SAMI al-Haj es hoy un hombre libre luego de haber sido prisionero del ejército de Estados Unidos durante más de seis años. ¿Su crimen?: Ejercer el Periodismo.
Quizá por eso, por la promesa incumplida, el público le está pasando factura. Según un sondeo del 28 de abril, solo cuenta con un 32 por ciento de aceptación, y el ...
Finalmente el conejo que faltaba por saltar ha asomado el hocico en el sombrero. Y se comprueba cuál era el fin de los misiles disparados contra el campamento de las FARC arrasado en Sucumbíos el pasado 1ro. de marzo, en pleno territorio de Ecuador.
La recesión norteamericana, con su crisis hipotecaria, los estratosféricos precios del petróleo, la caída pronunciada del dólar y la contracción del consumo, anuncia quiebras numerosas, decomisos de casas y desempleo creciente. El ex jefe de la Reserva Federal Alan Greenspan acaba de decir este sábado que la economía norteamericana continuará languideciendo a lo largo del año.
La revista Bohemia acaba de festejar un siglo de existencia. Se dice fácil, pero ¿imaginan qué cantidad de bobinas de papel, rollos fotográficos, tazas de café, temas diversos, estrés de cierre, neuronas exprimidas y una larga cadena de etcéteras se debió emplear y sufrir desde que su portada se mostró por primera vez en público, maquillada de tinta, aquel 10 de mayo de 1908? Imposible calcularlo. Su dueño y fundador, Miguel Ángel Quevedo, la bautizó así, Bohemia, para que le recordara siempre su refinado gusto por la ópera. De ahí que tradujera al español Bohème, título de una pieza de Puccini, de quien era confeso admirador.
Allí practican bombardeos «selectivos» contra combatientes o dirigentes de las milicias chiitas que califican de «extremistas», y no son pocas las víctimas entre la población civil como resultado de esos ataques.
Un muro de 12 pies de altura, de bloques de concreto de 6 000 lib...
La vejez comienza a hacerte guiños, cuando te descubres reciclando tu pensamiento; «fusilándote», como decían viejos periodistas. Surfeando por las olas encrespadas de mi obra, encontré un alegato, publicado el 1ro. de abril de 2007, bajo el título: «El moho de la impunidad». Y al releerlo sentí que su incitación estaba intacta cuando, para introducir el flagelo de la impunidad, zarpaba así:
Suelo mirar con recelo ciertos días que por dictado de las modas y las costumbres entran a nuestras vidas y transcurren etiquetados con un propósito especial. Aclaro que no me revelo del todo, porque creo lindo y justo reverenciar a los padres, los amigos, los amores, el medio ambiente, la lucha por la salud humana, los niños (y niñas...), y tantos otros motivos a los cuales se les dedica una jornada de celebración al año.
Yo era de los que, cada mayo, moría por comprar un regalo a mi madre. Pasaba meses ahorrando el dinero que ella misma me proveía semana tras semana para que mitigara el apetito de dinosaurio, incubado en un becado adolescente.