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BAYAMO.— Uno de los padres fundadores de la nación cubana, Francisco Vicente Aguilera, fue recordado en Bayamo, su ciudad natal, con el evento científico Nada tengo mientras no tengo patria, que evoca una de las frases excelsas del prócer.
En el panel, realizado en ocasión del aniversario 187 del nacimiento de Aguilera, Raúl Izquierdo Canosa, presidente de la Unión Nacional de Historiadores de Cuba, recordó que el héroe independentista se desprendió desinteresadamente de numerosos bienes para convertirse en uno de los líderes de una guerra desigual contra la colonia española.
El investigador también hizo hincapié en la necesidad de conocer la figura no muy estudiada de Aguilera y de adentrarse en el costo humano y material de aquella contienda bélica que agigantó la gloria de patriotas como este bayamés, quienes quedaron sin riquezas materiales.
También el historiador Ludín Fonseca, director de la Casa de la Nacionalidad Cubana, expuso que Aguilera puede considerarse el padre de la conspiración que llevó al estallido independentista, pues en principio fue de los que encabezó los preparativos de la lucha, aunque, por otras razones, no resultó el primero en levantarse en armas.
Aún con su enorme liderazgo tuvo la capacidad de secundar a Carlos Manuel de Céspedes y de ponerse bajo sus órdenes sin interés alguno.
Aguilera, dueño de tres ingenios azucareros, varios comercios y otros establecimientos, centenares de fincas y esclavos, era considerado por muchos el hombre más rico de su tiempo en la región oriental de la Isla; nació el 23 de junio de 1821, y presidió el Comité Revolucionario de Bayamo y la Junta Revolucionaria de Oriente, organizaciones en las que conspiró por la independencia nacional.
Ganó el grado de Mayor General, fue nombrado Secretario de Guerra y luego Vicepresidente de la República en Armas. En 1871 se le encomendaron tareas en el exterior para ayudar a la causa independentista; murió en total pobreza en Nueva York, el 22 de febrero de 1877.
