Juventud Rebelde - Diario de la Juventud Cubana

El nuevo charanguero lleva la cubanía en las venas

Elier Elías Trevejo Santamaría, integrante de la Charanga Latina, tiene solo 20 años, pero acumula un gran número de colaboraciones con orquestas populares cubanas

La música cubana le corre como sangre por las venas. Es de los que ven a un grupo tocar y se sube al escenario -como él dice- a «calentar». A sus 20 años ha trabajado en casi una treintena de agrupaciones musicales de la Isla. El nuevo integrante de la Charanga Latina, además de ser un joven talentoso, es sencillo, carismático y como todo artista consagrado posee una ardua carrera académica-profesional.

Chamakito Music es el nombre artístico del joven, quien asegura que proviene de su apodo durante la enseñanza Secundaria Básica. Desde los 15 años el bajista se ha desempeñado en casi treinta grupos cubanos y ha compartido con reconocidos músicos y agrupaciones como Maykel Blanco y su Salsa Mayor, el Noro y 1ra. Clase, Manolito Simonet y su Trabuco, Maichel Blanco y Combinación Cubana, Haila María Mompié, Pupy y los que Son Son y se sumó a la Charanga Latina recientemente.

Aunque Elier Elías Trevejo se interesó por la música a una temprana edad mientras escuchaba cantar a su madre en el coro de una Iglesia, posteriormente lo que lleva de timbero saldría a relucir. «De pequeño en la casa cogía unas latas, unos pozuelos y dos lápices y empezaba a tocar imitando una batería. Me pasaba horas ahí dando palo hasta por gusto».

El artista ha compartido escenario con importantes agrupaciones cubanas como Pupy y los que Son Son. Foto: cortesía del entrevistado

El egresado del Conservatorio Amadeo Roldán se desempeña en varios instrumentos como el bajo eléctrico, el piano, el baby bass y el teclado, pero se graduó de la especialidad de contrabajo: «Hice las pruebas para entrar a la Escuela Elemental Manuel Saumell prácticamente por seguirle la rima a mis primos que también se iban a presentar. Para mi sorpresa fui aprobado e ingresé en la especialidad de contrabajo. No conocía el instrumento, el cual era de los más difíciles y los menos estudiados entre los niños, pero me seguí esforzando y aprendí a tocarlo.

«Allí estuve hasta el noveno grado. Luego hice los exámenes para ingresar en el Amadeo Roldán, donde tuve una excelente preparación y me vinculé a mi primer grupo musical.

«Actualmente incursiono en otros instrumentos, cuya preparación y estudio fue autogestionado. Soy de los que piensa que la “escuela de la vida” es una de las cosas más importantes para un músico. Hay personas que estudian afanosamente la teoría, pero acuden a mí para que los guíe porque les falta práctica. La academia te enseña una base y las técnicas, pero el ejercicio diario te da la verdadera preparación para desempeñarte profesionalmente.

«Para ser sincero, a mí no me gustaba estudiar lo teórico; faltaba a la escuela para tocar en algún lugar o participar en los ensayos de agrupaciones. Agradezco mi preparación al maestro Alejandro Salvá, de la Escuela Elemental de Música Manuel Saumell, quien impartía clases de saxofón y era tecladista del grupo de Haila. Él me enseñó cómo era la vida real del músico, me llevaba a los ensayos de la cantante y me ponía a tocar con él».

Se considera un atrevido musicalmente hablando: «Veo un grupo tocando y no estoy conforme hasta que me subo al escenario con ellos. Cuando cursaba la secundaria lo hice en un concierto de Pupy y Los que Son Son, con Haila en varias ocasiones lo he hecho y con Klímax de Giraldo Piloto. ¡Yo me subo, soy “fresco” así!».

La Charanga Latina es para Elier su segunda casa. «Es una agrupación que siempre he admirado. El director, Enrique Álvarez, me entrevistó, me hizo las pruebas y a partir de ahí comencé a formar parte de su grupo. He aprendido muchísimas cosas que no dominaba. El equipo es superprofesional, con un talento enorme y son excelentes personas. Aunque todavía soy muy joven y pienso que me falta mucho para llegar a compararme con músicos de su calibre, los integrantes de la Charanga me respetan como a un músico más de ellos. Somos una familia».

Aunque le gusta escuchar clásicos, la música popular cubana es lo que motiva verdaderamente al talentoso habanero. Los antecedentes de este interés musical vienen dados por la estancia del joven artista en la provincia de Las Tunas durante seis meses, mientras cursaba el séptimo grado. Allí se desempeñó como bajista de una agrupación de música popular que le inculcó este amor por lo autóctono y lo cubano.

«Muchas personas se gradúan y no saben interpretar géneros que nacieron en Cuba. ¿Cómo se entiende que un cubano no sepa tocar música de su país?».

El timbero por naturaleza se considera un fan de este género musical: «Cuando oigo esta música siento algo que me impulsa a ir a donde esté. Lo llevo en la sangre. Me gusta “calentar el ambiente”, es decir, que las personas bailen y se sientan bien con la música que hago. Para mí la timba es una fiesta. Es algo que no se puede explicar demasiado, solo sentir».

Aunque ha colaborado con varios cantantes cubanos del género urbano, Elier piensa que debe cambiar la manera en la que se conciben las letras del reguetón actual y aboga porque no predominen las ofensas a la mujer y se eliminen obscenidades en el lenguaje.

La vida de un músico siempre es consagrada. Mientras los niños de su edad jugaban bolas y fútbol, el joven estudiaba los instrumentos musicales. Cuando otros estudiantes se iban a sus casas luego de terminar las clases, él se quedaba a tocar piano -uno de los instrumentos que adora-, pues no poseía uno propio.

«No es fácil estudiar una carrera musical porque además de las asignaturas que normalmente se dan en una escuela común, nosotros debemos dar muchas otras relacionadas con este ámbito. Es una profesión hermosa, que da oportunidades de compartir espacios con grandes músicos. A los jóvenes que empiezan les aconsejo que aprovechen su tiempo como estudiantes porque después los “coge el tren” cuando empiecen a trabajar. Nunca se rindan. El camino es largo, yo diría que nunca tiene un final, pero el fruto es maravilloso».

 

Comparte esta noticia

Enviar por E-mail

  • Los comentarios deben basarse en el respeto a los criterios.
  • No se admitirán ofensas, frases vulgares, ni palabras obscenas.
  • Nos reservamos el derecho de no publicar los que incumplan con las normas de este sitio.