En Cuba existe la voluntad política de garantizar el adecuado desarrollo y bienestar de la infancia. Autor: http://www.radio26.cu Publicado: 05/06/2025 | 01:14 pm
Adolescer por las infancias y las adolescencias es un evento académico creado y gestionado por el proyecto Escaramujo desde el año 2015. Tiene una frecuencia anual y tradicionalmente reúne a especialistas, investigadores, estudiantes y profesores universitarios, educadores populares, actores comunitarios y diversas personas dedicadas al trabajo para y con las infancias y las adolescencias, en Cuba y también en América Latina.
Rodolfo Romero Reyes, fundador y coordinador del proyecto Escaramujo y presidente del Comité Organizador del evento, reconoce que ha sido un espacio de crecimiento profesional y también de articulación muy grande. Este año transcurrirá del 5 al l7 de junio en modalidad híbrida.
«El evento fue una iniciativa de un grupo de estudiantes vinculados a Escaramujo, que llevaba cinco años en ese momento. Pensaron y soñaron ese primer encuentro como un espacio de intercambio académico e invitaron un grupo de investigadores y especialistas, pero era pensado sobre todo para los mismos integrantes del proyecto, prácticamente. Después fue creciendo y ya vamos por 11 ediciones.
«Este año trabajaremos físicamente en el Centro de Memoria Martin Luther King, a la par de mantener la modalidad en línea a través de un grupo de Whastapp ya creado, pues con ese formato hemos trabajado en las últimas ediciones y ha sido muy gratificante ver cuánto ha crecido la participación nacional e incluso foránea.
«El tema medular de esta edición versa sobre las prácticas participativas en proyectos con niñas, niños y adolescentes. Vienen experiencias de diferentes provincias que tienen la participación y la metodología participativa como una constante en su propuesta de transformación, y así es como estamos pensando el espacio también para las personas que trabajarán en el espacio virtual.
«En el espacio presencial realizaremos la modalidad de taller con una variante el primer día que habitualmente denominamos feria de experiencias, con fotografías, textos y videos; luego valoraremos los recursos metodológicos con que trabaja cada experiencia, los principales logros que han obtenido, los principales aprendizajes y también los principales desafíos de cara a los próximos años.
«Paneles, debates teóricos e intercambios propiciarán que el tercer día trabajemos en acciones concretas con formas de articularnos que nos permitan trazar una ruta, una plataforma para el trabajo con las infancias y las adolescencias desde los diferentes territorios que van a estar representados en el evento».
—¿Contarán con adolescentes como participantes?
—Desde la primera edición intentamos que los adolescentes estén presentes, porque no tiene mucho sentido dialogar sobre ellos sin que estuvieran también en el espacio. En la primera experiencia en la Facultad de Comunicación de la Universidad de La Habana se proyectaron audiovisuales hechos por adolescentes para público adolescente en un espacio colateral del evento.
«En la segunda edición, en la Facultad de Sicología participaron algunos adolescentes que habían egresado de experiencias de transformación del Proyecto Escaramujo, quienes contaron su experiencia. En la tercera edición, en la Universidad Oriente, en Santiago de Cuba, uno de los paneles del evento tenía a adolescentes entre los panelistas. Fue muy interesante, y así hemos mantenido este espacio tradicional con los adolescentes.
«Desde hace tres años, aproximadamente, el Proyecto Escaramujo se unió a Unicef Cuba en la organización del evento y eso nos ha traído una fortaleza, no solamente desde el punto de vista de acompañamiento, sino también porque nos ha permitido pensar el espacio con una mayor presencia de adolescentes. Gracias a esta alianza hemos dialogado con ellos sobre el tema de la violencia escolar, el bullying. Los niveles de reflexión que alcanzaron, la manera en que se integraron como grupo sin conocerse, nos mostró una dinámica muy enriquecedora.
«Este año nos propusimos hacer algo más ambicioso. Van a estar alrededor de 70 participantes, y de ellos 24 o 25 adolescentes. En la primera etapa compartirán con adultos su visión de los proyectos en los que participan, la metodología que utilizan para hacer la experiencia más participativa. El segundo día estarán por subgrupos, junto a especialistas, universitarios y educadores populares.
«En esa jornada de debate y discusión sobre varios temas que les conciernen, propiciaremos hablar del nuevo Código de niñez, adolescencia y juventud, del proceso de consulta que culmina y los aprendizajes que ha tenido ese proceso de consulta de cara a lo que va a ser el proyecto. Presentaremos un debate de lo que significa crecer en derechos y de lo que significa la educación en derechos.
«Además del programa pensado para estos tres días, tenemos un grupo de actividades colaterales, concentradas sobre todo en las noches y en las tardes. En la primera noche, por ejemplo, vamos a tener un intercambio generacional de música, para compartir músicas representativas de sus adolescencias y sus vivencias infantojuveniles, y al mismo tiempo los adultos van a devolverle ese intercambio musical con canciones representativas de su tiempo de adolescencia. Estamos preparando una noche de canciones bastante emotiva; creemos que va a ser un espacio muy místico y muy entretenido.
«La segunda jornada incluye la presentación de varios productos comunicativos, tendremos la premier del podcast de La Rosa y el Mar, elaborado por estudiantes universitarios de 1er. año de las facultades de Comunicación y Sicología, que además se presenta como tesis de licenciatura este año.
«También queremos presentar la revista por los 15 años del proyecto Escaramujo y un documental del joven realizador Claudio Peláez Sordo titulado El viaje continúa, y se presentará un número especial de la revista Pionero, cuya peculiaridad es haber sido concebido por un grupo de adolescentes a partir de un taller de periodismo adolescente, auspiciado y convocado por la Casa Editora Abril y el proyecto Escaramujo».
—¿Cuáles son las expectativas este año?
—Primero, esperamos contar con todos los participantes que así lo han deseado en cualquiera de las variantes de la modalidad híbrida. Segundo, que cada uno aprenda del otro, que podamos intercambiar, conocernos, articularnos… y yo creo que lo tercero es que sirva como punto de partida para trazarnos un plan de acción que involucre a infantes y adolescentes en los próximos 12 meses y, por supuesto, para eso contamos no solo con el proyecto, sino también con el Centro de Memorias Martin Luther King y Unicef Cuba, para recoger los frutos que esta articulación nos va dejando.
«Para nosotros es fundamental seguir poniendo todo nuestro empeño, sacrificio y ganas de hacer y transformar en la infancia y la adolescencia. Llevamos 15 años trabajando por eso, es la manera en que muchos de los jóvenes llegan a nuestro proyecto y nos da mucha satisfacción saber que, pese a las difíciles circunstancias económicas que vive el país, hay estudiantes que dedican parte de su tiempo a trabajar por otros y para otros. Eso dice mucho de la calidad humana de los universitarios cubanos y de esa vocación de servir que nos ha caracterizado siempre.
«Además, Adolescer no es solo el espacio para los universitarios, aunque se creó en la universidad. Hoy convoca a muchos especialistas e investigadores de diferentes áreas de nuestro tejido social, y creo que poner a dialogar a todas esas personas para pensar en un futuro mejor para la infancia y la adolescencia es también cumplir con ese precepto martiano de que venimos a la Tierra con el derecho de educarnos, y a la vez, en pago, contribuir a la educación de los demás.
«Creo que estamos apostando por eso, por una educación más inclusiva, por una educación en derechos, por una educación más integral y ese es nuestro modesto aporte», afirmó Romero Reyes.