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Hoy es el día 152 de este capítulo del genocidio, que el régimen de Netanyahu quiere convertir en el último acto Autor: AFP/Getty Images Publicado: 05/03/2024 | 05:44 pm
La incoherencia, el disparate y lo ilógico son rasgos muy representativos del teatro de la crueldad o teatro del absurdo. El presidente de Estados Unidos, Joseph Biden, acaba de poner en escena otra de esas obras.
Sobre la pequeña franja costera de Gaza, en presencia de sus bellas playas mediterráneas, sus aviones han bombardeado paracaídas negros con pequeñas cargas de alimentos. Ansiosos, desesperados, niños, mujeres y hombres corren por las arenas tratando de atrapar una de las bolsas de caudales que apenas paliarán su hambre.
Apenas 38 000 MRE podrán competir o borrar con la tarea arrasadora de más de 65 000 toneladas de bombas dejadas caer desde el 7 de octubre sobre el enclave, buena parte de ellas Made in USA.
MRE abrevia el título que lleva cada paquete: Meal Ready to Eat (comida lista para comer), y cada uno de esos paqueticos tiene un peso de poco más de libra y media.
En Gaza hay al menos 2,3 millones de personas en peligro inminente, no solo por ser blanco indiscriminado de las armas, también por la falta de alimentos y de agua potable. Muchos ya sobreviven en la hambruna, a la que le abrió las puertas Israel cuando cerró totalmente el valladar que circunda la Franja, y apenas ha dejado pasar camiones con alimentos y medicinas que no cubren ni una décima parte de los transportes que habitualmente, en tiempos llamados «normales», cruzaban a diario la frontera del apartheid.
Es más, también ha bombardeado esa carga y en los últimos días ha ametrallado a quienes buscaban un poco de harina para tratar de satisfacer tan vital necesidad. Ya se le ha dado nombre a esa otra escena de terror e ignominia: la masacre de la harina.
Palestinos corriendo hacia paracaídas sujetos a paquetes de alimentos, lanzados desde aviones estadounidenses en una playa de la Franja de Gaza el 2 de marzo de 2024. Foto: AFP
Hoy es el día 152 de este capítulo del genocidio, que el régimen de Netanyahu quiere convertir en el último acto. En diciembre pasado se había hecho la advertencia de que pronto la principal causa de muerte en Gaza sería la hambruna, un registro difícil de llevar, pero en la nueva cuenta iniciada prácticamente con el mes de marzo. El domingo, en el hospital Kamal Adwan, ya habían muerto al menos 15
niños por desnutrición y deshidratación, y el lunes murió otro menor en la ciudad sureña de Rafah. Apenas comienza ese fatal e inhumano registro.
En el recuento del oprobio, no podemos obviar que la UNRWA, la agencia de ayuda de las Naciones Unidas, la más importante que opera en Gaza, ha sido en esta operación militar de limpieza étnica y tierra arrasada uno de los objetivos de los bombardeos selectivos de las fuerzas israelíes, y también de los ataques indiscriminados contra el pueblo. Se suma, a los más de 150 empleados que han muerto bajo el fuego sionista, el intento de desacreditar a la agencia con la acusación a un pequeño número de sus empleados de participar en el ataque de Hamás del 7 de octubre.
Pero esas infundadas acusaciones dieron pie a 16 países del civilizado Occidente a suspender su financiación a la UNRWA, quitándoles 450 millones de dólares a la ayuda humanitaria a los palestinos. Algunos de ellos revisaron esa decisión absurda, pero Estados Unidos la ha mantenido aun cuando incrementa el sufrimiento, no solo en Gaza, también en los campamentos de refugiados palestinos en países vecinos.
Mientras, en Washington D.C., el mismo canturreo se repite una y otra vez. Los personeros de Estados Unidos en organismos internacionales o desde los podios de la Casa Blanca, del Departamento de Estado o del Pentágono dicen que Israel tiene derecho a defenderse.
Este es un cuestionamiento a la sociedad y a la humanidad. ¿Hasta cuándo seguiremos permitiendo esta burla, esta farsa teatral de terribles consecuencias, del cómplice mayor Estados Unidos, y los crímenes horrendos que contra el pueblo palestino ejecuta día a día, desde hace 75 años, el Israel nazi-sionista?
