Juventud Rebelde - Diario de la Juventud Cubana

Pupusas

La genésis del plato nacional de El Salvador es un poco ambigua, pues aunque constituye una marca identitaria del país, aún persiste una suerte de disputa histórica con sus vecinos hondureños para determinar la paternidad en torno a esta célebre elaboración

Autor:

Juventud Rebelde

«Si usted viene a El Salvador y no come pupusas, es como si no hubiera estado», es la respuesta de cualquier oriundo de esta tierra cuando alguien pregunta por los rituales ineludibles que todo visitante debería experimentar mientras está de paso en esta tierra.

La genésis del plato nacional de El Salvador —establecido así en 2005— es un poco ambigua, pues aunque constituye una marca identitaria del país, aún persiste una suerte de disputa histórica con sus vecinos hondureños para determinar la paternidad en torno a esta célebre elaboración, consistente en una tortilla creada a base de maíz o arroz, la cual suele ser rellenada con alimentos como queso, chicharrón de cerdo (carne frita en su propia grasa), frijoles refritos, calabaza (ayote), mariscos o pescado.

Nacionalidad aparte, todo parece indicar que los orígenes de la pupusa —que debe comerse con las manos, según el canon salvadoreño— provienen del sincretismo cultural entre la ancestral herencia maya y las tradiciones que llegaron a América con los colonizadores españoles.

Cuando se camina por las calles de la capital, sede de los 24tos. Juegos Centroamericanos y del Caribe, la pupusa es como un habitante más. En cada rincón imaginable de esta urbe, los puestos de venta conocidos como pupuserías te saludan con su olor amable y te invitan a probar lo que allí se cuece. Incluso, existen otros espacios conocidos como pupusódromos, consistentes en una gran cantidad de estos establecimientos situados en una misma área.

Tanto es el reconocimiento y cariño de los cuscatlecos por este carismático platillo, que han llegado a declarar un día dedicado exclusivamente al mayor estandarte de su gastronomía. Desde 2005, se celebra cada segundo domingo de noviembre como el Día Nacional de la Pupusa. Además, su influencia la ha llevado a trascender las fronteras nacionales para convertirse en un plato notorio en países como Estados Unidos, donde comparte popularidad con su «primo», el taco mexicano.

De la palabra que la nombra tampoco se sabe a ciencia cierta cómo surgió. Algunos dicen que viene del náhuat que hablaban los indígenas pipiles, aunque el lingüista local Jorge Lemus ha hallado indicios para pensar que el término puede haberse trasladado del español a ese idioma nativo y no al revés. Por otra parte, otro intelectual salvadoreño, Santiago Barberena, opinó que el nombre viene del quiché poputz, o sea pop (petate, esfera) y utz (cosa bien hecha).

Varios son los récords Guinness que involucran a las pupusas. En 2007 se creó una con 3,15 metros de diámetro y luego vinieron otras de 4,5 (2014) y 5,5 (2016). Hasta ahora, la pupusa más grande de todos los tiempos vio la luz en 2022, cuando se juntaron 40 pupuseros para darle forma a una de cinco metros y medio.

Comparte esta noticia

Enviar por E-mail

  • Los comentarios deben basarse en el respeto a los criterios.
  • No se admitirán ofensas, frases vulgares, ni palabras obscenas.
  • Nos reservamos el derecho de no publicar los que incumplan con las normas de este sitio.