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Médicos de Cuba: valientes que arrebatan vidas a la muerte en Gambia

Relatamos un caso que muestra lo que abnegados profesionales cubanos de la salud son capaces de hacer con pocos recursos, pero con voluntad de hierro

Autor:

María Inés Álvarez Garay

El Dr. Carlos Alberto Rosabal Ramírez tiene en su larga vida profesional; dos misiones en África, una en  Angola (2011- 2013), y desde el año 2015 hasta la actualidad en esta hermana República de Gambia. Se graduó de  Médico General en 1987, de Ginecobstetra en 1990, y tiene además, un Diplomado en Terapia Intensiva y Perinatología.

Ya son 34 años dedicados a esa increíble labor de traer rayitos de sol a la vida y arrancarle muchas y valiosas vidas a la muerte. Desde el año 2015, que arribó a Gambia, ha trabajado en tres de sus regiones: Soma, Brikama y Bundung.

En Bundung, cercana a la capital Banjul,  se encuentra el único Hospital Materno infantil (BMCHH.) con que cuenta este pequeño país del occidente africano.

Gracias al trabajo mantenido de todo un equipo administrativo, médico y de enfermería, posee los mejores indicadores de Mortalidad Materna entre todos los centros de salud que brindan esa atención.

La Hemorragia Postparto es una de las principales emergencias Obstétricas, que de no actuar de manera precisa puede traer al traste con la vida de una mujer.

Nuestro querido doctor, en sus largos y fructíferos 6 años de misión humanitaria en esta nación del occidente africano, ha arrebatado muchas vidas a la muerte.

Relatamos un caso que es muestra fehaciente de lo que estos valientes profesionales de la salud cubanos son capaces de hacer con muy pocos recursos, pero con una voluntad de hierro, que los hacen milagrosos.

Una paciente de 36 años de edad, con antecedentes Obstétricos: Embarazo 4, Partos 3, Abortos 0, con edad Gestacional de 38 semanas, ingresa en su Servicio con diagnóstico de Feto Muerto en Trabajo de Parto.

Ocurre parto espontáneo y acto seguido de su alumbramiento comienza con hemorragia postparto, diagnosticándose una Atonía Uterina y una posible Coagulación Intravascular Diseminada, complicación muy frecuente  en este tipo de casos.

Se toman medidas generales, reposición de volumen con líquidos y sangre total, uso de Oxitocina, Ergonovina y Misoprostol rectal, legrado de la cavidad  uterina y masaje a través de cubiertas abdominales. Se mantiene vigilancia estricta de parámetros vitales y de nuevos eventos hemorrágicos como se acostumbra en el seguimiento a este tipo de pacientes.

Aún con todas las medidas tomadas aparece otro evento hemorrágico y se decide Histerectomia Subtotal como Conducta Obstétrica de urgencia, firman consentimiento, y se lleva al Salón.

En el transoperarorio mantiene parámetros estables, aunque fue de difícil manejo porque estos casos acostumbran a sangrar por cualquier lugar aún después de ligar todos los pedículos como indica la técnica. Sale estable pero con reporte grave. Se decide su traslado al Hospital Edward Francis en Banjul, para manejo en Sala de Terapia Intensiva. Pasados unos días es dada de alta por su buena evolución clínica y la magnífica atención de un colectivo de cubanos y colegas gambianos.

La paciente muy agradecida regresa al Hospital de Bundung a expresarle al galeno Rosabal cuanta gratitud hay en su corazón y cuanta admiración siente por los médicos cubanos, de quienes dice "son ángeles que llegaron a nuestro país para darnos esperanza, salud y felicidad”.

El Dr. Rosabal nos dice: Casos como este se le arrebatan a la muerte y se les devuelven a la familia y a la sociedad. Con este granito de arena los integrantes de la Brigada Médica Cubana (BMC) contribuyen a mejorar el Índice de Mortalidad Materna, la calidad de vida de la población gambiana y sus indicadores de salud, agrega el galeno.

Manifiesta que se siente parte de esta nación, a la que le ha dedicado unos cuantos años de su vida, y a la que ha servido como si fuera su propia patria. Estoy orgulloso de ser cubano y de poder saborear el néctar del internacionalismo, el humanismo y la solidaridad que llevamos impregnados los cubanos por conciencia y convicción.

Con toda razón, la mayor de las Antillas ha ganado el cariño,  el respeto y la admiración de muchos pueblos del mundo, que hoy agradecen esta preciosa labor. No hay campañas difamatorias que puedan mancillar el altruismo y la solidariad de la Revolución cubana.

(*) Profesora y colaboradora de la Brigada Médica Cubana (BMC) en Gambia

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