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Cuba, con la frente en alto Autor: Adán Iglesias Publicado: 03/02/2020 | 08:57 pm
El hacha con que Estados Unidos pretendió cercenar la soberanía y la independencia de Cuba desde el mismo triunfo de la Revolución, dio un tajo que pretendía ser letal de inmediato, el 3 de febrero de 1962, cuando el entonces presidente, John F. Kennedy, dio la orden a los secretarios del Tesoro y del Comercio de imponer el bloqueo sobre el comercio entre Estados Unidos y la Mayor de las Antillas mediante la Proclama Presidencial 3 447, que entró en vigor cuatro días después.
Fue un paso adelante en las agresiones que habían comenzado durante la administración de Dwight Eisenhower, y con él se iniciaba una armazón cada vez más férrea, cuyo objetivo era y sigue siendo asfixiar económicamente a los cubanos, aislarnos políticamente y doblegarnos.
Han transcurrido desde aquel febrero 58 años, y si bien nuevos decretos, memorandos, disposiciones y oprobiosas e inhumanas leyes se han ido acumulando para reforzar más el dogal, y nos han cerrado puertas con prohibiciones, llenado de amargas pócimas y pesadas piedras el camino, no han podido lograr su propósito primario y único.
Una y otra vez, año tras año, aquella frase pronunciada por Fidel el 26 de julio de 1978, nos sigue guiando: «Nosotros estamos dispuestos a resistir digna y abnegadamente los años que sean necesarios el bloqueo imperialista. Si otros transigen, si otros se dejan sobornar, si otros traicionan, Cuba sabrá mantenerse como ejemplo de una revolución que no claudica, que no se vende, que no se rinde, que no se pone de rodillas».
