Juventud Rebelde - Diario de la Juventud Cubana

El incendio de Gaza se expande sin cesar

La minúscula faja a orillas del Mediterráneo se ha convertido en un sitio inhabitable, pero a pesar de la hambruna y las agresiones diarias de Israel, la población palestina sigue apegada a su tierra

Autor:

Leonel Nodal

El apoyo sin límites ni plazos de Estados Unidos a la guerra de exterminio de Israel en Gaza extiende cada día sus peligrosas llamas por Oriente Medio.

La sanguinaria matanza genocida de respuesta al intrépido y sorpresivo asalto militar de la Resistencia Palestina el pasado 7 de octubre a cuarteles y asentamientos, el alto número de muertos y heridos, así como la captura de más de 200 rehenes para un presumible intercambio de prisioneros, dejó un insaciable deseo de venganza que no logra borrar la humillante derrota.

A 145 días de ataques por aire, mar y tierra, con bombas de destrucción masiva, cohetes teleguiados de alta precisión, más una invasión terrestre de los más modernos tanques, blindados, cañones y municiones suministrados y pagados por Washington, los resultados son vergonzosos.

Gaza ha sido reducida a escombros, con más del 75 por ciento de su infraestructura urbana, incluyendo hospitales, escuelas, comercios, iglesias y mezquitas destruidas; las masacres diarias suman más de 30 000 muertos y 70 000 heridos o mutilados, de ellos dos tercios mujeres y niños, más unos 7 000 desaparecidos, probablemente bajo los escombros.

La población palestina sobreviviente, cerca de 2,3 millones de personas indefensas, corre el riesgo real e inminente de morir de hambre, enfermedades contagiosas o infecciosas, por falta de alimentos, medicinas, agua potable, combustible, electricidad y sitios donde protegerse de la lluvia y el frío invernal.

Israel movilizó más de 360 000 reservistas desde el primer día de su operación de venganza. Estados Unidos ha destinado todo lo necesario para abastecer la masiva e incesante matanza por aire, mar y tierra, contra una milicia irregular de unos 25 000 hombres, según los cálculos de los servicios de inteligencia israelíes.

Y nada, la santa alianza sionista-estadounidense sigue insatisfecha. En 145 días de guerra ha sido incapaz de alcanzar los objetivos que el primer ministro Benjamín Netanyahu proclamó con la bendición del presidente Joseph Biden: liberar a los cautivos israelíes en poder de la Resistencia Palestina, liquidar a Hamás y sus líderes. Una victoria total.

La minúscula faja a orillas del Mediterráneo se ha convertido en un sitio inhabitable, pero a pesar de la hambruna y las agresiones diarias, la población palestina sigue apegada a su tierra.

En el camino, Israel ha revelado la naturaleza racista, discriminadora y asesina del régimen del apartheid sionista impuesto en todos los territorios árabes ocupados de Gaza, Cisjordania y Jerusalén Este contra la población cristiana y musulmana.

Lejos de aplacarse, la guerra se extiende. La frontera sur libanesa ya es escenario diario de intercambios artilleros, y la aviación israelí se atrevió a bombardear supuestas posiciones de Hezbolá en la planicie de la Bekaa, por primera vez desde 2006. La milicia libanesa, por su parte, ripostó impactando en terreno profundo israelí. 

Por otro lado, las milicias hutíes yemenitas mantienen en jaque a los navíos occidentales que intentan llevar suministros a Israel, en reclamo del cese de la agresión a Gaza.

A Tel Aviv no le va nada bien. El ministro de Defensa Israelí, Yoav Gallant, admitió textualmente este miércoles: «Los costos que asumimos en términos de número de muertes y lesiones son altos».

El ejército israelí anunció la muerte de al menos dos soldados y las heridas graves de otros siete de la Brigada Givati en el norte de la Franja de Gaza. Otro parte militar dice que 26 soldados israelíes resultaron heridos en los combates de Gaza durante las últimas 24 horas.

Mientras tanto, el frente norte se calienta. Según los medios israelíes, los misiles de Hezbolá causaron daños materiales en Kiryat Shmona.

Al-Jazeera reportó que las sirenas sonaron en el poblado israelí de Kiryat Shmona y el Dedo de Galilea por segunda ocasión este miércoles por la mañana.

A su vez el Canal 12 israelí informó de daños materiales durante el bombardeo desde el Líbano a la ciudad de Beit Hillel en la Alta Galilea, mientras que el portavoz de la policía israelí reseñó daños como resultado de cohetes de Hezbolá caídos cerca de Kiryat Shmona.

Dos ataques israelíes tuvieron como objetivo las proximidades de la ciudad de Beit Lev, en el sur del Líbano.

Israel se hunde de la mano compasiva de Washington en otro episodio bélico que cada vez recuerda más las fracasadas aventuras de Afganistán, Irak, Siria donde cada víctima multiplica el número y la decisión de sus adversarios.

 

Comparte esta noticia

Enviar por E-mail

  • Los comentarios deben basarse en el respeto a los criterios.
  • No se admitirán ofensas, frases vulgares, ni palabras obscenas.
  • Nos reservamos el derecho de no publicar los que incumplan con las normas de este sitio.