucionarias, explicó la experta.

La diputada Inés María Chapman, vice primera ministra, mencionó elementos importantes para el contexto que estamos viviendo vinculados precisamente con el papel que desempeñan las redes sociales digitales y la necesaria alfabetización cultural que se incluye entre los 14 objetivos de la Política.

De ahí, precisó, la importancia de trasladar el trabajo al espacio físico y digital. Dijo que ya algunas de estas disposiciones expuestas en el documento se están realizando, pero es necesario un trabajo profundo para el rescate de la recreación, con beneficios para los jóvenes.

Queda camino aún

Hacia el final del debate, la diputada Aylín Álvarez García, primera secretaria del Comité Nacional de la UJC, comentó que la Política reafirma la voluntad de nuestro país por el bienestar de las nuevas generaciones de cubanas y cubanos. Además, resaltó que la dirección de la UJC, las organizaciones estudiantiles y movimientos juveniles «hemos participado desde el inicio en la construcción del cuerpo de la Política».

Aylín Álvarez García. Fotos: Maykel Espinosa

Hemos sido testigos, dijo, del desvelo con el que la máxima dirección del Partido, el Estado y el Gobierno han chequeado personalmente todo el proceso y cómo siempre la voz de los principales beneficiados ha sido tenida en cuenta. También reconoció la importancia de la consulta popular juvenil conducida por el Centro de Estudios Sobre la Juventud como ejercicio de genuina participación democrática.

En otro momento de su intervención refirió que era bueno resaltar la incorporación explícita de las adolescencias desde el título de la Política, sabemos que las acciones atendían a este grupo, pero visibilizarlos es ganancia para todos, porque resulta importante que evaluemos directamente lo que sucede con ellos, y les prestemos más atención.

Es este grupo etario, por sus propias barreras difusas de edades, el que requiere de acciones más concretas e impactantes. Los estudios y la práctica cotidiana expresan más incertidumbres entre ellos, más inquietudes y respuestas incompletas. Esta es la edad de las primeras veces, las que marcan para toda la vida, aclaró.

Álvarez García habló sobre el hecho de definir las juventudes hasta los 30 años, lo que implica grandes retos. Sabemos, agregó, que se trata de concentrar los pocos recursos que tenemos en quienes marcarán el futuro del país. Pero como decía, no pocos somos militantes de la UJC y dirigentes de esta con más de 30 años.

En nombre de nuestros jóvenes y ante los principales decisores del país, expresó la necesidad de que la propia población beneficiaria de la Política comience a percibir que el plan de acción se está aplicando. «No podemos permitirnos esperar que esta se convierta en ley, no puede caer en saco roto, en la burocracia, y debe tener una expresión real de su aplicación en el lugar donde están los niños, adolescentes y jóvenes, el centro estudiantil, el laboral, la comunidad. La Política tiene que impactar en la vida de cada uno de ellos».

Igualmente, se refirió a otros asuntos de la Política como la atención a las personas que viven en situación de vulnerabilidad, al tratamiento a la participación para que las nuevas generaciones tomen decisiones y logren edificar lo que desean ser, así como a la responsabilidad otorgada al Ministerio de Educación para conducir la política en su etapa final.

«Urge que su diseño y aplicación concreta llegue a los lugares de alta concentración de estas situaciones, que lleguemos a los jóvenes que no estudian ni trabajan; toquemos a todas y todos los jóvenes con alguna situación de discapacidad; se reconozcan las necesidades de los jóvenes en la ciencia; podamos dotar de sitios y opciones recreativas a las nuevas generaciones; produzcamos bienes y servicios, especialmente confituras y juguetes para nuestros niños», dijo la Primera Secretaria de la UJC, quien convocó a dotar a nuestras juventudes de educación y a impulsar «que su proyecto de vida sea en Cuba y por Cuba».

Juventud Rebelde - Diario de la Juventud Cubana