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Foto: Cortesía del Cuerpo de Guardabosques de Cuba. Llamaradas imprudentes Cuando el agua no regresa a la tierra Probeta Cursor del 2007 Una llama mal controlada, un fósforo o cigarro tirado al descuido, o una fogata prendida por cazadores furtivos, están entre las principales causas de incendios forestales en Cuba.
Con un incremento gradual en los últimos años, debido a las condiciones climáticas a nivel global y regional, los siniestros cobran miles de hectáreas de vegetación, causando pérdidas cuantiosas a la economía nacional, pero especialmente al medio ambiente e incluso a la salud humana.
Cifras proporcionadas por el Cuerpo de Guardabosques de Cuba atestiguan que si bien durante el período 1961-1980 en el país no se sobrepasaban los mil incendios forestales por quinquenio, con un promedio anual de 158, a partir de 1981 la tendencia ha sido al aumento, alcanzándose un promedio anual de 240 incendios forestales.
En los primeros años de este siglo este indicador subió a 329 fenómenos de este tipo anualmente, con un promedio de 11 265 hectáreas afectadas cada año, y de ellos el 90 por ciento tienen su origen en actividades humanas con diversas motivaciones, entre ellas las actividades agropecuarias, como la quema de desechos agrícolas o de potreros para favorecer el crecimiento de las yerbas o eliminar plagas, que al descuidarse o efectuarse de forma incontrolada cerca de bosques, inciden en estos.
Otras causas que incurren en estas negligencias son la actitud descuidada de los fumadores, las chispas que desprenden vehículos que circulan por los bosques sin la debida protección, así como la presencia de cazadores y pescadores furtivos o de castradores de colmenas silvestres.
Solo entre enero y mayo de este año se reportaron en Cuba 242 incendios forestales que afectaron 7 848 hectáreas, de ellas 3 136 en plantaciones. Otras 2 169 ha pertenecían a hierbazal de ciénaga. Asimismo se reportaron 444 incendios en vegetación (pastos, matorrales y frutales) con una superficie aproximada recorrida por el fuego de 8 387 ha.
En esta etapa, el 62 por ciento de los incendios reportados se localizaron en las provincias de Pinar del Río, Matanzas, Cienfuegos y Villa Clara, concentrándose el 88 por ciento de las afectaciones en Matanzas, Villa Clara, Cienfuegos y Granma.
Aunque los estudios indican que el peligro de alta peligrosidad está comprendido entre los meses de febrero a mayo, y es el horario entre 10:00 y 18:00 horas el de mayor ocurrencia, con el corrimiento de las estaciones climatológicas también han empezado a variar poco a poco estos patrones.
