Ethiel Failde, flautista, arreglista, compositor y director de la Orquesta que lleva el nombre del creador del danzón en el siglo XIX, Miguel Failde. Autor: Cortesía del entrevistado Publicado: 01/11/2025 | 05:02 pm
Matancero, astrológicamente Escorpión, un poco despistado, empedernido tomador de té y café y, si él mismo se sigue describiendo, cubanamente imperfecto y con los primeros indicios de escasez capilar. Sin embargo, queda más por decir de este carismático artista, con una de las más genuinas sonrisas de nuestra cultura…
Tataranieto del creador del danzón en el siglo XIX, Miguel Failde, flautista, arreglista, compositor y director de la Orquesta que lleva el nombre de su antecesor, Ethiel Failde defiende a capa y espada y contra cualquier molino de viento —o similares obstáculos— el legado musical de un género que, aún declarado como baile nacional, no es cuidado o atendido como debiera, según considera.
A la par, atesora experiencias como presidente y creador del Encuentro Internacional Danzonero Miguel Failde In Memoriam, y como gestor y conductor en programas televisivos y radiales. Es acreedor de varios premios y nominaciones.
Justamente ahora, cuando el álbum Caminando piango piango está nominado a los Premios Grammy Latinos, recordamos sus dos anteriores nominaciones al mismo certamen: Failde con Tumbao y Danzoneando (En Vivo desde Matanzas), este último Premio al Mejor Álbum Tradicional Variado en Cubadisco 2024. Es el pretexto para conversar con Ethiel, quien accede con gusto…
—Por tercera vez, reciben la buena noticia de una nominación a los Premios Grammy Latinos…
—Sí, es la tercera nominación, y no creo mucho en que a la tercera va la vencida porque nos sentimos premiados desde aquel primer notición en 2020. Ahora, la buena nueva la trae el disco Caminando piango piango, un álbum que marca la adolescencia de La Failde, pues hace 13 años ya que andamos por el sendero que nació en Matanzas y que nos ha llevado a muchos lugares de Cuba y el mundo.
«En este álbum se ratifican dos premisas básicas: el amor a Matanzas y al danzón. Me enorgullece que, más de una década después, podamos seguir siendo fieles a esas dos raíces tan poderosas e importantes para nosotros.
«A lo interior, es el fonograma de la migración, que marca mucho nuestro tiempo, nuestra sociedad actual y nuestra historia como isla desde siempre. Ya han pasado varias nóminas por la orquesta y he tenido que refundar una y otra vez el proyecto. Es un disco que, además, hemos tenido que producir y lanzar nosotros sin acompañamiento de ninguna disquera oficial cubana porque ha sido muy larga la cadena de incumplimientos y mala gestión.
«Por suerte y supongo que un poco también por la forma en la que hemos trabajado, con verdad y disciplina, tenemos la dicha de que nos acompañen artistas de la talla de Omara Portuondo, Andy Montañez y Gaby Moreno, y para la versión definitiva se suman las colaboraciones que nos regalaron Eugenia León y Silvio Rodríguez.
«Además, contamos con el respaldo y el trabajo de profesionales del sonido multipremiados y de mucho reconocimiento en la industria que han creído en nosotros, como Ignacio «Nacho» Molino, Alex Psaroudakis y Chris Salva. Para mí es muy importante que esa música llamada «tradicional» mantenga intactas sus esencias, sus bases conceptuales, su sabrosura añeja, esa manera artesanal de hacerla, pero que suene con la limpieza y claridad que permiten las nuevas tecnologías para captar y procesar el sonido. Estos profesionales, junto a la cubana Ana Laura Vilaregut, lo han logrado, y les agradezco infinitamente su paciencia porque las dificultades que presentamos en materia de conexión a internet retrasaron el proceso».

Ethiel Failde, flautista, arreglista, compositor y director de la Orquesta que lleva el nombre del creador del danzón en el siglo XIX, Miguel Failde. Foto: Cortesía del entrevistado
—Caminando piango piango es una excelente carta de presentación de la Orquesta, incluso para quienes se acerquen a ella ahora…
—El disco se parece a los conciertos en vivo de La Failde, que son una ensalada musical, donde puedes encontrar desde danzón, mambo, son, chachachá y timba hasta cumbia y merengue, porque todo lo popular bailable nos interesa.
¿Dónde estabas tú?, de Ernesto Duarte; Varadero, de Juan Pablo Contreras; Que viva Changó, de Celina González y Reutilio Domínguez; La llorona, canción popular mexicana popularizada por Andrés Henestrosa; El inquieto Joseíto, de Gonzalo Rubalcaba; Yiri yiri bon, de Silvestre Méndez; Aquellos ojos verdes, de Nilo Menéndez; Sigue ese camino y Rumba de esquina a esquina, de Pedro Pablo Cruz, son los temas que integran Caminando Piango Piango, en el que participaron el pianista Roldany Hernández, quien también tocó el violín; el bajista Andy Cantero, Rosalí Bazán en el violín, Lucio Carriera en las tumbadoras, Rey Manuel Silveira en el timbal, Manuel Alejandro Acosta en la trompeta, Adrián Peña en el trombón y Mario Rodríguez en el clarinete.
—Como joven artista cubano, como músico que defiende un legado colosal como parte de nuestra cultura y líder de una agrupación, ¿cuáles son tus sueños?
—Que la orquesta Failde no muera, a pesar de los tiempos tan duros que estamos viviendo. Sueño, además, con seguir en Matanzas, para que nuestra gente nos dé su cariño o nos regañe cuando venga al caso, aunque a veces no tengamos donde ensayar o no aparezcamos en espacios televisivos estelares, porque somos unos muchachitos de provincia.
«Aspiro a que podamos todos juntos construir una Cuba mejor, una vida digna en la que no falte la música bonita. Que Miguel Failde y mi mamá, quienes ya no están en el mundo físico, y también mi hermano, se sientan orgullosos de mí y el trabajo que he realizado».
—Un sueño más falta por mencionar y sé que trabajas en cumplirlo… Me refiero a la labor que realizas para lograr la candidatura del danzón como patrimonio de la humanidad.
—Tienes razón. Es una vieja deuda que tenemos con el danzón como práctica cultural, también con el son. Ha pasado mucho tiempo desde las respectivas declaraciones como patrimonio en Cuba y la continuidad de este reconocimiento a nivel internacional. Creo que la comunidad danzonera cubana lo va a lograr.
«El proceso arrancó en Matanzas en febrero pasado y ya se han realizado talleres de sensibilización en todo el país y el cronograma de trabajo que nos hemos trazado prevé la presentación oficial del expediente ante la Unesco en marzo de 2026.
«El reflejo documental de una expresión sociocultural es apabullantemente complejo. Yo miro las planillas y formularios y quedo consternado, lo reconozco, pero contamos con el acompañamiento de profesionales de mucha valía, el empuje del sistema institucional de la cultura cubana y las ganas de que esto ocurra, porque, insisto, el danzón y los danzoneros nos lo merecemos.

Que la orquesta Failde no muera y seguir en Matanzas son dos de los sueños que marcan la travesía personal y musical de Ethiel. Foto: Cortesía del entrevistado
«Lo más importante es que no trabajemos para el expediente, para completar un documento, un inventario o un plan de salvaguarda. Este proceso tiene que servir para estimular el diálogo al interior de la comunidad danzonera y con las instituciones en municipios y provincias, señalar luces y sombras, gestar nuevos espacios, así como concebir e implementar acciones para llegar a niños y jóvenes en escuelas y comunidades.
«La Cuba actual necesita con urgencia la implementación de políticas públicas de fomento de los aspectos fundamentales de nuestra identidad cultural, del modo más atractivo y contundente posible. Es lamentable el estado de algunos programas musicales en nuestra televisión y, además, en horario estelar, salvo poquísimas excepciones. Tampoco disponemos de espacios para el baile popular con programación frecuente, accesible y con la adecuada promoción.
«¿Quién y cómo le presenta a los niños en las escuelas y comunidades el tesoro maravilloso de la música cubana? La lista es larga… Pienso, por ejemplo, en la necesidad de mostrar al turista en las instalaciones propias para recibirle lo mejor de nuestra música y agrupaciones en cada territorio. Ello aporta empleo e ingresos para nuestros artistas, además de una promoción adecuada de la imagen país. Nosotros, por ejemplo, que vivimos a escasos 30 minutos del polo turístico más importante del país, no hemos tenido ni una sola presentación en Varadero en lo que va de año.
«Aplaudo con vehemencia que, ¡finalmente!, en nuestras escuelas de arte ya a los futuros músicos profesionales se les enseñe qué es un tumbao y los misterios del son, el danzón y el mambo…Ese afán hay que amplificarlo a todos los niveles de nuestra sociedad porque eso es lo nuestro.
«En el caso particular del danzón, todo el mundo sabe que en México hay una comunidad grandísima y muy activa. Eso es algo que yo aplaudo con orgullo. Algunos entendidos creen que es un problema o un robo que los mexicanos sientan la práctica cultural del danzón como patrimonio también de ellos y lo declaren como tal en algunos estados. Mi opinión difiere un poco porque sé que el danzón lleva mucho tiempo en esas tierras y ya ha pasado de una generación a otra por iniciativa de la propia gente, no de un gobierno o una institución; lo han heredado de sus antecesores y sí es un patrimonio vivo y compartido. Lo tocan y lo bailan a su manera, a veces con algunos excesos, desde nuestra perspectiva, pero lo mantienen vigente y útil como práctica cultural y eso hay que respetarlo, e incluso puede servirnos como estímulo para hacer nosotros en nuestra orilla lo que nos toca hacer.
«Creo que una cosa es la práctica cultural comunitaria y tradicional y otra un género musical propiamente o un baile. Lo primero engloba a lo segundo, pero lo supera en alcance. Si hay una comunidad danzonera en México, en Alaska o en Angola, la voy a aplaudir y le voy a agradecer, me inviten a tocar con mi orquesta o no. Lo que no le permito a nadie es que diga que el danzón no nació en Cuba o que subvalore los derechos y responsabilidades que los cubanos tenemos sobre esta expresión.
«Nos asiste el derecho y como la metodología de la Unesco para cualquier declaración de este tipo establece como requisito previo que la práctica haya sido declarada como patrimonio nacional del país promovente, la candidatura del danzón está siendo promovida exclusivamente por Cuba, aunque esperamos y necesitamos el respaldo de todos los países, no solo en los que florezca la semilla del danzón. Sueño también con eso».
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