Juventud Rebelde - Diario de la Juventud Cubana

El extraño caso que viene al caso

En tono infantil y de adultos, el Teatro Guiñol de Holguín retomó la cotidianidad de casi medio siglo sobre las tablas

Autor:

Nelson Rodríguez Roque

HOLGUÍN.— A primera lectura El extraño caso de los espectadores que asesinaron a los títeres supone para cualquiera el atisbo de una historia de horror y misterio, con visos detectivescos, crónica roja y final impensado. Pero en su transitar van cayendo máscaras y eliminándose asperezas hasta dejarse ver un relato burlesco de compañías itinerantes, en la Italia en gestación o la Cuba de nuestros días.

El extraño caso de los espectadores que…, texto de la autoría del holguinero Salvador Lemis (radicado en México hace varias décadas), se lleva a escena con buena acogida de público infantil y general, en la sala principal del teatro Comandante Eddy Suñol y otros espacios, bajo la dirección artística y general de Karelia Fernández.

Lemis fue por segunda vez referencia para el Teatro Guiñol de Holguín, dado que su título Galápago, de corte medioambiental, se presentó anteriormente en la provincia.

Para el Guiñol holguinero, cuyos integrantes se entregaron, hasta días previos al estreno, al diseño de personajes, concepción visual y puesta en escena, significó, en esta etapa de retornos y rencuentros, la vuelta presencial a las tablas, inmersa en la Comedia Dell’Arte, adaptada desde lo contemporáneo.

Más de dos años después

La joven directora de la compañía y actriz, Karelia Fernández, como sus compañeros, aguardaba por ese momento desde que se reunieron hace más de dos años y realizaron el trabajo de mesa: «La obra se desarrolla en un tono infantil y de adultos, como homenaje a los titiriteros de Cuba, que han dedicado su vida al teatro de muñecos. Se compone de varias técnicas: danza, música, acrobacias, malabares, manipulación de títeres, máscaras, pantomima...

«Y la desempeñan dos elencos, en cuatro personajes. Atrezzo y escenografía fueron aspectos muy complejos, diseñados por Karell Maldonado, los cuales fuimos puliendo en la fase de producción; y él recurrió al papel maché y no a la tela tradicional utilizada en el Guiñol holguinero. Yunior Rodríguez, con su música original, equilibró lo típico de la Comedia Dell’Arte y lo actual, sin descuidar el matiz infantil».

Cuando exploraron el texto de Lemis, en el Guiñol se dieron cuenta de que no era propiamente para niños, por las temáticas profundas abordadas. «Aunque también el título ha dado mucho de qué hablar, en el transcurso de la puesta en escena te percatas de que nadie mata a nadie y prevalece el amor sublime y empoderante. Holguín tiene que estar orgulloso de Salvador Lemis, gran dramaturgo que sabe captar esencias, y en El extraño caso de los espectadores que… apela a la jocosidad y el humor negro, dando en el punto exacto», remarca Karelia Fernández. 

Experimentada en las vertientes de telones y juegos de luces, María de los Ángeles Rodríguez, asesora teatral, expone la naturaleza de la obra: «Es una farsa fársica para títeres farsantes, a disfrutar por toda la familia, por aquello de que en sus orígenes el títere no tenía un destinatario específico. Solo técnica, destreza y pasión por parte de sus hacedores. Comparten protagonismo actores y muñecos, las mascaradas propias del grotesco, la pantomima y demás guiños del arte circense, y la música original y la belleza espectacular a que el diseñador Karell Maldonado nos ha acostumbrado.

«Constituye un gran regalo que trae de nuevo a la compañía después del confinamiento, y cuando se cumple medio siglo de su profesionalización. Karelia Fernández emplea el divertimento, al desarrollarse el teatro de títeres a la usanza de la Comedia Dell’Arte».

Aplausos bien ganados

Anika Sánchez, actriz de 32 años de edad, representa a IlDottore, reconocido desde el siglo XVI entre los personajes fetiches de aquellas carnavalescas y renacentistas funciones, en que había que andar fino para espantar el dedo acusador de la herejía y ganarse la vida en un oficio en el que la improvisación galopaba a sus anchas inicialmente. «Aquí han incursionado jóvenes actores provenientes de la formación profesional y empírica. Desde el prestreno, como suele suceder, todos hemos ayudado, tanto en la sala como en otras actividades de apoyo, porque aspirábamos a que se viera el resultado».

Uno de los Burattinos, el protector de la avasallada Fiorinetta en El extraño caso de los espectadores que…, el joven Mario Sergio Peralta, apunta: «Burattino, de una edad entre siete y 11 años, la quiere como amiga, porque fueron criados juntos. Y ese amor lo defiende a capa y espada frente a la maldad. Y luego eso se transforma en inmensa ternura. Las técnicas de manipulación me sirvieron para superarme, pues ahora desempeñamos varias en un mismo espectáculo. Decidimos traer roles novedosos y reutilizar otros, por ejemplo, el del títere de guante, que se había hecho antes, pero no con tanto rigor».

Spettatore, en el bando villano de principio a fin, es encarnado por Leandro Peña, quien refiere: «Volvimos a prepararnos sicológica y físicamente para estar ante el público. Necesitábamos una continuidad actoral, a partir de la interpretación de personajes, y Spettatore me dio la oportunidad. Es alguien negativo, pero trato de desbordar toda mi energía en la actuación, para que llegue a la familia completa el mensaje. Ensayamos durante algún tiempo al 50 por ciento de aforo de nuestra sede, por razones sanitarias, aunque los elencos después, en conjunto, buscamos uniformidad y retroalimentación».

Sin tregua, pero sin sangre, echando por tierra apariencias y extrañando, en próximas semanas seguirán sobre el escenario los flechados Burattino y Fiorinetta contra Spettatore e IlDottore, de la mano del Guiñol de Holguín, una compañía que en mayo último acumuló medio siglo de hacer entre guiños, marionetas y muñecos, y aplausos muy bien ganados.

Comparte esta noticia

Enviar por E-mail

  • Los comentarios deben basarse en el respeto a los criterios.
  • No se admitirán ofensas, frases vulgares, ni palabras obscenas.
  • Nos reservamos el derecho de no publicar los que incumplan con las normas de este sitio.