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El pueblo sandinista celebró el triunfo. Autor: Juventud Rebelde Publicado: 08/11/2021 | 11:25 pm
MANAGUA, noviembre 8.— La alta participación en la jornada electoral del domingo, de 65,3 por ciento de los cuatro millones de votantes empadronados, resulta el mejor mentís a las campañas desestabilizadoras que desde EE. UU. insisten en desconocer las elecciones generales nicaragüenses, y también dejaron mal parados los sondeos agoreros y tal vez mal intencionados que auguraban fuerte abstención.
Además, el triunfo del sandinismo fue arrollador. Al mediodía de este lunes, los resultados divulgados por el Consejo Supremo Electoral en voz de su presidenta, magistrada Sandra Rocha, superaban los estimados dados a conocer de forma preliminar en la madrugada.
«Con el 97,74 por ciento de actas computadas, la Alianza Frente Sandinista de Liberación Nacional ha sido la ganadora de la contienda electoral, logrando un 75,92 por ciento de los votos», publicó el sitio digital El 19, en un primer flashazo.
La tendencia brindada en la madrugada también se mantuvo para el resto de los partidos contendientes: 14,15 por ciento para el Partido Liberal Constitucionalista (PLC); 3,30 por ciento obtuvo Camino Cristiano; 3,5 por ciento, la Alianza Liberal Nicaragüense; 1,78, la Alianza por la República y 1,70 por ciento, el Partido Liberal Independiente.
Las elecciones, en las que se escogieron además 90 diputados y los representantes al Parlamento Centroamericano, ocurrieron en un clima de paz y motivación por el voto.
Reportes in situ de la multinacional Telesur y las fotos que la población hizo circular mediante la red social Twitter, también dieron fe el domingo de la alta afluencia de votantes, quienes hicieron filas en muchos lugares para ejercer su derecho al sufragio.
La victoria sandinista y el éxito del proceso por su buen curso y transparencia recibió la felicitación de vecinos latinoamericanos como los presidentes de Cuba y Venezuela, Miguel Díaz-Canel y Nicolás Maduro, respectivamente, así como del exmandatario boliviano Evo Morales, primeros en dar a conocer su saludo mediante mensajes en la red social Twitter, que luego se multiplicaron.
Pero la estrategia agresiva y cuestionadora de Washington acompañado de la Unión Europea y algunos acólitos, siguió su curso.
En un comunicado, el bloque del Viejo Continente «consideró» a priori que los «resultados (electorales) carecen de legitimidad», en tanto, desde Washington y en un comentario irrespetuoso e injerencista, el presidente estadounidense Joe Biden se adelantaba a los resultados para calificar el ejercicio electoral nicaragüense como «una pantomima», a tenor de la no postulación de aspirantes acusados de corrupción y de facilitar la injerencia estadounidense.
Según investigaciones periodísticas, desde EE. UU. fluyeron en los últimos años unos diez millones de dólares hacia grupos nicaragüenses para financiar a la oposición derechista y estimular las campañas mediáticas antisandinistas, así como fomentar la subversión.
Ahora, Biden ha asegurado que su Gobierno, en coordinación con otros países, usará «todas las herramientas diplomáticas y económicas» a su disposición para «apoyar al pueblo nicaragüense» y «hacer rendir cuentas al gobierno Ortega-Murillo y a quienes faciliten sus abusos».
El mandatario de Colombia, Iván Duque, manifestó de inmediato su seguimiento a los pasos de EE. UU.
El Congreso de EE. UU. aprobó la semana pasada un proyecto de ley —conocido como Renacer— que estipula la emisión de nuevas sanciones contra el gobierno nicaragüense, y a la que solo falta la aprobación del Presidente. Dicha legislación se sumaría a la Nica Act, aprobada en 2018, que inhibe el acceso de Nicaragua a créditos e inversiones extranjeras. Ahora esas prohibiciones se extenderían, acompañadas de otras medidas.
En actitud opuesta, el canciller de Rusia, Serguei Lavrov, denunció los intentos de EE. UU. de deslegitimar las presidenciales nicaragüenses e interferir en sus asuntos internos.
En conferencia de prensa conjunta con su par venezolano, Félix Plasencia, el Ministro ruso del Exterior dijo que Moscú envió observadores, los cuales señalaron que las elecciones se realizaron de manera ordenada, en pleno cumplimiento de la legislación nicaragüense en esta materia.
Lavrov apuntó que los intentos de derrocar al actual ejecutivo nicaragüense datan de 2018 y continúan, «sin tratar de camuflarlos siquiera».
Por su parte, el titular venezolano de Relaciones Exteriores subrayó que el Gobierno bolivariano felicitó a Nicaragua por una jornada de votaciones que transcurrió en paz, tranquilidad y en pleno cumplimiento de las normas electorales.
Plasencia advirtió que las declaraciones de Washington sobre un supuesto fracaso del proceso electoral nicaragüense comenzaron mucho antes de las elecciones, por lo que ya había una posición injerencista en el proceso electoral, y llamó a rechazar la injerencia de Washington en América Latina.
