S.N.: Tengo 16 años, hace algún tiempo comencé una vida sexual activa. Desde entonces he tenido varias novias, pero he estado presentado un problema que me tiene muy preocupado: no consigo eyacular ninguna de las veces que tengo mis encuentros con mi pareja, ni tratando de hacerlo con la autocomplacencia. Me da pena decirle esto a otra persona por lo que estoy necesitando de su ayuda. No sé a qué se debe esto ni qué puedo hacer.
Está claro que algo se dificulta para ti de la vida sexual activa, sin saber qué es. Antes de tomar alguna medida, habrá que identificarlo y comprenderlo.
En el caso del «orgasmo seco» o eyaculación retrógrada, el semen no fluye por el orificio uretral y se acumula en la vesícula urinaria, expulsándose con la orina. El orgasmo aneyaculatorio o sin semen acontece porque no se elabora o porque están bloqueados los canales que conducen el fluido seminal de los testículos al pene. En estos casos se requiere consultar al urólogo.
En la mayoría de los casos la eyaculación se demora en llegar o retarda. Se inhibe el orgasmo de manera perenne o se logra solo en determinadas situaciones, ya sea masturbándose en la soledad, en presencia de la compañera o con estímulos específicos en la zona oral, anal, u otra, sin lograrlo con la penetración.
La causa de esta inhibición varía de un hombre a otro. Puede suceder que su satisfacción radique en provocar el goce femenino, que la ansiedad por llegar al clímax bloquee el disfrute, que resulte muy complicado articular el goce individual y autoerótico con la presencia de otra persona, que sea otro el goce buscado, entre otras muchas razones.
Recién has comenzado ese camino en que cada hombre ha de buscar su modo de vivir lo erótico. Si la dificultad persiste no dudes en consultar un psicólogo.
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