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La refundación boliviana está de vuelta

La contundente mayoría absoluta obtenida por la dupla del MAS habló alto y claro, e inhibió la posibilidad de otro golpe. El Movimiento al Socialismo también señoreó en las votaciones para la Cámara y el Senado

 

Autor:

Marina Menéndez Quintero

Bolivia se dio la votación necesaria para derrotar al golpismo y no dejarle brechas que posibilitaran otra manipulación: 52,4 por ciento de los votos adjudicados a Luis Arce frente al 31,5 por ciento atribuido a Carlos Mesa, constituyen una contundente mayoría absoluta a favor del MAS que echa por tierra los cálculos de todas las encuestas, según las cuales el Movimiento al Socialismo ganaba «apretado» con poco más del diez por ciento de los sufragios, o se iba definitivamente a una segunda vuelta.

La refundación boliviana está de regreso y esa vuelta es ya irreversible, aunque el lento conteo oficial por parte del Tribunal Supremo Electoral no emite aún resultados.

Los cómputos de las encuestas a pie de urna, dados a conocer poco después de las 12 de la noche del domingo, son de tal peso que fueron reconocidos, media hora después de divulgarse, por la propia usurpadora Jeanine Áñez, cuando felicitó mediante un escueto mensaje en Twitter a la dupla ganadora y acabó con la tensión de una calma espesa.     

El suyo fue un paso —es preciso reconocerlo— a favor de una estabilidad garantizada, primero, por las masas de pacientes y firmes votantes que aguardaron en largas colas para sufragar, sin ceder a las provocaciones de un cuerpo armado y policial que vigiló los colegios provisto de armas largas después de una semana acusando de fraude adelantado a los seguidores del MAS, y alimentando la mentirosa posibilidad de una sublevación popular que les brindaría el pie para la represión y la violencia, como vía para echar por tierra un triunfo apabullante de la izquierda, como este.

La aseveración de Áñez sepultó la posibilidad de ese otro golpe temido y contra el cual pesaban, empero, las declaraciones del TSE, que antes había suspendido el habitual sistema de conteo rápido mediante el cual se ofrecen las tendencias en la misma noche electoral, con lo cual la población quedó en suspenso.

Luego de la cuarta conferencia de prensa brindada por el titular Salvador Romero temprano en la noche y su reiterado testimonio de que la jornada había sido ejemplar, resultaba imposible cuestionar los sondeos a pie de urna que había efectuado el centro Jubileo, y cuyos resultados fueron reditados luego por Ciesmori —firma que cuenta con el aval y crédito de las autoridades— por medio del canal televisivo oficialista Unitel.

Fue de ese modo que quienes permanecieron al tanto «dentro» de las redes sociales, conocieron al filo de la medianoche del extraoficial pero ya inobjetable triunfo, celebrado con modestia en una escueta reunión de los candidatos del MAS y algunos de sus dirigentes mientras, desde su refugio en Buenos Aires, su líder, Evo Morales, conmemoraba de la misma forma un acontecimiento que consideró «histórico, inédito y único en el mundo».

«A un año del golpe, recuperamos el poder político democráticamente con la conciencia y la paciencia del pueblo», agregó.

Sobrio y sin fanfarria, Arce también agradecía en La Paz al pueblo y ratificaba el compromiso de trabajar y gobernar para todos los bolivianos.

«Vamos a recuperar la economía del país. Tenemos la obligación de reconducir nuestro proceso de cambio sin odio, aprendiendo y superando nuestros errores», agregó el exministro de Economía, a quien analistas consideran artífice del buen desempeño de la economía nacional durante los mandatos del MAS, cuando esa área registró un crecimiento sostenido único en América Latina que promedió un PIB anual del ocho por ciento.

En 12 meses, la gestión de desmontaje de Áñez deja ahora un Producto Interno Bruto que este año debe contraerse más del seis por ciento, en medio de la peor crisis económica en 40 años. Incluso tomando en cuenta los daños provocados por la mal manejada pandemia de la Covid-19 —otro lastre de Jeanine— ese cuadro expresa la mala gestión de un mandato espurio que «gobernó» para el gran capital.

Sin embargo, más allá del prestigio bien ganado de Arce y su indiscutible don de aglutinar, en la votación del domingo se respira la convicción de un electorado que, mayoritariamente, ha dado su respaldo no exactamente a una figura, sino a un proyecto cuyos logros fueron más claros en tanto más agresiva fue la labor de destruirlos protagonizada por Áñez.

Tal convencimiento, expresado tan masiva y firmemente a pesar de tantos elementos en contra —recordemos la previa persecución y satanización del MAS al punto de abrir causas judiciales contra sus cuadros incluyendo a Evo— deja con un palmo de narices a quienes, otra vez, al mirar a América Latina reviven las desmentidas aseveraciones de Francis Fukuyama en los años de 1990, cuando anunció «el fin de la historia».

La lección ha debido ser tomada por el mismísimo titular de la OEA, acólito de Donald Trump que el año pasado sostuvo el golpe, y enemigo del progresismo más pueril. Con menos capacidad de resignación que Áñez, Luis Almagro esperó que avanzara la mañana del lunes para darse el trago amargo.

«El pueblo de Bolivia se ha expresado en las urnas. Felicitamos a @LuchoXBolivia y @LaramaDavid deseando éxito en sus labores futuras», escribió en Twitter. «Estoy seguro que desde la democracia sabrán forjar un futuro brillante para su país».

También el contendiente Carlos Mesa tuvo que acoger lo inevitable al considerar que la diferencia era demasiado grande para que hubiese ya cambios. «Es un resultado que aceptamos», sentenció.

Un asunto pendiente y de no poca monta será la reacción del cuerpo armado, que de modo artero apoyó el año pasado la asonada contra Morales...

Pero la reversión latinoamericana y caribeña pensada y aupada desde los centros de poder, ha sufrido otra derrota. Luego del regreso del peronismo al gobierno argentino, la vuelta del masismo indica que, por mucho que aún deba perfeccionarse y aprender, no ha fracasado el modelo que toma por centro al hombre como alternativa a ese otro sistema que respira al ritmo que inhala y exhala el mercado.

Por el contrario, la ejecutoria neoliberal muestra hoy sus falencias en las reiteradas movilizaciones populares que estremecen a países como Colombia y Chile.

Las masas bolivianas demostraron que pese a la injusticia y la guerra sucia, la posibilidad de cambiar el estatus quo sigue abierta si hay claridad, conciencia y se es capaz de resistir. 

Victoria horizontal

Los sondeos a pie de urna realizados por la Fundación Jubileo y la empresa Ciesmori arrojan una victoria del MAS en ambas cámaras de la Asamblea Nacional.

Según sus conteos, en el Senado el MAS obtendría 19 asientos del total de 36 con que cuenta, en tanto dos asientos estarían en disputa entre esa fuerza política y Comunidad Ciudadana (CC) en Potosí y Santa Cruz, reseñó Telesur.

De acuerdo con la información de Jubileo, el MAS resultó ganador en cinco de los nueve departamentos del país: La Paz, Cochabamba, Potosí, Oruro y Pando, en tanto Comunidad Ciudadana de Carlos Mesa se impuso en Chuquisaca, Beni y Tarija. Por último, la candidatura de Creemos, encabezada por Luis Fernando Camacho (quien obtuvo 14 por ciento de los votos en la presidencial), resultaría ganadora en Santa Cruz. 

Saludos desde la izquierda

Políticos de la izquierda latinoamericana y caribeña se pronunciaron de inmediato en la red social Twitter:

  • Felicitaciones al #MAS, que ha recuperado en las urnas, el poder que le fue usurpado por la oligarquía, con la complicidad de la #OEA y la guía imperial. #Cuba comparte alegría por el triunfo de #LuisArce. Renace ideal bolivariano. (Miguel Díaz-Canel Bermúdez, Presidente cubano)
  • Felicito al pueblo boliviano por haber restablecido la democracia. Felicidades a Luis Arce y a mi amigo Evo Morales que después de un año difícil pueden ver respetado el voto popular. (Luiz Lula da Silva, expresidente brasileño)
  • Felicitaciones a Lucho Arce y David Choquehuanca que, junto a Evo, construyeron en Bolivia un gran triunfo popular. La Patria Grande feliz. (Cristina Fernández, vicepresidenta de Argentina)
  • ¡Gran Victoria! El pueblo boliviano unido y consciente derrotó con votos el golpe de Estado que le dieron a nuestro hermano Evo. Felicitaciones al presidente electo Luis Arce, al vicepresidente David Choquehuanca y a nuestro Jefe Indio del Sur @evoespueblo. ¡Jallalla Bolivia! (Nicolás Maduro, presidente de Venezuela)

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