Con talento, humildad y una energía arrolladora, Diego y Fabio Abreu son la prueba viviente de que el jazz cubano sigue vivo Autor: Juventud Rebelde Publicado: 05/08/2025 | 06:46 pm
DENTRO del panorama musical cubano emergen con fuerza y talento los hermanos Diego y Fabio Abreu González, dos jóvenes prodigios que, con apenas 17 y 19 años, respectivamente, han logrado consolidarse como figuras imprescindibles del jazz contemporáneo en la Isla. Su más reciente trabajo discográfico, Tributos: Jazzeando a lo cubano, grabado en vivo en el emblemático Teatro Martí durante el evento Cubadisco 2024, es un testimonio artístico que refleja no solo su virtuosismo técnico, sino también su profunda conexión con las raíces de la música cubana y su capacidad para reinventarlas desde la frescura de su juventud.
Un legado familiar convertido en arte
Nacidos en el seno de una familia con una sólida tradición musical —su padre, Yaroldy Abreu, es uno de los percusionistas más reconocidos a nivel internacional; y su madre, Neris González Bello, una destacada musicóloga y gestora cultural—, Diego y Fabio crecieron inmersos en un ambiente donde los ritmos sincopados y las improvisaciones eran parte de su cotidianidad. Desde muy pequeños, mostraron una inclinación natural hacia la música: Diego hacia el piano y la composición, y Fabio hacia la batería y la percusión. Su formación académica en el Conservatorio Amadeo Roldán, donde integran la Jazz Band, ha sido fundamental para pulir su talento, pero son su curiosidad y audacia creativa lo que los distingue.
Jazzeando a lo cubano: un homenaje con sello propio
El disco Tributos: Jazzeando a lo cubano es un proyecto ambicioso que rinde homenaje a grandes figuras de la música cubana y universal, reinterpretando clásicos y presentando composiciones originales. Con un repertorio de 12 temas, el álbum transita por el jazz latino, el ragtime, el swing, la timba, el danzón y hasta el funk, demostrando su versatilidad y dominio de múltiples géneros.
Entre las piezas, destacan Papá en la luna, Rastros etéreos y Afrunk, composiciones originales de Diego que revelan su madurez como creador. Además, Lo feo (de Teresita Fernández) y Seis semanas (de César «Pupy» Pedroso), reinventadas con arreglos de jazz fusión y swing, respectivamente. Asimismo, Take the A Train (de Billy Strayhorn), transformada en un danzón, un guiño audaz que fusiona lo tradicional con lo contemporáneo.
El concierto en el Teatro Martí contó con la participación de luminarias de la música cubana, como Germán Velazco, Alain Pérez, Beatriz Márquez y Orlando «Maraca» Valle, entre otros, lo que añadió un valor multigeneracional al proyecto.
La esencia de su propuesta: jazz, tradición y libertad
Lo más notable de Los Hermanos Abreu es su capacidad para equilibrar el respeto por la tradición con una visión innovadora. Su música no es una mera reproducción de lo establecido, sino un diálogo constante con la historia, donde cada nota y cada ritmo están cargados de emoción y sentido.
Su actuación en el Jazz Plaza, su participación en festivales internacionales y su incursión en proyectos como La Cruzada o colaboraciones con artistas como Big Freedia y Afra Kane, demuestran que su proyección trasciende fronteras.
El futuro del jazz cubano tiene nombre
Los Hermanos Abreu no solo son herederos de un legado, sino también creadores de un camino propio. Jazzeando a lo cubano es solo el inicio de una carrera prometedora que, sin duda, dejará huella en la historia de la música cubana.
Con talento, humildad y una energía arrolladora, Diego y Fabio Abreu son la prueba viviente de que el jazz cubano sigue vivo, vibrante y en constante evolución.