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Con firma de cese al fuego bilateral temporal, cierra otro ciclo de diálogo para la paz colombiana

Importantes acuerdos fueron suscritos La Habana, en presencia de los presidentes colombiano, Gustavo Petro, y de Cuba, Miguel Díaz-Canel

Autores:

Juana Carrasco Martín
Marina Menéndez Quintero

Con importantes acuerdos entre los que se encuentra la firma de un cese al fuego bilateral nacional temporal que tendrá vigencia plena el próximo 3 de agosto, cerró el tercer ciclo de las conversaciones de paz entre el Gobierno colombiano y el Ejército de Liberación Nacional (ELN), que tuvo por escenario La Habana.

La presencia en el acto del presidente colombiano Gustavo Petro, y de Miguel Díaz-Canel, jefe de Estado de Cuba —país que ha fungido como garante y cuyos esfuerzos por la paz de Colombia fueron reconocidos—, otorgó solemnidad al momento y fue consecuente con la relevancia de un acto que ya destacaba por su trascendencia histórica cuando el ELN cumple 60 años sobre las armas, como lo recordó su segundo comandante y jefe negociador, Pablo Beltrán.

Los acuerdos, leídos por el canciller cubano Bruno Rodríguez Parrilla, también incluyen la hoja de ruta para hacer efectivo el cese al fuego así como el proceso de participación de la sociedad en la construcción de la paz, primero de los dos postulados consensuados en este ciclo de La Habana, aspecto que fue catalogado en su discurso por el presidente Petro como «un punto que nunca habían experimentado en los Diálogos, a un cese al fuego que sigue con una promesa: el 25 de mayo de 2025 cesa definitivamente la guerra de décadas entre el ELN y el Estado de Colombia».

«Nosotros estamos al lado de la vida y ustedes, las y los comandantes del ELN, al firmar estos acuerdos progresivos se están colocando en unas circunstancias muy diferentes a cuando se firmaron los Acuerdos del 84 y el 89. De cierta forma, aquí se acaba una fase: la insurgencia armada en América Latina, con sus mitos y realidades», dijo el presidente Gustavo Petro.

El mandatario colombiano, quien viajó a Cuba especialmente para esta histórica rúbrica, cuando agradeció a la Isla, su pueblo y Gobierno por el permanente apoyo, durante décadas, de la búsqueda de la paz, «para que en Colombia no nos matemos», reafirmó que le dijo al presidente Joe Biden que debía enmendar la injusticia de mantener a Cuba en la lista de los Estados patrocinadores del terrorismo.

En las rúbricas de este viernes del ministro de Exteriores, Álvaro Leyva, y el jefe negociador Otty Patiño, por el Gobierno de Colombia, y del primer y segundo comandantes del ELN, Antonio García y Pablo Beltrán, se adoptó, además, la declaración Alistamiento para el proceso de participación de la sociedad y de cese al fuego bilateral mediante el acuerdo número 11.

El texto da cuenta de la decisión de las partes de dar inmediato cumplimiento a ambos acuerdos; para ello declaran la mesa de diálogo en actividad permanente, mediante la conjugación de diversas actividades de trabajo en distintos escenarios, y manteniendo los ciclos.

Según la declaración, el primero de los preparativos para la participación de la sociedad será la convocatoria a la sociedad a hacerlo, así como la conformación de equipos con vista a instaurar un Comité nacional de participación que se instalará públicamente el 25 de julio, con reglamento operativo y plan de trabajo.

En cuanto al alistamiento del cese al fuego bilateral nacional y temporal, la declaración explica que dicho proceso constará de tres momentos que incluyen la activación de un canal de comunicación entre las partes a través del Representante especial en Colombia del Secretario general de la ONU, así como la redacción de protocolos pendientes, actividades de pedagogía y preparación para la puesta en marcha de un mecanismo de monitoreo y verificación.

Aunque la implementación plena del cese al fuego será el 3 de agosto, desde el próximo 6 de julio estará vigente el cese de operaciones; y el 10 de julio se celebrará la reunión plenaria y presencial de la mesa de diálogo para aprobar los protocolos, período durante el cual se realizarán actividades de pedagogía. Tras la implementación plena del cese al fuego bilateral y temporal se aplicarán totalmente los protocolos y el completo procesamiento del mecanismo de verificación.

A partir de ese momento se cuentan 180 días del proceso de alistamiento del cese al fuego, que continuará con la previa evaluación de las partes.

La declaración también recoge la decisión de celebrar el cuarto ciclo del diálogo en Venezuela entre los días 14 de agosto y 3 de septiembre, oportunidad en que se realizará un balance del cumplimiento de los acuerdos suscritos.

Durante el histórico acto que tuvo por sede el Salón de Protocolo El Laguito, en la capital cubana, hicieron uso de la palabra el Comandante Pablo Beltrán del ELN, quien lidera la delegación que asiste a los diálogos de paz; el jefe negociador del Gobierno colombiano Otty Patiño; el primer comandante del ELN Antonio García; y los presidentes Gustavo Petro y Miguel Díaz-Canel.

Todos los discursos constituyeron un compromiso con el proceso de paz y también consideraron la importancia decisiva de la participación del pueblo colombiano para que definitivamente cese la guerra y la violencia en esa nación.

Fue el Comandante Pablo Beltrán quien destacó que cuando existe un espíritu más belicista en el mundo los acuerdos firmados son una luz de esperanza de que los conflictos se pueden resolver por la vía diplomática y es posible su solución pacífica.

A su vez,  Otty Patiño, por el Gobierno de Colombia, destacó que era un día muy especial y tiene que ser de reconocimientos y agradecimientos a quienes han hecho posible llegar a este punto, y en ello apuntó la confianza que el presidente Petro tiene en el pueblo colombiano, el cual cree en su conducción.

El primer comandante del ELN Antonio García agradeció a la comunidad internacional, al pueblo cubano, a su gobierno, al presidente Díaz-Canel y al gobierno colombiano por no haber dejado naufragar este proceso de paz, y mencionó al resto de los países garantes, a la ONU y al papa Francisco, así como al Gobierno de Petro, por haber permitido darle continuidad a un proceso que navegaba en incertidumbre, y a las delegaciones de ambas partes que han llevado los diálogos de paz.

Destacó que el ELN es una sola voz que representa la rebeldía armada del pueblo colombiano, una parte de la sociedad colombiana que recibió una misión: hacer escuchar la voz de los perseguidos, olvidados y marginados en un proceso que tiene que entregarle de nuevo la dignidad al pueblo colombiano que quiere el cambio y la transformación.

Afirmó que había que rescatar el corazón y la voz a través de la participación de la sociedad, que se le escuche, que iniciemos un ejercicio de sociedad dialogante y en ese ejercicio de diálogo, debate y propuestas constructivas podamos construir un acuerdo natural que recoja la diversidad de Colombia.

Tenemos mucha confianza en los acuerdos que se han firmado. Somos conscientes que solo hemos firmado acuerdos de procedimientos que nos van a permitir avanzar para que Colombia cambie, agregó.

El mundo de las armas y de matarnos entre todos, la guerra perpetua, debe cesar, dijo por su parte el presidente Petro, quien enfatizó en que la violencia que vivimos por generaciones, de la que hemos hecho parte, nos dice que no nos hemos podido construir como una nación, que no se puede hacer sin un pacto entre toda la sociedad, con una base mínima, la justicia. La paz necesita de la justicia.

La paz, afirmó, ha traído la vida, el cambio de instituciones, la innovación de la sociedad y ese camino tiene que seguir.

Dijo que estaba de acuerdo en que la sociedad tenía que participar en ese camino, y en ello significó una mayor estabilidad laboral, dignidad para la mujer colombiana, que la tierra sea asequible al campesinado, que sean garantizado los derechos de la sociedad, que no le disparen a los ojos ni encarcelen a los jóvenes que salen a protestar, pero que estos también respeten la existencia del joven uniformado.

El acto concluyó con las palabras del Primer Secretario del Partido Comunista de Cuba y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel, quien significó que el cese al fuego nacional y temporal acordado es el resultado de muchos años de trabajo y un camino firme para la construcción de una paz.

Ratificó que Cuba nunca renunciará a los compromisos que adquirimos. Aunque el precio que pagamos ha sido y aún es demasiado alto, no nos arrepentimos, y llamó a que el pueblo colombiano le ponga corazón a la paz.

Participaron en la ceremonia, además, el canciller colombiano, Álvaro Leyva; el Alto Comisionado para la Paz en Colombia, Iván Danilo Rueda; el Representante especial del titular de la ONU en Colombia y el Representante de la Conferencia Episcopal en ese país; Josefina Vidal, viceministra de Relaciones Exteriores de Cuba, y enviados de Noruega, Venezuela, Chile, México, Brasil, países que junto a Cuba son facilitadores y garantes del proceso, además de otros comandantes guerrilleros y personalidades.

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