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El delegado de las FARC-EP, Rubén Zamora, leyó el comunicado del Bloque Occidental Alfonso Cano Autor: Roberto Suárez Publicado: 21/09/2017 | 05:27 pm
Rubén Zamora, miembro de la delegación de la guerrilla al diálogo de paz, llamó a las Fuerzas Armadas de su país, y especialmente «a oficiales, suboficiales, soldados y policías patriotas», así como a todos los colombianos, a hacer un esfuerzo para aprovechar este momento y que la salida política sea la vía para que se construya «el sueño y la esperanza de la paz con justicia social».
Las declaraciones del representante de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo (FARC-EP), tuvieron lugar poco antes de comenzar la jornada de conversaciones de este domingo en el Palacio de Convenciones de La Habana, y luego de dar a conocer un comunicado del Bloque Occidental Comandante Alfonso Cano que desmiente que alguna unidad de las FARC-EP, ni de las Milicias Bolivarianas, hayan operado el 20 de noviembre de 2012 en la zona rural del corregimiento de Huasanó, municipio de Caloto Cauca, ubicado en el departamento del Cauca.
Según el mensaje, el alto mando militar colombiano ha propalado la existencia allí de combates de los que responsabilizó a las FARC-EP, lo que presentó como un incumplimiento, por unidades insurgentes del 6to Frente, del cese de las acciones ofensivas y las acciones de sabotaje con que se comprometió la organización guerrillera al inicio de las conversaciones en La Habana.
El comunicado afirma que se trató de un simulacro realizado por unidades de la Fuerza de Tarea Apolo del Ejército, lo que calificó de «peligrosa pantomima que afortunadamente no pasó a mayores», y de la cual «la comunidad puede dar testimonio».
El Bloque Alfonso Cano ratificó su total acatamiento al cese unilateral de las acciones ofensivas ordenado por el Secretariado del Estado Mayor central de las FARC-EP, aunque aclaró que ese cese al fuego está referido únicamente a las acciones ofensivas y a los actos y sabotajes contra la infraestructura pública o privada. «Si la fuerza pública pretende atacar a nuestras unidades guerrilleras, estas se encuentran en su legítimo derecho a la defensa y actuarán de conformidad con este principio», advirtió el texto, donde también se ratifica el compromiso con la lucha por paz y la justicia social.
Momentos antes había hecho su entrada a la sede del diálogo la representación del Gobierno, encabezada por Humberto de la Calle, que no ofreció declaraciones. Al equipo gubernamental se sumó la víspera el General en retiro Oscar Naranjo, con lo que se completó la representación del ejecutivo de Juan Manuel Santos.
Siguiendo el ritmo acordado, las partes trabajarán el lunes por separado, para volver a reunirse durante tres jornadas seguidas más, a partir del martes.
Las conversaciones prosiguen a puertas cerradas y rodeadas de un hermetismo roto únicamente por los diversos comunicados dados a conocer por la guerrilla, durante la semana, a la numerosa prensa que cada día espera el arribo de las delegaciones a la sede del encuentro.
El tema de la tierra ocupa el primer punto de la agenda plasmada en el Acuerdo General dado a conocer por el Gobierno y la insurgencia el 26 de agosto, en La Habana, pero no se conoce qué es exactamente lo que se está abordando ahora en la mesa.
