Juventud Rebelde - Diario de la Juventud Cubana

Rachas y emociones de un César

El hombre que implantó un nuevo récord para la pelota cubana contó algunas interioridades vinculadas con su hazaña y su vida

Autor:

Osviel Castro Medel

BAYAMO, Granma.— Corrió con todas sus fuerzas hacia primera base después del roletazo, fildeado por el inicialista rival. Este le bombeó la bola al lanzador y se produjo lo inevitable: César Prieto Echeverría, el pelotero de apenas 21 años que sumaba ¡45 juegos! seguidos bateando de hits, se iba en blanco.

Algunos no podían creerlo porque desde el 19 de septiembre el muchacho-joya de los Elefantes de Cienfuegos había marcado siempre el casillero de los indiscutibles. Por si fuera poco, en la sorprendente racha había conseguido multi-hits en 27 encuentros y desde antes de la fecha señalada llevaba 50 partidos embasándose. Las estadísticas indican también que 64 serpentineros sufrieron al menos un incogible salido de su madero.

Por todo eso y más sus compañeros de equipo hicieron fila para saludarlo o abrazarlo después del out —el 27 de ese choque— en la grama del estadio Mártires de Barbados y a César le subió la sangre al rostro, tal vez «apenado» porque quería poner el récord más lejos, o porque todos estos días, incluyendo el del «fallo» (sábado 28 de noviembre), fueron de tensiones casi insoportables.

«Empecé medio frío el partido; quería seguir la racha, bueno... nada», comentaría después en el reposo del hotel. Lo dijo con toda la modestia, sin inflarse y con naturalidad. «No tenía ansiedad, simplemente no pudo ser, los dos pitchers (Erluis Blanco y Kelbis Rodríguez) me dominaron, pero estoy muy orgulloso y contento de lo que he logrado».

Los momentos de mayor tensión empezaron cuando alguien le dijo que tenía a tiro la antigua marca del santiaguero Rey Isaac Vaillant (37), implantada en 1994, año en el que César todavía no estaba ni en planes de venir al mundo.

«Mi meta es rendir al máximo, no pensaba implantar una marca, me lo comentaron cuando llevaba 29 juegos, ahí comenzó un poco de presión y fue creciendo en cada partido. El inicio del día que rompí el récord (21 de noviembre) sentí una gran presión también, pero salí a hacer mi trabajo y las cosas salieron. Me emocioné mucho», narró a ráfagas el pimentoso camarero, nacido el 10 de mayo de 1999.

«Esto se dio por el trabajo de todos los días, me entreno muy fuerte y salgo a ganar. La familia me apoyó mucho, especialmente mi papá, Yosiel Prieto, que conoce de pelota y jugó béisbol con el equipo de Cienfuegos. Cada noche, cuando estoy fuera de casa, hablo con él. Le dedico el récord a mi abuelo, José Prieto, a mis padres, a todos mis familiares y amigos», agregó el joven, natural del municipio de Abreus.

César sabe que en estas jornadas no han faltado las comparaciones con Isaac, mas él no se calienta por eso. «Cada uno en su época; me hubiera gustado jugar aquella etapa, pero me tocó esta. Pienso que hasta jugando a la bamba es difícil dar hit en cada partido».

Su ídolo desde que se inició en la pelota, a los siete años, es Eduardo Paret, el mismo director que lo pidió como refuerzo para Villa Clara en la serie antepasada. Precisamente jugando con los Azucareros, Prieto logró una racha de 23 desafíos bateando de hit, un aviso de lo que estaba por venir. Sin embargo, aún aquel discípulo del técnico de base Yoandri Moya puede ir más lejos; lo mismo con Cienfuegos que con el equipo nacional o jugando contratado en una liga extranjera, sueños que alimenta con su entrega en el terreno y con sus ansias de superarse en cada salida a la grama. «Trataré de hacerlo bien, de hacerlo mejor todos los días», sentencia como si no hubiese tocado ya el firmamento.

 

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