Juventud Rebelde - Diario de la Juventud Cubana

Ágora, esencia y sentido de nuestra diplomacia

No hay nada más parecido a la realidad, a los debates de la ONU y los estándares globales que Ágora. Al menos eso responde cada estudiante del ISRI cuando le preguntas por su modelo de Naciones Unidas

 

Autor:

Raciel Guanche Ledesma

 

Se imaginan que un grupo de estudiantes universitario sean los protagonistas de debates en política internacional «al estilo de la ONU». Pues sí, existe, y no solo como un proyecto pasajero, si no ya consolidado en el tiempo.

Tanto es así que varios centros de altos estudios en el país desarrollan desde hace algunos años su propio «modelo de las Naciones Unidas». Sin embargo, solo dos de ellos tienen carácter internacional y han ganado un prestigio notable: HAVMUN, en la Universidad de La Habana, y Ágora, en el Instituto Superior del Relaciones Internacionales (ISRI) «Raúl Roa».

Ambos atraen, convocan y cautivan a gran número de estudiantes dentro de los campus universitarios. Eso se podrá comprobar, incluso, desde hoy, con el comienzo de la edición 13 de Ágora.

No hay nada más parecido a la realidad, a los debates de la ONU y los estándares globales que Ágora. Al menos eso responde cada estudiante del ISRI cuando le preguntas por su modelo de Naciones Unidas. Ciertamente, sientes orgullo de él, les marca generación tras generación.

Y es lógico que así sea porque, lo que partió como una necesidad educativa, se ha consolidado, además, luego de 12 ediciones, como un ejercicio para confraternizar y aprender desde lo colectivo.

Algunos prefieren llamarle como una especie de simulación de la realidad, pero, en la práctica anual, este modelo ha servido de herramienta clave en la formación integral de nuestros futuros embajadores de la diplomacia revolucionaria.

Es un ejercicio que se dice fácil, explica Jean Carlos Osorio Abad, quien cursa el 4to año de la carrera en el ISRI, y cuando lo llevas a la práctica resulta muy dinámico y retador, porque cada delegado que representa a una nación debe defender con base su criterio.

Sin embargo, para ello necesita conocer a fondo la postura internacional del país que va a representar, como también la de las naciones que intervengan en los debates. «Mentalmente prepara mucho para enriquecer los análisis. Es como si estuviéramos realmente en las Naciones Unidas u otro foro multilateral de gran impacto», reconoce Jean Carlos.

En todo este proceso, dice, aprendes más de las culturas, de las maneras de actuar de determinados países; lo mismo puedes intercambiar sobre temas aparentemente simples que se complejizan, sobre conflictos internacionales, o propuestas difíciles y temas de negociaciones.

Justo por eso, Amalia del Carmen Sánchez León, otra de las estudiantes del ISRI, considera este modelo con un rigor mayor. «Ágora funciona tal cual las Naciones Unidas y el nivel de exigencia es elevado», explica.

Dentro de este ejercicio, recuerda la joven, hay que aprender a escuchar y esperar tu turno de intervención para, en ese instante, mostrar tu postura. «Esto es prácticamente la base de las relaciones internacionales, ser oportunos y precisos», agrega. Así se forman a fondo la diplomacia antillana y, en Ágora, modelan cada paso y palabra que alzarán mañana como voz protagónica su tierra en el exterior.

Comparte esta noticia

Enviar por E-mail

  • Los comentarios deben basarse en el respeto a los criterios.
  • No se admitirán ofensas, frases vulgares, ni palabras obscenas.
  • Nos reservamos el derecho de no publicar los que incumplan con las normas de este sitio.