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En busca del batazo perdido

El año 2023 deparó la paradoja del segundo mejor resultado para la selección nacional en las cinco ediciones de los Clásicos y la peor actuación en Juegos Panamericanos

Autor:

Norland Rosendo

El béisbol en Cuba sigue viviendo de memorias gloriosas, aunque no se hable de ellas como merecen, más que de resultados actuales, cuando el cuarto lugar en el Clásico Mundial terminó siendo un espejismo sin repercusión en el resto de la temporada internacional.

El año 2023 deparó la paradoja del segundo mejor resultado para la selección nacional en las cinco ediciones de los Clásicos y la peor actuación en Juegos Panamericanos, mientras en los torneos de clubes se ocupó el gélido sótano y en las categorías menores no se llegó siquiera a conseguir cupos para los mundiales.

Salvó la honra de nuestro deporte nacional la joven modalidad de béisbol5 con su título del orbe entre juveniles, lauro que le mereció el premio a mejor equipo del año en el giro beisbolero de la Isla.

Del Clásico, el popularmente conocido como Team Asere renació cuando ya algunos tenían listo ataúd y epitafio tras las dos derrotas iniciales, pero la pelota, caprichosa e indomable, cambió de rumbo bruscamente y produjo un inédito empate entre los cinco conjuntos del grupo A para poner en manos de Pitágoras la decisión.

Y tocó al «muerto» ponerse los galones de jefe de pelotón cuando sacaron cuentas para determinar el orden. Después quiso el destino que el rival en cuartos de final fuera Australia y no el previsto Corea que otra vez decepcionó quedándose en la fase inicial del torneo.

La victoria ante la isla-continente puso a los nuestros donde nadie imaginó luego de los dos primeros juegos y el grupo conformado por jugadores de la Federación Cubana de Béisbol y otros igualmente nacidos aquí, pero que juegan en circuitos profesionales, incluso en MLB, por su cuenta, tomó el avión desde Japón hacia Miami.

La sede, tomada por quienes ven enemigos donde solo hay compatriotas, se tornó hostil, agresiva, y no fueron pocos los que aplaudieron cuando el rival ganó inobjetablemente ante la selección de su propio país por 14-2.

Quizá si revisamos nóminas y organización de los apartados, al Team Asere lo ayudó un poco la suerte. Puede ser, pero el cuarto puesto confirma el potencial del béisbol cubano, sin poner muros, de cara a la próxima edición, en 2026.

Últimos del Caribe

Ese resultado borró un poco el fatídico arranque internacional, cuando los Agricultores campeones de la primera Liga Élite del Béisbol Cubano (insisto en que el apellido no se ajusta al torneo) quedaron en último lugar en la Serie del Caribe organizada por Venezuela.

Era la primera vez que ocho clubes animaron el clásico del Caribe y los nuestros —«reinvitados» a donde antes iban (y deberían ir) por derecho propio— apenas ganaron el primer día y luego entregaron seis partidos seguidos, e incluso fueron vapuleados por Leones de Caracas con pizarra de 20-3.

La cita de 2024 será en Miami, y en un escenario tan adverso para deportistas que viven en Cuba los organizadores no ganarían corriendo riesgos, pues la oferta competitiva de la Isla tampoco garantiza calidad. Resumen: no se repite, por ahora, la invitación.

También este año se celebró la edición promocional en América de la Liga de Campeones, un evento al que apuesta la Confederación Mundial de Béisbol y Softbol (WBSC, por sus siglas en inglés) para seguir con su estrategia de expansión de la pelota en un mercado cada vez más controlado por otros deportes.

Cuba estuvo representada por Alazanes de Granma, y otra vez el equipo ocupó la retaguardia entre cuatro selecciones, luego de debutar con victoria sobre el que al final se alzó con el título: Halcones Rojos de Estados Unidos.

Ni en El Salvador ni en Chile 

Con más de una decena de los integrantes del Team Asere, el plantel insular viajó a los Juegos Centroamericanos y del Caribe de San Salvador en busca del oro perdido en Barranquilla 2018, pero la lluvia impidió celebrar el partido por el título y se decidió el campeón por el desenlace del choque en la ronda preliminar. Podrá especularse mucho, que si el equipo nuestro estaba en mejores condiciones, que si fue de menos a más en la competencia, pero a los archivos irá el siguiente ordenamiento: 1- México, 2-Cuba… Sin notas al pie.

Casi acabándose la temporada, que no las malas noticias, otra selección compacta viajó hasta Santiago de Chile para participar en unos Panamericanos de muy poco caché en cuanto a calidad beisbolera. No fueron Estados Unidos, Canadá ni Puerto Rico, por apenas citar tres potencias del continente.

Era la oportunidad para la reivindicación, pero la pelota sigue siendo tan enigmática como testaruda, y los cubanos quedaron en el sexto lugar, el mismo de cuatro años antes en Perú.

Aquella vez parecía que el mundo se iba a acabar y que el Caribe se tragaría este pedazo de tierra, pero ahora, quizá por la anestesia de tantos palos seguidos, hubo poco revuelo, y eso, en un país donde el béisbol es de lo más sagrado de su patrimonio, ha de preocupar tanto, o más, que el propio resultado.

Para rematar 2023, el equipo sub-23 no pudo clasificarse para el Mundial de la categoría. Sacaron un partido ante Venezuela a un out de perderlo que parecía la inspiración para rematar al día siguiente a Panamá, pero sucedió que los canaleros jugaron como si fuera la discusión del oro y bajaron a los nuestros del avión hacia China, sede del certamen del orbe en 2024.

Tampoco pudo el equipo sub-12 conseguir pasaje para la cita del orbe y también se extrañó un equipo nuestro en la Copa del Mundo sub-18. Lo alarmante no es quedar fuera del podio en los mundiales, sino que ni siquiera se clasifica para esas citas.

Mención aparte para los pequeños de Bayamo en la Serie Mundial de las Pequeñas Ligas, no pasaron del tercer choque en un calendario complicado que no admite dos reveses, pero sobre el terreno mostraron dominio de los fundamentos del juego y esa garra que antaño hacía a los peloteros cubanos únicos en el concierto internacional.

Se va otro año seco en títulos, porque el logrado en la Copa del Caribe no podemos considerarlo al nivel del resto de las justas. Fue una cita asumida más como preparación para los Panamericanos que como competencia en sí.

Ante un panorama tan gris, tocan análisis y decisiones. Adentro hay mucho que transformar; las tensiones económicas, más que pretextos, han de entenderse como desafíos para generar oportunidades y devolverle a Cuba esplendor en sus torneos nacionales.

El bloqueo al acuerdo entre MLB-FCB resulta una jugada política de Washington para ponchar nuestro béisbol; toca hacer ajustes en el swing para golpear esa pelota endemoniada y ponerla al otro lado de las cercas.

Si el béisbol y sus prácticas asociadas constituyen patrimonio cultural de la nación, hay que exaltarlo dentro y fuera de las dos rayas de cal, desde el soporte simbólico hasta el material. Ha de ponerse más pensamiento a la estrategia y enfocar la brújula hacia un escenario de triunfos y orgullo patrio.

Por el mismo camino no se va a un destino diferente.

El Team Asere logró clasificarse a la semifinal del Clásico Mundial. FOTO: Yuhki Ohboshi

La medalla de oro en el Mundial del equipo juvenil de béisbol5 clasificó como la mejor actuación del año. FOTO: WBSC

 

 

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