La importancia de la 17ma Cumbre de los BRICS se corresponde con el peso del organismo multilateral en la geopolítica mundial y la economía planetaria Autor: AP Publicado: 05/07/2025 | 09:45 pm
ESTE domingo 6 de abril, en la hermosa, alegre y enorme ciudad costera de Río de Janeiro, célebre por sus playas de Copacabana e Ipanema, la estatua del Cristo Redentor, y también por sus favelas, comienza la 17ma. Cumbre de los BRICS, el mecanismo de integración que ha abierto desde sus inicios un camino propicio al fortalecimiento del multilateralismo y la diversidad, en un mundo donde a diario se acentúa su urgencia imprescindible, pues está marcado por la inestabilidad y los conflictos, que, como mayor frecuencia, toman por asalto bélico el complejo mundial.
Los BRICS —que ya no son solo los cinco y grandes países fundadores que le dan designación; Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica— ha ampliado sus filas en un plus que lo lleva a 11 miembros, e incluso con asociados, también naciones del Sur Global, por lo que constituyen la oportunidad de darle paso a la esperanza de un entorno más equilibrado, justo y mejor para la Humanidad, y una evidente ampliación de su influencia geopolítica y económica.
A esta cita de ahora en Brasil, Cuba asiste en su condición de asociado y contribuirá como un aliado efectivo y consciente ante los desafíos de un imperante y añoso orden internacional, solo efectivo y vigoroso para el Occidente imperial y las grandes transnacionales que llevan su timón de mando.
Este pequeño Archipiélago en el Caribe forma parte de la única alternativa posible, la que cada día alcanza más relevancia en la necesaria transformación de una arquitectura económica claramente disfuncional, pero que ha crecido succionando las riquezas y reservas de los pueblos y naciones sobrexplotados mediante el colonialismo, y continúa dominando, en muchos casos, con todo el
poder económico, militar y político que mantienen aún a fuerza de las guerras.
Para este encuentro en tierra carioca, que se extenderá hasta el lunes 7 de julio, la Cancillería del Gigante latinoamericano había anunciado: «Recibiremos en Río de Janeiro a jefes de Estado de los países que componen el BRICS, en las dos categorías de miembros de pleno derecho y socios. Vamos a tomar decisiones muy importantes para el desarrollo de todos estos países».
De seguro, en ese augurio está el fortalecimiento del Nuevo Banco BRICS para el Desarrollo y su extensión a otros países, un mecanismo que hace frente a las violentas amarras del Banco Mundial y del Fondo Monetario Internacional, y que puede establecer líneas de créditos tan necesitadas en el Sur. No hay dudas de que más de uno de los representados en ese diálogo de diversos pero iguales que tiene lugar en Brasil mencionará «una moneda única» frente al monopolio del dólar verde marchito.
La fortaleza económica, en recursos y en capital humano de los BRICS es notoria y sobrepasa ya a ese conjunto de los expoliadores, pese a que en los tiempos más recientes y trumpianos han sido objeto de duras sanciones por parte de una administración estadounidense revanchista y encolerizada porque se sabe quedando atrás.
La presidencia brasileña de los BRICS, iniciada el 1ro. de enero de 2025 y que concluirá el 31 de diciembre, tiene prisa en las prioridades estratégicas que estableció: la cooperación en el Sur Global y el fomento de asociaciones para el desarrollo social, económico y medioambiental, lo que coincide con las aspiraciones de sus componentes, objetivos nada fáciles pero alcanzables si la colaboración se impone ante los graves problemas de la actual coyuntura y los muchos obstáculos a vencer.
Se estima que uno de los temas principales del encuentro será presentar una arquitectura multilateral de paz y seguridad donde todos cuenten y en ello cabe el reclamo de una reforma profunda del Consejo de Seguridad de la ONU, que demuestra a diario su obsolescencia cuando es incapaz de detener a un conciliábulo de Israel y Estados Unidos aniquilando al pueblo y a la nación palestina.
También hay quienes han mirado con lentes sombríos, y uno que otro medio informativo parece querer mermar la importancia del encuentro en Río de Janeiro; argumentan que no estarán presentes los líderes máximos de algunos de los países claves para el desarrollo por su potencial económico y desarrollo.
Se engañan, porque no se trata aquí de los líderes de plataformas de uno u otro partido en campaña electoral, se está ante los representantes de un espíritu de unidad y diversidad que busca la solución a reclamos históricos, para caminar hacia esa utopía que traza camino y permanente horizonte: presente de acción colectiva y siempre construyendo un mañana más justo y sostenible.
BRICS+ en acción
Luego de su nacimiento en 2001 con la decisión de Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica de unirse en este bloque integracionista, los BRICS+ están compuesto por 11 miembros, tras la entrada de Arabia Saudita, Egipto, Emiratos Árabes Unidos, Etiopía, Irán e Indonesia. A su vez, Bielorrusia, Bolivia, Cuba, Kazajistán, Malasia, Nigeria, Tailandia, Uganda, Uzbekistán y Vietnam (recién incorporado el 13 de junio de 2025) son Estados asociados de los BRICS.
Juntos, los BRICS+, representan al 45 por ciento de la población mundial, el 36 por ciento de la economía o PIB y el 20 por ciento del comercio planetario, un intercambio que entre los países BRICS se aproximó en 2024 a los 678 000 millones de dólares.
Se encuentran entre los principales actores en los mercados agroalimentarios internacionales, especialmente cuando se trata de exportaciones de alimentos básicos como soya, trigo, arroz y maíz, alimentos claves en el Sur Global, donde cientos de millones de personas padecen hambre y desnutrición.
Su crecimiento económico en 2024 rozó el 4,4 por ciento anual, más del doble que el de G7 (los países capitalistas más desarrollados).
En 2014, fue creado el Nuevo Banco de Desarrollo con sede en Shanghái China, y a partir de 2016 abrió oficinas regionales en Johannesburgo, Sudáfrica; Sao Paulo, Brasil; en Ahmedabad, India, y en Moscú, Rusia, Cuenta con un capital autorizado de 100 000 millones de dólares, que hasta 2024 había financiado 98 proyectos por aproximadamente 33 000 millones de dólares. Desde 2023 lo encabeza la expresidenta de Brasil, Dilma Rousseff.
El Nuevo Banco de Desarrollo ha contribuido decisivamente al despegue económico de los países miembros de los Brics+. Foto: AP