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Boletos para la final esperan por los grupos D y A

Para el pase a la siguiente ronda son decisivas las subseries entre Cuba y Bulgaria, en el grupo D (en Varna), y Polonia-Estados Unidos (Katowice), en el A, este fin de semana.

Autor:

Ricardo Quiza

Odelvis Dominico es líder junto a la net con sus bloqueos. Foto: Calixto. N. Llanes

Mientras los brasileños tienen ya reservado su vuelo a la capital rusa para la siguiente ronda de la XVII Liga Mundial de Voleibol, este fin de semana son decisivas las subseries entre Cuba y Bulgaria, en el grupo D (en Varna), y Polonia-Estados Unidos (Katowice), en el A.

Los caribeños dividieron el anterior compromiso con los búlgaros celebrado en el coliseo de Vía Blanca y Boyeros, al ganar el primer choque por 3-1 y perder el segundo 0-3. Ambos conjuntos acumulan siete éxitos y un revés y deben de decidir por sí mismos la clasificación, ya que Egipto y Sudcorea no son rivales para interponérseles en el camino.

Cuba ha estado bien en la ofensiva. Osmani Juantorena marcha al frente de los atacadores con 59,31 por ciento de efectividad, Odelvis Dominico es líder junto a la net con sus sustanciosos bloqueos, y Raidel Poey va segundo en el saque.

La defensa del terreno sigue siendo el lado flaco del conjunto y el pase ha tenido sus altas y bajas.

LLAVE DE ANJÁ

En la primera subserie, los polacos doblegaron a los estadounidenses en par de ocasiones con idéntica pizarra de 3-1. Ahora, ante su público la ventaja los favorece.

Sin embargo, en esta llave la situación es de anjá. Ambos planteles marchan parejos con 5-3, al igual que Serbia y Montenegro que se las verá con el débil Japón (1-7). La turbulencia se mantendrá hasta la jornada de clausura cuando se midan norteños y serbiomontenegrinos.

En los restantes grupos, Brasil enfrentará a Finlandia, en Brasilia, y Argentina a Portugal, en Rosario (en el B), y , en el C, Italia (3-5) desafiaba a China (0-8) al cierre de esta página en Catania, donde jugarán hoy nuevamente, y Rusia (7-1, sembrada para la final) retaba a Francia (6-2) en un duelo que solo tiene valor para los galos, más próximos que nunca de obtener entrada para el festín final.

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