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MATANZAS.— Mucho optimismo, unidad, responsabilidad y consagración apreciamos en el colectivo del Hospital Clínico Quirúrgico Docente Mario Muñoz Monroy, convertido en Centro de aislamiento para casos sospechosos y confirmados de la COVID-19 procedentes de Cienfuegos y Matanzas, donde habían ingresado hasta este viernes once adultos y una niña, diagnosticados como positivos.
«Todos están estables, optimistas, en buen estado de salud en general y con mente positiva. Esperamos que sigan así, sin complicaciones», expresó a este diario el doctor Renier García Ibáñez, residente en Medicina Interna, quien labora en la zona roja donde se encuentran los contagiados.
«Parar la transmisión es el principal golpe que se le dará a este coronavirus, enfermedad altamente contagiosa que está cobrando miles de vidas en el mundo», apuntó el doctor García.
El doctor Vladimir Rodríguez Brunet, especialista de primer grado en Pediatría, comenzó su labor este jueves en la zona roja, atendiendo a la menor confirmada. Con él conversamos esta tarde de viernes, para conocer de primera mano el estado de salud de la pequeña, residente en la localidad de Santa Marta, en Varadero.
«La niña está estable, asintomática y con una evolución favorable. Nos preocupaba que no asimilara bien los medicamentos, pero es una niña de ocho años y muy inteligente. Conversamos con ella y lo aceptó bien, y además tolera perfectamente las dosis suministradas. Pensamos que siga así.
«Está aislada, pero su mamá también fue confirmada y está hospitalizada en esta instalación. Ambas viajaron a Guyana y al regreso presentaron síntomas respiratorios, se les tomaron muestras y se diagnosticaron en el Instituto Pedro Kouri (IPK)».
— ¿Muchas personas subestiman la enfermedad cuando se trata de menores?
— Es cierto que los niños tienen menos predisposición que los adultos porque en ellos son menos frecuentes algunos factores de riesgos, como las enfermedades crónicas no trasmisibles. Los adultos están más expuestos a una serie de condiciones que se complican con esta enfermedad. «Generalmente los niños son sanos y cuentan con otros factores protectores de tipo bioquímico que los hace menos susceptibles a la infección por la COVID-19, pero no significa que no se infecten.
«La niña tiene vigilancia médica las 24 horas por especialistas de Primer grado en Pediatría, con todo el tratamiento garantizado desde que era sospechosa y ahora que se diagnosticó positiva.
— ¿Cómo usted apreciaba este virus antes de involucrarse en el cuidado de estos pacientes?
— Tenía idea de su agresividad, pero no sabía que la lucha sería tan intensa. Nosotros prácticamente no descansamos, trabajamos día y noche con nuestros pacientes, y cada día tenemos que esforzarnos más porque hoy la COVID-19 en nuestro país es una realidad.
— El Presidente cubano criticó la inmadurez de muchas familias que exponen a los menores en las calles…
— Esa conducta para los médicos es una preocupación, porque a pesar de la información que la población ha recibido por todos los medios, un gran por ciento aún no interioriza esto como una realidad. Diariamente crece el número de pacientes sospechosos e infestados, y creo que aun así los cubanos no han interpretado en toda su magnitud que este virus no tiene car y puede afectar a cualquiera.
«Deberían adoptarse otras medidas para que la población entienda que no puede estar en las calles sin motivos justificados porque cualquiera puede ser un portador asintomático.
— ¿Según su experiencia, los menores podrían evolucionar mejor que los adultos?
— En estadísticas, el por ciento de niños es bajo, hay poca población infantil afectada, pero puede ser infectada y tener graves complicaciones.
