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¿Participar o no participar?

Estos son tiempos de potenciar que los jóvenes sientan su valía, su fuerza, que sus criterios sean tenidos en cuenta. Se trata de una responsabilidad que debe encarar también la UJC como organización que los representa

Autor:

Yuniel Labacena Romero

Con estos jóvenes de Cuba y de su tiempo, con sus pelados y costumbres, con sus tatuajes, con su música y bailes, con su alegría contagiosa se puede contar, y ejemplos sobran de su participación en la vida económica y social del país de cada territorio. Lo aseguró el joven profesor Alejandro Batista Martínez, director del preuniversitario Comandante Ernesto Che Guevara, del municipio artemiseño de Caimito.

Sus palabras en la asamblea de balance del 12mo. Congreso de la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC) de este territorio encontraron resonancia entre los delegados e invitados a la cita, pues se trata de un grupo muy heterogéneo, diverso, amplio…, cuyas particularidades hay que aprovechar. Lo hecho en estos años difíciles invalida el criterio de que las nuevas generaciones no tienen ganas de hacer, como algunos opinan.

Entonces, se habló de las jornadas productivas con rostro joven, del enfrentamiento a la pandemia de la COVID-19, de la solidaridad ante los embates de la naturaleza, del aporte en los barrios en transformación… ¿Quiénes hemos estado en esos lugares? «Nosotros», dijo sin titubeos otro de los delegados, quien también dejó claro «que todavía falta que más muchachos se sumen a estas tareas y lo hagan por convicción, no para cumplir y ya».

Camila Hernández Díaz, presidenta de la Federación de Estudiantes de la Enseñanza Media en Caimito, y Wendy Pérez González, trabajadora de la Empresa Eléctrica en ese territorio, consideraron que ante esas realidades las organizaciones deben trabajar más unidas, explicar con argumentos sólidos, vincularse más con la base, así como conocer las inquietudes e intereses de sus miembros, pues eso ayuda a que se sientan motivados.

Con esa línea de pensamiento coincidía, aunque a varios kilómetros de distancia, Leydi Marian Hernández, secretaria general del comité de base del Consejo de la Administración en Nueva Paz, Mayabeque, quien aseguró «que los jóvenes de hoy no somos iguales a los de años atrás; sin embargo, estamos dispuestos a hacer por Cuba, pero hay que conversar con ellos, prepararlos y asignarles tareas».

Un ejemplo es el comité de base que dirige en ese mismo territorio Rony Aguiar Alemán, en la Empresa Cárnica. Precisamente, él refirió que gracias al trabajo innovador de los más nuevos su entidad alcanza resultados. «¿Por qué? A pesar del tiempo laboral logramos que nuestra UJC funcione, es en ella donde atendemos las preocupaciones de los jóvenes, con su vida profesional, el salario, las condiciones para trabajar, para recrearse…

«Tenemos que potenciar que los jóvenes sientan su valía, su fuerza, que sus criterios sean tenidos en cuenta. Y eso es responsabilidad de quienes dirigimos, no es lo mismo jefes que
líderes y estos últimos nos faltan en muchos lugares para motivar, para hacer mejor las cosas», señaló.

Yolexis Barrera Espinosa defendió la idea de que «en estos tiempos hay que discutir los problemas sin estar esperando orientaciones de arriba. Cada comité de base debe adaptar su funcionamiento a los jóvenes que agrupa, a su contexto, a la labor que desarrolla el centro de estudio o de trabajo», señaló.

Tenemos que renovarnos, no solo por modernidad, sino también por necesidad. Y esa frase de Aylín Álvarez García, primera secretaria del Comité Nacional de la UJC, resumió el espíritu de los análisis en ambas asambleas municipales del 12mo. Congreso, quien reconoció que «a veces hacemos reuniones por cumplir y no discutimos lo que realmente ocupa a nuestros jóvenes».

Agregó que el comité de base tiene que ser útil y dinámico, funcionar y bien, pues es lo que más se asemeja a un grupo de amigos, a sus encuentros, a los que tenemos intereses comunes. «No podemos dejar que nos arrastre la apatía, el formalismo, la burocracia y los estereotipos…».

A tono con el debate de elevar la participación juvenil en el logro de una mayor integración social y en la búsqueda de soluciones a sus principales problemas, Álvarez García aseveró que si algo desvela a la organización es precisamente la atención a las juventudes y, por tanto, se trabaja en cambiar sistemas de trabajo, promover acciones y emprender propuestas nuevas que lleguen a todos. 

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