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El enfrentamiento a la COVID-19: una estrategia eficaz y con resultados

El Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, al intervenir este jueves en la Mesa Redonda, hizo referencia a los tres frentes de trabajo que en estos momentos se abordan en el país: el enfrentamiento a la pandemia, la resistencia y la denuncia del recrudecido bloqueo de EE. UU. y la implementación de los acuerdos del Congreso del Partido 

 

Autor:

Alina Perera Robbio

A partir del próximo lunes Cuba irá a «un momento donde haya más participación, pero también con una responsabilidad más compartida entre los esfuerzos del Gobierno, del sistema de salud, de las instituciones, de las organizaciones de masas, y la responsabilidad individual, familiar, colectiva, la responsabilidad social en las escuelas, en los centros educacionales, en las fábricas, en la comunidad, en los lugares públicos, en las tiendas».

Así lo refrendó el Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, al intervenir este jueves en la Mesa Redonda, para tratar asuntos muy importantes y complejos para la Cuba que hoy se abre paso en escenarios nada fáciles, pero en la cual «podemos caminar buscando la luz si participamos entre todos de una manera responsable y también de una manera aportadora».

En sus primeras palabras, el Jefe de Estado habló de «la significación de esta Mesa Redonda, justo cuando se cumplía un aniversario más del asesinato de Ernesto Guevara, quien «siempre está presente como inspirador, como guía, como ejemplo en todo lo que vamos haciendo en el presente y en lo que haremos en el futuro».

Seguidamente hizo alusión al contexto mundial complejo que se está viviendo con la COVID-19, donde nosotros también hemos tenido una realidad nacional sumamente desafiante, que ha tenido que enfrentar pandemias y la agresividad del bloqueo de Estados Unidos contra Cuba. Y por otra parte, está el empeño que tenemos en avanzar en el cumplimiento de los acuerdos del Congreso del Partido, y por lo tanto de la estrategia económica y social.

El dignatario subrayó que nuestro pueblo conoce que hay tres frentes de trabajo que en estos momentos abordamos entre todos: el enfrentamiento a la pandemia; la resistencia y la denuncia del bloqueo, de la agudización del bloqueo y de la persecución financiera; y la implementación de los acuerdos del Congreso del Partido que de una manera más sintética hoy los tenemos concentrados en la Estrategia Económica y Social.

Cuando hoy evaluamos resultados, afirmó Díaz-Canel, «podemos tener insatisfacciones, podemos tener elementos de valoración críticos hacia determinadas problemáticas, hacia determinadas ineficiencias; pero creo que hoy también podemos hablar y compartir resultados y además plantearnos nuevas metas en distintos escenarios».

Hizo referencia a un primer escenario, el del enfrentamiento a la COVID-19, en el cual Cuba ha tenido una estrategia concebida con la experiencia de la Revolución en materia de salud, con la experiencia que hemos adquirido también con la participación de nuestros colaboradores de la salud en otros confines del mundo, con el aporte de la comunidad científica cubana, y con el trabajo mancomunado entre las organizaciones de masas y políticas, con el pueblo en sentido general.

«Ha sido una estrategia eficaz, y ha sido una estrategia con resultados», definió y destacó que todos los elementos de diagnóstico del plan de enfrenamiento a la COVID-19 se han cumplido. Asimismo habló de reconocer la manera en que se ha trabajado, desde los primeros momentos en que casi no se conocía la enfermedad, pasando por el planteo de estrategias sobre la base del aprendizaje continuo.

La sabiduría con que se enfrentó al nuevo coronavirus, rememoró el mandatario, hizo posible sobrepasar el pico que tuvo la enfermedad a la altura del mes de abril. «Posteriormente llegamos a una situación de estabilidad, pero ya los modelos matemáticos que veníamos trabajando habían anunciado la posibilidad de un rebrote alrededor de agosto, de septiembre; otros eran más conservadores y lo planteaban en septiembre u octubre, y ese rebrote se produjo».

Auxiliándose en un gráfico hecho de su mano durante la comparecencia, el mandatario explicó cómo fue que lo aprendido durante el «pico» de la enfermedad se aplicó en la etapa de la meseta, y cómo los modos de actuar fueron ganando en efectividad.

Por eso, resaltó, nosotros hemos pasado este rebrote y en medio de él hemos disminuido la letalidad: la relación de las muertes contra los casos confirmados. «Hoy estamos en un momento en que el nivel de altas supera los casos diarios; en que La Habana ha venido a estar más controlada; vamos superando la situación que se dio en Ciego de Ávila; vamos controlando también la situación de Sancti Spíritus; hay un grupo de provincias que han vivido durante varios meses sin reportar casos.

«Entonces, meditó el Jefe de Estado, es el momento también de pensar que tenemos que actualizar (la estrategia de enfrentamiento)». E hizo referencia a cómo se han robustecido en estos meses los protocolos de acción, a cómo el aporte científico ha sido «tremendo»: más de 13 biofármacos están en ensayos clínicos en estos momentos, y con resultados. Cuba, como también él destacó, ha contado en estos tiempos difíciles con una ciencia trabajada como innovación, de una manera integral, multidisciplinaria, que supo llegar incluso hasta los temas de apoyo sicológico.

Para argumentar la necesitad y pertinencia de actualizar la manera en que estamos enfrentando la COVID-19, el Presidente compartió algunos datos: Hoy en el mundo, los casos de contagio sobrepasan los 36 millones, en América Latina son 17 millones; y Cuba tiene, hasta el cierre último antes de la comparecencia, 5 917 casos.

A nivel planetario las muertes por el nuevo coronavirus superan el millón; en América Latina, la cifra sobrepasa el medio millón; mientras que la Isla lamenta el fallecimiento de 123 personas; «por lo tanto, detalló el mandatario, la letalidad en el mundo es de 2,9 por ciento; la de las Américas es de 3,3; y la de Cuba hoy es de 2,079».

En un panorama así, cuando la nación caribeña muestra indicadores que «indudablemente marcan una diferencia tremenda con lo que está ocurriendo», el Jefe de Estado preguntó si es lógico que sigamos con la cantidad de restricciones que tenemos; o es más inteligente comenzar a plantear una estrategia que nos haga capaces de convivir con la enfermedad, de ir reanimando nuestra actividad económica y social, de ir aspirando a esa nueva normalidad en la cual es posible convivir con la COVID-19, y con un mínimo de riesgo si hacemos las cosas bien.

Perfeccionamiento de una estrategia

La actualización, el perfeccionamiento de una estrategia de enfrentamiento al nuevo coronavirus es una idea, informó el dignatario, aprobada en la última reunión del Buró Político del Comité Central del Partido Comunista de Cuba, presidida por su Primer Secretario, el General de Ejército Raúl Castro Ruz. En la nueva normalidad, analizó el Jefe de Estado, debemos aumentar la percepción de riesgo, darnos cuenta de que el virus está constantemente acechando.

Para sostener la posibilidad de la nueva estrategia, el Jefe de Estado trajo a colación que «en el caso de nuestro país se han atendido en estos siete meses al ciento por ciento de los casos confirmados, y el ciento por ciento de los contactos de esos casos confirmados. No han colapsado nunca nuestras unidades de cuidados intensivos, y ninguna muerte se ha producido, como sí en otros lugares del mundo, por el colapso de los cuidados intensivos».

A lo anterior se suma, como expresó el mandatario, que no se reportan niños, embarazadas, ni trabajadores de la Salud fallecidos en Cuba.

Desde la ciencia hay más de 700 investigaciones y 16 ensayos clínicos en ejecución con el uso de 13 bioproductos; desde la colaboración, hay 52 brigadas médicas en otros confines del mundo, al tiempo que se incorporaron las brigadas que ya estaban en cumplimiento de misión internacionalista a esta lucha contra la pandemia.

Son logros mencionados por el Presidente, quien habló también de «un comportamiento muy robusto de los protocolos que han estado desarrollando nuestros expertos y nuestros científicos». No faltó, de parte del mandatario, la gratitud por la manera en que se implicaron excelentemente nuestros médicos, el personal de enfermería, los científicos, los técnicos de laboratorio, los trabajadores de casi todos los sectores, lo mismo dentro que fuera del país.

«Hay que decir que el personal de la salud que ha cumplido misiones en el exterior en tiempos de COVID-19, ha tenido que enfrentar retos muy altos, incluyendo ataques políticos en un grupo de países, y eso lo han enfrentado ellos con un nivel altísimo de entrega, de eficiencia en su trabajo». Es una fortaleza, dijo Díaz- Canel, por la cual nuestros profesionales han sido bendecidos por los pueblos a los que ellos han llegado con su ayuda.

No faltó, en voz del dignatario, el reconocimiento a nuestros «jóvenes, profesionales y estudiantes que han exhibido consagración y además tomaron esto como una batalla propia»; e igualmente extendió ese reconocimiento a la participación de los gobiernos provinciales y municipales, los organismos centrales, las organizaciones políticas y de masas, y el pueblo como parte fundamental de todo el trabajo de enfrentamiento.

Díaz-Canel señaló que existe un elemento que es propio de nuestro sistema: la planificación —a veces muy criticada por algunos—, la que puede explicar el principio de justicia social imperante en medio de esta situación. Planificar es «casi un milagro», recordó el Jefe de Estado, «lo que pasa es que detrás de ese milagro hay un pueblo, hay una idea que defender, hay una experiencia, hay baluarte»; y recordó que ahí está el pensamiento de Fidel, del Che y del General de Ejército Raúl Castro Ruz.

Teniendo la vida del pueblo como lo más preciado, y aprovechado todo lo ganado en experiencias, se ha preparado una estrategia, dijo Díaz-Canel, que va más allá de cierres y cuarentenas por áreas, y que establece un grupo muy práctico de procedimientos operativos, bajo principios de racionalidad, ciencia e innovación, y evaluación permanente, para aprender a vivir con la enfermedad, con el menor riesgo.

Habrá que cambiar algunos modos de actuación, reflexionó, con un criterio más riguroso de detección a tiempo de los casos positivos y de los contactos, con aislamientos que no siempre llevarán a que tengan que ser en un centro, porque si se hacen bien, expresó, pueden tener como escenario la casa, con un seguimiento permanentemente por parte del sistema de atención primaria de Salud.

«Nosotros como Gobierno, informó el Jefe de Estado, vamos a retomar el sistema de trabajo que veníamos desarrollando». Anunció entonces dos visitas, durante este mes, a provincias, y habló de esos momentos como oportunidades «para dar el ejemplo en materia de actuación en esta nueva normalidad».

«Vamos a trabajar en la visita con el distanciamiento físico, (…) pedimos también comprensión a la población porque tenemos mucho interés en intercambiar con la población pero tendremos que hacerlo en lugares abiertos, donde se presente el distanciamiento, donde se haga uso del nasobuco en todos esos encuentros».

Por otra parte, reflexionó, «aprender a convivir con el virus significa leer, interpretar las estadísticas, y (también significa) nuestra capacidad individual y social para influir en ellas. El desafío es que trabajemos así y que logremos hacer sostenible esta superación que hemos hecho del rebrote».

Consejos que son como el ABC del comportamiento en el presente compartió Díaz-Canel: distanciamiento físico; saludos que al menos por ahora no podrán ser tan efusivos como en otros tiempos; evitar las aglomeraciones; uso de la mascarilla en espacios abiertos o cerrados  si hay más personas; lavado frecuente de las manos; y defensa de toda la higiene posible. Y «hay que facilitar todo lo que nos ayude a cuidarnos los unos a los otros, ya sea el teletrabajo o el comercio electrónico, o el empleo prioritario de espacios abiertos».

«Tenemos que reconocer que nuestra fortaleza principal, que es el capital humano que ha formado la Revolución, nos ha colocado a la vanguardia de lo que en el mundo busca el remedio definitivo al virus con una vacuna», afirmó el mandatario, quien recordó que el país cuenta con un «grupo de candidatos vacunales en los que se está trabajando; pero en lo que llega ese momento, que no es inmediato por las complejidades que tienen el registro y el desarrollo de una vacuna, vamos a aprender usando la única vacuna que hasta ahora ha demostrado efectividad: la disciplina y la responsabilidad personal y social.

Agresividad y brutalidad imperial 

El Presidente cubano denunció la crueldad que entraña el bloqueo imperial: «Esa agresividad y esa brutalidad del imperio en la política interior, se manifiesta en Cuba con la actual administración norteamericana, en una elevación de la retórica anticubana, a niveles solo comparables con los del momento de la guerra fría, y con acciones de persecución financiera y comercial como parte del bloqueo.

«A eso se suman campañas de descrédito a la Revolución y a sus principales dirigentes, que apuntan a quebrar la unidad, intoxicando todos los espacios en los que trabajamos por enfrentar y resolver los problemas sociales y económicos y también los prejuicios que todavía no ha superado nuestra sociedad, y por eso tratan de dividirnos en temas como el racismo, la violencia contra la mujer, el reconocimiento a la comunidad LGBTI…

«Ya nadie discute, denunció, que hay un virtual ejército de mercenarios viviendo al amparo de una campaña para pagar, por ejemplo, a los que se enfrentan a intelectuales y artistas comprometidos con la Revolución, o a personas que se han negado a atacarla».

«Se ataca con saña a dirigentes o líderes de opinión que defienden abiertamente la Revolución, y casi que lo que se promueve es un linchamiento virtual, que apela a cualquier recurso por denigrante que resulte, para silenciar voces y debilitar liderazgo».

Y en esta campaña se trata de demostrar o de probar, afirmó el mandatario, incapacidad administrativa o gubernamental, y se ocultan los avances y proyectos de nuestro país; y se atacan constantemente, y esto es un tema muy importante, nuestras principales fuentes de ingreso para estrangularnos: la salud, el turismo, las remesas, entre otros.

Podría parecer un mal chiste si esto no fuera una realidad verificable, y es que el propósito no es nada oculto, porque están tratando de provocar un estallido social en Cuba como parte de intereses puramente electorales y para quedar bien con la mafia anticubana radicada fundamentalmente en Miami, denunció el Jefe de Estado.

Unificación monetaria y cambiaria 

El tercer escenario al cual hizo referencia Díaz-Canel fue el de la estrategia económica y social, aprobada con el objetivo de impulsar todo lo que estaba pendiente de lo aprobado en el último Congreso del Partido, y también para potenciar la economía en una situación de crisis pos-COVID-19.

El mandatario describió la compleja situación del país ante lo cual «hemos tenido que introducir una necesaria y no deseable parcial dolarización de la economía, están presentes también las manifestaciones de delitos y de ilegalidades que se han estado enfrentando»; y sumó la acumulación de problemas estructurales (que son los que deben llevar a la unificación monetaria y cambiaria).

«Todos ese contexto nos está obligando a imprimir un mayor ritmo a la implementación de esa estrategia, y se está trabajando con énfasis», afirmó el Jefe de Estado, quien mencionó tareas de primer orden como la transformación de la agricultura, el incremento en la producción industrial, estimular todas las ofertas de bienes y servicios posibles tanto en el sector estatal como en el sector no estatal, poner en marcha el verdadero fortalecimiento de la empresa estatal, y ejecutar transformaciones pendientes de las formas de gestión no estatal, así como transformar y modernizar el comercio.

Sobre la tarea Ordenamiento, Díaz-Canel dijo que la misma se encuentra hoy en un momento superior, con definiciones claras de cuáles son sus principales componentes.

Ahora se está trabajando de manera integral, dijo, en capacitar a todas las personas que están involucradas en esa tarea que es de gran envergadura. «Este es un trabajo integral, conceptualmente profundo, abarcador, que tiene en cuenta múltiples interrogaciones en la economía».

Cuando se vaya a su implementación, expresó el mandatario, oportunamente se le informará a la población cómo se llevará a cabo. Sobre temas tan medulares para la vida de los cubanos, el Jefe de Estado comentó la necesidad de «separarse de las bolas y de las falsas noticias».

La tarea Ordenamiento, puntualizó, tiene un carácter multidisciplinario, transversal, y para ella se han analizado todo los elementos de complejidad que Cuba vive en estos momentos.

El Presidente ratificó, además, que la unificación monetaria y cambiaria no constituye la solución mágica a nuestros problemas económicos y financieros pero sí nos debe conducir a la elevación de la productividad del trabajo y a un desempeño más eficiente de las fuerzas productivas.

«Vamos a hacer unificación monetaria y cambiaria pero también vamos a suprimir parcialmente subsidios indebidos, va a desarrollarse esta tarea con una reforma salarial, con una reforma en las pensiones, y con una reforma de precios», apuntó Díaz-Canel.

«Se ratifica en los conceptos de la tarea Ordenamiento, dijo el Presidente de la República, que nuestro socialismo excluye como política la aplicación de terapias de choque a los trabajadores, por lo tanto aquí nadie va a quedar desamparado, y está previsto, si alguien quedara en una situación de vulnerabilidad con la aplicación (…), la manera en que se le deberá apoyar, y la manera en que se le va a ayudar».

«Ratificamos aquí responsablemente, que se preservan las conquistas fundamentales de la Revolución como son la salud, la educación, gratuitas, que además están consagradas en nuestra Constitución.

«En las próximas semanas vamos a ir explicando sobre el ordenamiento, vamos a ir preparando a la población para que comprenda este proceso, para que no se creen falsas expectativas», dijo Díaz-Canel, quien pidió a la población confianza, pues se ha trabajado con rigor y con previsión.

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