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Dónde estamos; a dónde vamos

El que termina fue tenso, pero el año que mañana comienza tampoco será «un camino de rosas». La economía cubana en 2017 y sus planes para 2018

Autor:

René Tamayo León

«Avance discreto», «resultados favorables», «buena noticia». Varios han sido los calificativos usados por autoridades y miembros de la academia para describir el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) en 2017, el que preliminarmente se ha situado en el entorno del 1,6 por ciento con respecto a 2016.

Muchos análisis leeremos en los días subsiguientes sobre el tema. En medio de la compleja situación por la que transitó el panorama económico interno y el entorno internacional que nos impacta directamente, lograr esos guarismos deja un sabor agradable, optimista, porque casi todo obró en nuestra contra.

Primero fue la sequía, que duró unos tres años. Los perjuicios que provocó a la agricultura cañera y no cañera en el primer semestre de 2017 resultaron cuantiosos; y los recursos y esfuerzos técnicos y humanos que debieron destinarse para el enfrentamiento emergente a la misma, también. Y seguirán.

Después fue el huracán Irma, cuyos daños totales llegaron a los 13 000 185 000 pesos, cifra calculada a partir de la paridad del peso (CUP) con el dólar estadounidense. Solo en el sector agropecuario provocó pérdidas superiores a los 4 000 millones de pesos. Fue un ciclón devastador.

Sus consecuencias se extenderán a 2018. El destrozo que dejó en los cañaverales conducirá a una mengua en la producción de azúcar en unas 130 000 toneladas; muchos de los cultivos de plátano que debían empezar a producir el próximo año también fueron zaheridos; e igual ocurrió con los frutales.

A muchas personas les resulta cansino que se hable de sequía y ciclones —y de «otras cosas más»— cuando de economía cubana se trata. Es cierto que hay cuestiones que dependen de nosotros y no las hacemos como se debe, pero esa es la verdad.

Además de las considerables pérdidas que suscitó en la infraestructura, las viviendas y el plantel industrial, Irma golpeó duro al turismo, convertido en los últimos años en la «estrella» de la economía nacional. Desde septiembre se ha verificado una desaceleración de los arribos en comparación con el trepidante ritmo que llevaba de enero a agosto.

No hay que «sentarse a llorar». En 2015 el número de visitantes internacionales tuvo un alza de alrededor de medio millón de personas con relación a 2014; en 2016, igual; y en este año el crecimiento rondará los 700 000 individuos.

Será un récord para «quitarse el sombrero». No obstante, las potencialidades eran mayores, Irma le puso coto. Esto, empero, tampoco constituye algo para lamentar, los huracanes son parte del «proceso» natural de la economía; y sus consecuencias, también.

EFECTO MARIPOSA

De otra «naturaleza» van, sin embargo, las vilezas humanas. En 2017 no solo persistió el bloqueo económico, comercial y financiero de EE. UU. contra Cuba, que dura ya más de 56 años, sino que se arreció con la actual Administración.

En su propósito de echar por tierra los avances bilaterales alcanzados entre diciembre de 2014 y los primeros días de 2017, el nuevo presidente retornó a la retórica de Guerra Fría, incluyendo agresiones directas, como la cortina de humo generada alrededor de supuestos «incidentes» que habrían afectado la salud de diplomáticos de ese país y otros viajeros.

La Casa Blanca —opina este redactor— creó con esto, como parte de su política antinmigrante, las condiciones para restringir a corto y mediano plazo la emigración legal cubana y las visitas a aquel país, sin confrontar directamente a los votantes cubanoamericanos, que en su mayoría defienden la unidad y la reunificación familiar.

Es un objetivo que se profundiza, a través de barreras casi infranqueables, con el traslado a terceros países de sus oficinas de trámite para quienes viven en Cuba, una situación que no pueden solventar la mayoría de los cubanos.

Otro propósito ha sido limitar las visitas de residentes de Estados Unidos. 

En este año, poco más de un millón de residentes en el país vecino habrán estado por aquí. Cifra jamás vista. Según demuestran las estadísticas, empero, cuando una Administración norteamericana ha tomado medidas para restringir los viajes a Cuba, estas han surtido efecto en un plazo menor o mayor.

El crucerismo, que en 2017 ya habrá traído por acá a alrededor de 400 000 viajeros internacionales, en su mayoría de la nación norteña, podría trastocar los términos. Sin embargo, aunque útil, necesaria, conveniente, esta actividad deja en los países anfitriones menos dividendos que el turismo de estancia.

El 2018 puede reservarnos, a la vez, nuevas y más drásticas medidas de la Casa Blanca contra Cuba. Será un año de elecciones legislativas en EE. UU., y la aceptación del presidente Donald Trump entre los votantes no deja de disminuir.

El reciente triunfo del demócrata Doug Jones en uno de los Estados más conservadores de EE. UU., Alabama, sobre el republicano Roy Moore, en una elección para cubrir una vacante parlamentaria, ha levantado más de una suspicacia.

Por un lado, el fantasma de que los republicanos pierdan el control de una o las dos cámaras en los comicios parciales del próximo noviembre, y por otro, el incremento de la impopularidad de Trump, van a obligar a este («y nada bravo se pondrá») a reforzar sus alianzas, como las que sostiene con la ultraderecha anticubana, la que va a pedir «todo a cambio».

CRECIMIENTO VIRTUOSO

Otros factores que limitaron un mayor avance en la economía nacional en 2017 fueron los incumplimientos en los ingresos previstos por exportaciones de bienes y servicios, en la disponibilidad de combustibles, y en la ejecución de determinados programas inversionistas.

El crecimiento del PIB en este año no es suficiente; al contrario, necesitamos mucho más. Pero en medio de un sinnúmero de circunstancias adversas, como el clima, el bloqueo, las crisis provocadas en contra de socios económicos estratégicos, y las deficiencias propias, haber logrado avanzar alienta.

Nota:

Fuentes de los datos oficiales:

—Discurso del General de Ejército Raúl Castro Ruz, Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y Presidente de los Consej os de Estado y de Ministros, en la clausura del Décimo Período Ordinario de Sesiones de la Octava Legislatura de la Asamblea Nacional del Poder Popular.
 —Intervención de Ricardo Cabrisas, vicepresidente del Consejo de Ministros y ministro de Economía y Planificación, en el Décimo Período Ordinario de Sesiones de la Octava Legislatura de la Asamblea Nacional del Poder Popular.

 

Cifras estimadas.

La economía en el 2017

Crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) a precios constantes: en el entorno del

1,6 por ciento.

 

Principales sectores que propiciaron el crecimiento del PIB:  

Turismo

(4,4 por ciento)

Transporte y comunicaciones

(3,0 por ciento). 

Agricultura

(3,0 por ciento). 

Construcción

(2,8 por ciento). 

Para la actividad turística se estima un incremento de visitantes de 11,9 por ciento: 4 700 000 personas.

Transportación de pasajeros: mejora discretamente, con un sobrecumplimiento de 4,5 por ciento. Transportación de cargas: se queda en el 94,6 por ciento del Plan, en lo fundamental por la baja participación del ferrocarril en el tráfico total.

Principales producciones agropecuarias con cumplimientos favorables: tabaco agrícola, hortalizas, frijoles, viandas, carne bovina y carne de cerdo. Las producciones de huevos y leche fresca menguan, debido básicamente, primero, al impacto de la sequía, después, al huracán Irma.

Los principales programas de inversión vinculados con el desarrollo de las infraestructuras y la ampliación de las fuentes de ingreso externas tuvieron un comportamiento aceptable. 

Se preservó el equilibrio financiero interno. La circulación mercantil minorista sobrecumplirá en 14,6 por ciento en moneda total, en lo principal por el incremento de la participación de las formas de gestión no estatal. El sistema de comercio (Mincin) sobrecumple en 1,8 por ciento.

Circulación mercantil minorista en CUC: 4,1 por ciento por encima. Sin embargo, los niveles de ofertas en ambas monedas no alcanzan a satisfacer la creciente demanda de la población.

Balance de agua: ciento por ciento del Plan, con una ejecución de más de 7 800 000 000 de metros cúbicos. Inciden favorablemente el efecto del huracán Irma y el período húmedo.

Se aseguró la vitalidad de los servicios sociales que se brindan gratuitamente a todos los cubanos.

 

NO PUDIMOS «LLEGAR»… 

En la actividad del Comercio Exterior, el incumplimiento de los pagos de cartas de créditos vencidas afectó las importaciones y la utilización de créditos.

La producción de petróleo equivalente (crudo más gas) se incumplirá en 38 000 toneladas.

Por segundo año consecutivo la importación de combustibles fue muy tensa. Las entregas se incumplen y no se comportan según la estructura ni los programas de arribos previstos.

La participación de las fuentes renovables de energía en la estructura de generación eléctrica será de 4,25 por ciento, de un plan de 4,65 por ciento, sobre todo por incumplimientos de Azcuba a causa de la disponibilidad de caña, debido en lo esencial a la sequía.

El Plan de inversiones llegará al 90,8 por ciento, principalmente por atrasos en importaciones de suministros e incumplimientos en los cronogramas de ejecución de obras.

En la actividad industrial se identificaron y priorizaron los financiamientos y pagos a los proveedores de las principales producciones, pero no en todos los casos se alcanzó el objetivo. El año cierra con incumplimientos en la manufactura de aseo e higiene y en materiales de la construcción.

El balance de envases y embalajes no cubrió la demanda presentada por la industria alimentaria. Se ha trazado una estrategia comercial con los proveedores de materias primas, e inversiones en la industria, para incrementar las capacidades productivas y acercarse al cumplimiento de las demandas.

El aseguramiento de recursos financieros para el Programa de medicamentos disminuyó gradualmente las faltas, tanto de producción nacional como de importación. Se estima cerrar el año con 44 faltas de la producción nacional y se mantiene una atención particular al cumplimiento del programa.

 

El ministro de Economía y Planificación, Ricardo Cabrisas, ofreció en el parlamento una «guía mínima» para honrar el plan de la economía para 2018. 

Garantizar el cumplimiento de los ingresos previstos por exportaciones de bienes y servicios y avanzar en el fomento de nuevos rubros exportables, sea cual sea su escala productiva. 

Avanzar en los programas inversionistas de desarrollo económico del país. 

Suprimir los gastos innecesarios en todas las actividades, destacando la atención a los gastos de viajes al exterior y otras partidas que inciden en las res-tricciones financieras. 

Ser extremadamente exigentes en el uso racional y el control de las divisas y los portadores energéticos. 

Garantizar una gestión eficiente de los inventarios operacionales como fuentes del Plan. 

Evitar los pagos de salarios sin respaldo productivo y mantener estricto seguimiento del equilibrio monetario en el sector de la población. 

Avanzar en los principios de la planificación territorial, lo que permitirá identificar y potenciar las capacidades propias y disponibles en cada rincón del país. 

Leyéndolas «a la ligera», pudiera pensarse que son orientaciones que deben acometer, exclusivamente, dirigentes y directivos en uno u otro nivel. Sí, ellos y ellas están obligados a acatarlas y a hacerlas respetar. Pero léalas nuevamente. Independientemente del puesto que usted ocupe, puede contribuir a que se cumplan uno o varios de estos objetivos, que son estratégicos para el desarrollo del país; o sea, para el bienestar colectivo pero también el individual, el que queremos cada uno de nosotros… Léalas de nuevo.

Lo que nos toca 

El año que mañana comienza tampoco será «un camino de rosas». Muchos serán los desafíos, desde los que nos puede reservar la naturaleza, hasta más agresiones de los enemigos de la nación, sin descartar graves eventos mundiales que pudieran sacudir el planeta.

En su discurso de la pasada semana en el Parlamento, el General de Ejército Raúl Castro Ruz señalaba que el crecimiento estimado de la economía en 2018 «presupone garantizar el uso eficiente de los recursos financieros y materiales disponibles, elevar los ingresos por exportaciones, aumentar las producciones nacionales, en particular de alimentos, sin renunciar a los programas de desarrollo que están en marcha para generar ingresos y nuevas fuentes de empleo».

El cumplimiento del Plan, sin embargo, no es exclusiva responsabilidad de quienes dirigen el país, o de los principales representantes territoriales, o de los directivos empresariales. El propósito incumbe a cada uno de nosotros, y esto no solo se limita a discutir el plan y el presupuesto de las entidades en las reuniones sindicales que se aproximan.

A todos nos concierne exigir permanentemente que se cumpla lo pactado y además —o en especial— hacer cada uno lo que nos corresponde, con «eficiencia» y «eficacia», pero también con corazón y sentido crítico, tanto hacia nosotros mismos como a lo que atañe a otros y no lo están ejecutando como se debe.

 

* Cifras proyectadas.

 

Plan 2018 

Crecimiento del PIB estimado a precios constantes: 2 por ciento.

Principales sectores que inducirán el alza del PIB: 

Construcción

(12,0 por ciento).

Turismo

(4,2 por ciento)

Comercio

(6,7 por ciento).

Se respaldan los niveles productivos e inversiones asociadas a las exportaciones de bienes y servicios, los programas de desarrollo e infraestructuras, y las demandas del turismo.

Han de crecer las exportaciones, en lo fundamental por turismo, producciones de la industria, el tabaco y las bebidas.

Se identificará en la producción nacional la posibilidad real para sustituir importaciones en cualquier magnitud.

Se aseguran las actividades de salud, educación y servicios básicos, y otras que interactúan con la población.

Continuará la tensa situación de carácter coyuntural en el balance de divisas. Crecerán las importaciones, pero el balance comercial será positivo en 54 800 000 dólares. En alimentos se proyecta importar 1 738 millones de dólares, 66 millones más que el estimado de 2017, con lo que se respaldan las demandas del Plan.

Industria alimentaria: han de mejorar sus producciones.

Para los principales rubros agrícolas se prevén crecimientos, como en viandas, frijoles, maíz, frutales y tabaco agrícola. Producción de arroz consumo habría de subir 10,8 por ciento.

Producción de azúcar crudo físico: inferior al estimado de 2017 en 133 000 toneladas por afectaciones del huracán.

Valor total de las inversiones: 10 800 millones de pesos. Énfasis en programas priorizados, como turismo y energía.

Continuará la atención a la inversión extranjera, aunque cubrirá el 5,6 por ciento del valor total de la inversión.

Plan de viviendas: Terminación de 13 754 unidades y el inicio y desarrollo de 7 146. Énfasis en la recuperación de las viviendas afectadas por el huracán Irma.

Consumo total de combustibles equivalentes (crudo más gas): subiría 4,9 por ciento. Incluye generación eléctrica, recuperación del huracán, respuesta a los programas inversionistas, niveles de actividad en sectores priorizados, y la entrega liberada de GLP sin subsidios a 500 000 nuevos clientes.

Generación de energía eléctrica: crecería 6,1 por ciento. Las fuentes renovables cubrirán el 4,35 por ciento.

Transportación de carga: Respalda las demandas. Equipos ferroviarios a adquirir en 2018 deben comenzar a revertir la situación, de conjunto con medidas organizativas.

Transportación de pasajeros: Subiría en 2,7 por ciento.

Programa de medicamentos: Se garantizará la demanda del Minsap. Previstos los recursos financieros que permitan la contratación acorde con el ciclo productivo de la industria.

Balance de envases y embalajes: producción de 50 millones de envases de hojalatas con destino a la industria alimentaria y agrícola (25 millones de unidades más).

Programa de aseo e higiene: habrá de cubrir los productos básicos a la población, los servicios de salud, la educación, y parcialmente el mercado interno en divisas.

Balance de agua: respalda la demanda al 98 por ciento. Continuará programa de enfrentamiento a la sequía.

Turismo: se arribará por primera vez a los cinco millones de visitantes. Crecen los turistas días totales y los ingresos.

Circulación mercantil minorista: alza del 7,4 por ciento. Previsto un ligero incremento en las ventas del sistema de comercio del Mincin y un nivel superior en pesos convertibles.

Ocupación laboral: similar a 2017. La productividad de los ocupados subiría 2,8 por ciento y el salario medio 2,2 por ciento. En el sistema empresarial la productividad crece 2,2 por ciento y el salario medio, 1,6 por ciento.

Equilibrio monetario interno: se mantiene. Se exige evitar pagos sin respaldos productivos, tanto por concepto de salarios como al sector no estatal; y lograr una adecuada relación entre los pagos  y la disponibilidad de bienes y servicios.

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