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Foto: Roberto Suárez CAMAGÜEY—. Uno de los temas más analizados y que promovió reflexión entre los representantes de la Federación de Estudiantes de la Enseñanza Media (FEEM) en esta provincia fue el de las captaciones en preuniversitarios y secundarias básicas para ingresar a las carreras pedagógicas.
La estudiante del pre pedagógico Mártires de Angola, Yenny Loucraft, manifestó que las secundarias básicas deben convertirse en el escenario principal donde se convenza al joven de la importancia que para la Revolución tiene graduar maestros con calidad.
«Si bien hoy se necesitan profesores, tampoco el ingreso a las carreras pedagógicas puede convertirse en el escape del estudiante para no asistir a las futuras escuelas en el campo o en la última opción de carreras universitarias, en el caso de los preuniversitarios. La FEEM debe seguir trabajando en esta dirección, pues maestro no es cualquiera. Hay que enamorarse de esta profesión, tener vocación o crearla desde que nos iniciamos en la Secundaria», concluyó.
Sin embargo, también se habló de la necesidad de seguir insistiendo en que las captaciones de jóvenes para estudiar carreras universitarias no pueden ser vistas desde un enfoque puramente cuantitativo, solo para cumplir con cifras, asignadas por territorios.
La calidad del profesional del futuro, corre el riesgo de perderse, o lo que es peor, que el recién graduado abandone su profesión, a causa de un mal trabajo de captación basado en números.
«¿Y si a esto le sumamos padres depredadores? —precisa en el debate por la vertientina María del Carmen Peña, del Centro Unificado IPUEC Abel Santamaría Cuadrado—, ¿podrá descansar nuestra Organización...?».
Hay que trabajar con todas las organizaciones de base y no dejarles esta tarea solo a los pre pedagógicos, como suelen pensar algunos como consecuencia del gradual incremento a seis centros de este tipo en Camagüey.
Para lograr revertir esta realidad habrá que explotar todos los escenarios donde actúen hijos, padres, FEEM y escuela, refirió Jorge Sutil Sarabia, primer secretario de la UJC en el territorio. «Hay que hacer nuestras, incluso, hasta las reuniones de padres, porque cuando hay vocación esta se destruye muchas veces por la incidencia negativa de la familia». Refirió además que «la FEEM tiene que estar al tanto, para que ese adolescente comprometido no se pierda por esta razón».
El nuevo Secretariado provincial de la FEEM, dirigido por el joven Alexander Quesada Pedroso tendrá este entre sus retos, porque territorios como la capital agramontina, Jimaguayú, Najasa, Vertientes y Florida presentan déficit de Profesores Generales Integrales, hecho que evidencia que el oportuno encuentro juvenil debe tener como continuidad la labor cotidiana de la organización en la base. (Yahili Hernández Porto)
CUIDEMOS LA REVOLUCIÓNSANTIAGO DE CUBA.— La asamblea provincial de la FEEM reconoció lo conseguido por este territorio en la formación de 12 000 maestros y profesores durante los seis años de Batalla de Ideas, sin los cuales hubiera sido imposible el desarrollo de las transformaciones educacionales.
Pero no se quedó en el homenaje, sino que miró al futuro, razón por la cual los 250 delegados coincidieron en la necesidad de elevar el protagonismo de la organización en la incorporación a las carreras pedagógicas.
Igual se habló de seguir sembrando conciencia y compromiso político en el análisis de temas como la incorporación a los predestacamentos Ramón López Peña y Para servir a mi Patria, o la incorporación de varones y hembras al Servicio Militar General.
El trabajo político argumentado, alejado de esquemas y formalismos, y la ejemplaridad de los dirigentes, se definieron como aspectos imprescindibles en el funcionamiento cotidiano de la organización.
«Cuidar por siempre esta Revolución sigue siendo la misión principal de los estudiantes cubanos», dijo Patricia Flechilla Frómeta, presidenta nacional de la FEEM, al intervenir en la asamblea.
La dirigente estudiantil convocó también a preservar las conquistas con el estudio diario, utilizando todas las vías para influir en el crecimiento espiritual de los nuevos, y perfeccionando el trabajo cotidiano. (Odalys Riquenes Cutiño)
