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La gente ha hablado, dice el caricaturista Autor: Juventud Rebelde Publicado: 22/12/2020 | 12:34 am
El colmo de la irracionalidad entre los seguidores del presidente saliente Donald Trump: están organizando una «segunda inauguración» para él, el 20 de enero, a las 12 del día, en el mismo momento en que hará su juramento y oficialmente se iniciará el mandato del 46 presidente de Estados Unidos, el demócrata Joe Biden.
La de Trump será online y puede considerarse una provocación y probablemente una violación de las normas constitucionales, pero ahí van pregonando que es su derecho «a la libertad de expresión».
Como las redes sociales lo aguantan todo, más de 60 000 usuarios de Facebook le hacen propaganda al evento que han llamado «Donald J. Trump segunda ceremonia de inauguración presidencial», y afirman en un «descargo de responsabilidad» que son una suma de
325 000 personas privadas, sin filiación con organización formal, que quieren mostrar su apoyo al «presidente Donald Trump».
Ante tal desconocimiento de la voluntad popular expresada en la urnas y la certificación
del Colegio Electoral, Facebook se ha limitado a publicar otro «descargo de responsabilidad»: «Joe Biden es el presidente electo. Él será inaugurado como 46 presidente de EE. UU. el 20 de enero de 2021».
Según se publica en The Hill, el acontecimiento será presentado por Ilir Chami y Evi Kokalari, quien supuestamente fue parte de la campaña 2020 de Trump y aparece de manera
regular en redes de noticias de derecha como One American News Network.
En una publicación reciente en la página de Facebook, Kokalari volvió a publicar la exención de responsabilidad de Facebook escribiendo: «¡Nuestros derechos de voto están bajo ataque! ¡También nuestra libertad de expresión! Y la exención de responsabilidad de FB en esta publicación, lo demuestra».
No podía esperarse menos de estos fanáticos cuando Trump no se ha reconocido como perdedor y continúa fomentando esas falsas noticias y acciones perturbadoras.
Se rumora que en su obsesión por mantenerse en la Casa Blanca parece tener en mente nombrar a la abogada Sidney Powell como consejera especial para investigar las alegaciones de fraude en la votación.
Para que la identifiquen, la Powell fue separada de la campaña Trump en noviembre cuando
despertó burlas al afirmar que había una amplia «conspiración nacional» para negarle el triunfo al actual presidente y una «inmensa influencia de dinero comunista desde Venezuela, Cuba y probablemente China» que interfirió en las elecciones, además de afirmar que las máquinas de votación utilizadas fueron «creadas en Venezuela por Hugo Chávez» para asegurarse de que nunca perdiera una elección.
Entonces, Rudy Giuliani, abogado personal de Trump, había dicho en un comunicado: «Sidney Powell está ejerciendo por su cuenta. No es miembro del equipo legal de Trump. Tampoco es abogada del presidente a título personal».
Ahora, se viene abajo aquella declaración. El desesperado Trump la ubicó en el ruedo y aporta evidencias que en cualquier lugar del mundo la siquiatría habría hecho ya un veredicto de internación o, al menos, de un fuerte tratamiento demencial.
