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El barrio de Pogolotti cumple cien años

En esta barriada residieron o trabajaron importantes personalidades de la vida cultural, científica y el pensamiento cubano, como la escritora y etnógrafa Lidia Cabrera y el eminente médico Carlos J. Finlay

Autor:

Daína Caballero

Conversatorios, muestra de documentales, exposiciones fotográficas y de artes plásticas, bailables, conciertos y una celebración ecuménica fueron algunos de los acontecimientos culturales que se organizaron en el barrio de Pogolotti para celebrar su primer centenario.

Estas celebraciones animaron el quehacer de las instituciones y de la gente de Pogolotti, en especial, cuando este 2011 ha sido declarado por Naciones Unidas como el Año Mundial de la Afrodescendencia, en reconocimiento al proceso de exclusión y opresión del que han sido víctimas el pueblo africano y sus descendientes.

En esta barriada residieron o trabajaron importantes personalidades de la vida cultural, científica y el pensamiento cubano, como la escritora y etnógrafa Lidia Cabrera y el eminente médico Carlos J. Finlay. Dicen que durante largos años, en una modesta vivienda, fueron conservados los restos de dos luchadores revolucionarios: el cubano Antonio Guiteras y el venezolano Carlos Aponte.

Sesenta y tres viviendas han sido construidas en esta localidad entre 1995 y 2003, como parte de un proyecto emergente de desarrollo habitacional que benefició, entre otros, a más de 20 núcleos familiares del asentamiento la Isla del Polvo. La participación de vecinas y vecinos junto a integrantes del Taller de Transformación del Barrio (TTIB), el Gobierno municipal de Marianao, el Centro Memorial Martin Luther King y la ONG Pan para el Mundo fue decisiva para la terminación de las casas.

«Pogolotti es el primer barrio obrero de Cuba. El 80 por ciento de su población pertenece a la clase trabajadora y, aunque en épocas pasadas lo catalogaban como marginal, hoy residen aquí personas que tienen un fuerte sentido de pertenencia y luchan por mejorar sus condiciones de vida», afirma orgullosa Noemí Reyes, coordinadora del TTIB, cuyo propósito es transformar física, social y culturalmente el barrio mediante la ejecución de diversos proyectos socioculturales, educativos y acciones de saneamiento ambiental.

Cuentan que fue Luis Valdés Carrero, tabacalero y combatiente del Ejército Libertador, quien como representante a la Cámara en el Gobierno de José Miguel Gómez, defendió el Proyecto de Ley por el cual se constituyó este barrio el 24 de febrero de 1911. Solo en los primeros documentos se llamó Redención, pero el pueblo lo bautizó para siempre con el apellido de su fundador, Dino Pogolotti, padre del pintor Marcelo Pogolotti y abuelo de la ensayista Graziela Pogolotti.

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