Juventud Rebelde - Diario de la Juventud Cubana

Homenaje a un gigante en escala menor

El evento José Martí, la ecología y las artes volvió a reunir a exponentes del arte en miniatura de casi todo el país

Autor:

Lisandra Gómez Guerra

SANCTI SPÍRITUS.— Cuando María Manuela Rodríguez escuchó, ya hace algunos años, que en La Habana habían mancillado unos bustos de José Martí sintió que el corazón se le paralizó. Desde niña admira y quiere profundamente a quien le regaló dos de sus más preciados tesoros: Versos sencillos y La Edad de Oro.

«Fue cuando se me ocurrió la idea de crear mi proyecto Tablado de corazones. Reuní tabletas de paleticas de helado, unos fragmentos de cartón en los que coloqué frases martianas y ahí empezamos a pintar», rememora sus primeros encuentros en la galería de arte Oscar Fernández Morera, de Sancti Spíritus, donde niños y niñas descubren mediante los colores y pinceles al Apóstol.

Amar a nuestros semejantes, a la familia y la naturaleza es el tema más recurrente en las enseñanzas de la longeva yayabera, quien defiende lo naif y también incursiona en el arte en miniatura. Justamente, esa última modalidad de las artes visuales la convocó a un encuentro expositivo y de creación in situ.

«El evento José Martí, la ecología y las artes, auspiciado por la filial espirituana de la Sociedad Cultural es lo que siempre espero cuando llega enero. En este mes de evocación a nuestro Héroe Nacional por el aniversario de su nacimiento nos encontramos para presentar nuestras obras».

Fue así que llegó hasta los pies de la Casa de la Guayabera, en una de las márgenes del legendario río Yayabo, junto a Diago Alfredo Martínez Santiesteban, uno de los participantes más jóvenes del evento, que además de propiciar el espacio de la pintada in situ programó talleres, exposiciones colaterales y el salón con la entrega de los premios.

«Me gusta mucho pintar y con María Manuela he aprendido a querer a nuestro Héroe Nacional. Él, además de luchar por la independencia de Cuba amó mucho a los niños», considera el adolescente de 12 años, quien en una pequeña tablita dejó la huella del desafiante puente de cinco arcadas sobre el Yayabo.

Escala diminuta

Sancti Spíritus tiene un fuerte movimiento creativo del arte en miniatura. Fue ese el motivo impulsor para que, cuando en la filial de la Sociedad Cultural José Martí se pensó en cómo acercar al Apóstol de una forma diferente a los públicos, se diseñara la convocatoria para lograrlo mediante la interpretación de los amantes de la creación en escalas diminutas.

Edición a edición plantó raíces y es hoy uno de los espacios de su tipo más consolidados en Cuba. Incluso, es el único que tiene como leitmotiv el homenaje al Apóstol.

«La magia que se ha cosechado aquí atrae a los artistas y cuando hablamos en cualquier provincia del evento de Sancti Spíritus se siente una inmensa emoción. Si no llegan físicamente, envían sus obras, las cuales están cargadas de sentimientos», opina José A. Naranjo, creador tunero, quien ha perdido la cuenta de las veces que ha asistido.

La cienfueguera Ana Teresa Guillemí es otro de los rostros frecuentes en el evento José Martí, la ecología y las artes. Tanto en la escritura como en los trazos en menor escala están vivos el legado del Apóstol.

«Es una de las figuras más grandes del país. Tanto su vida como su obra resultan motivos de inspiración para cualquier artista comprometido con el bien del resto de las personas. Es ese el mejor homenaje, por eso nos rencontramos aquí y seguimos trabajando».

Basta que la convocatoria circule por la geografía provincial como nacional para que las paredes de la sede de la filial espirituana de la Sociedad Cultural no alcancen para mostrar las obras. Desde diferentes puntos del país llegan pinturas, grabados, fotografías, manualidades y esculturas. Justamente, en esta, su 17ma. edición, llamó la atención la presencia de menores de edad como Diego A. Echemendía con solo siete años.

«La calidad siempre impresiona. Confirma que el movimiento del arte en miniatura en Cuba avanza y, sobre todo, que suma a las nuevas generaciones», acota Ana Teresa.

De ahí que una de las sedes de las exposiciones colaterales Miniaturas por siempre se cobija en la Casa del Joven Creador, de Sancti Spíritus.

«Confluyen allí diferentes técnicas, puntos de vista. No podía tener mejor espacio porque la juventud no es relevo, sino es presente de nuestra cultura. Quienes nos acompañan hoy son la evidencia de la continuidad. Nosotros los de mayor edad los contemplamos y con orgullo», concluyó José A. Naranjo.

Más que en el evento José Martí, la ecología y las artes, se ha convertido en un acontecimiento cultural que trasciende Sancti Spíritus, y es tradición e invita cada año a evocar a nuestro Héroe Nacional mediante la inspiración artística de quienes gustan del arte en miniatura.

Comparte esta noticia

Enviar por E-mail

  • Los comentarios deben basarse en el respeto a los criterios.
  • No se admitirán ofensas, frases vulgares, ni palabras obscenas.
  • Nos reservamos el derecho de no publicar los que incumplan con las normas de este sitio.