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Borrón y ¿cuenta nueva?

Sin dudas, serán los granmenses quienes transitarán por el más difícil de los caminos que conducen al trono. Después de la celebrada clasificación por méritos propios, tienen ahora la tarea de «emboscar» al campeón Villa Clara para seguir soñando con el título

Autor:

Raiko Martín

Suben hoy las cortinas de la fase semifinal del Campeonato Nacional del fútbol cubano con dos atractivos duelos y un montón de expectativas. Finalmente hubo alguna variación en el esquema, pues si bien los equipos de Villa Clara, Guantánamo y Camagüey se reafirmaron como protagonistas de estas lides, el de Granma se catapultó desde el torneo de ascenso hasta el cuadro de candidatos. Y solo por eso, merece la reverencia.

Sin dudas, serán los granmenses quienes transitarán por el más difícil de los caminos que conducen al trono. Después de la celebrada clasificación por méritos propios, tienen ahora la tarea de «emboscar» al campeón Villa Clara para seguir soñando con el título.

Atravesar Media Luna nunca ha sido complicado para el llamado «Expreso del Centro». Según los archivos de nuestro estadístico Benigno Daquinta, allí los locales solo le han podido arrancar un empate 0-0 a la tropa de Ariel Álvarez en las últimas cinco campañas. Sucedió en la temporada 2008-2009, y desde entonces los naranjas se han impuesto en par de ocasiones, incluido el más reciente 2-0 del pasado marzo.

Repetir tal «proeza» merecería todos los titulares de la jornada que tendrá, al menos sobre el papel, como mucho más pareja, la visita de los guantanameros al predio agramontino del Patricio Lumumba.

Los chicos del Guaso solo tienen en mente reinstalarse en la final, y no dejar escapar ahora la oportunidad de consagrarse por primera vez. Y para ello cuentan con el aval de ser el equipo más goleador (22 dianas) durante el calendario regular, y de tener en sus filas a Alexei Zuaznábar, el máximo artillero del torneo con diez perforaciones.

En el presente curso ambos equipos saldaron sus diferencias con un triunfo por bando siempre que jugaron como local. Sus enfrentamientos en Camagüey durante el más reciente quinquenio —uno de ellos en semifinales y otro en cuartos— favorecen a los orientales con cerrada diferencia de 4-3, pues en ese período allí nunca se ha firmado la paz. Y para más datos, ningún vencedor logró sacar una ventaja de más de dos goles.

Muchas veces se ha hablado de la frialdad de los números, pero algo de realidad siempre encierran. Incontables veces se ha dicho que el terreno dirá la última palabra, pero para alguien que prefiere disfrutar de las sorpresas, no hay nada mejor que votar por los favoritos. Es hora entonces de que los jugadores tomen la palabra.

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