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Recién fallecido a los 82 años en su Colombia natal, el pintor y grabador viajó a Cuba en marzo último para saldar una deuda, un compromiso nostálgico consigo mismo Autor: Juventud Rebelde Publicado: 21/09/2017 | 04:58 pm
La Casa de las Américas de La Habana resaltó la trascendencia del pintor y grabador colombiano Omar Rayo, en una reseña en la que expresa dolor por la pérdida de una de las figuras más relevantes de la plástica latinoamericana, destaca Prensa Latina en su sitio web.
Recién fallecido a los 82 años en su país natal, Rayo viajó a Cuba en marzo último para saldar una deuda, un compromiso nostálgico consigo mismo, postergado varias veces por diversas razones y que no quiso dilatar más, según dijo.
En esa ocasión fue recibido en Casa, donde dialogó con especialistas y miembros del consejo de dirección, en quienes dejó la impronta de su mesura, sencillez y certeras opiniones.
Lo movía la intención de estrechar aún más los lazos entre el Museo fundado por él en Roldanillo, Valle del Cauca, y la entidad cubana.
La nota publicada en La ventana, boletín digital de Casa de las Américas, bajo la firma de Nahela Hechavarría, de la dirección de Artes Plásticas y Patrimonio, lo define como «acreedor de una de las trayectorias más serias y constantes de la plástica colombiana», iniciada con la ilustración y el dibujo.
Su pasión por el color y las formas geométricas, subraya, propiciaron un legado de gran fuerza visual, que lo ubicó entre los grandes exponentes del arte óptico-cinético en América Latina.
Los vínculos iniciales del artista con la isla datan de 1984, cuando integró el jurado de la II Bienal de Artes Plásticas de La Habana.
Su huella como pintor y grabador constituye el testimonio de una vida entregada a la creación, señala Hechavarría. Si como afirmara en una ocasión, el color era para él un estado de ánimo, sea pues este un homenaje, concluye, desde la vitalidad cromática, las formas y el movimiento sugerente.
