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KABUL, septiembre 12.— La insurgencia afgana atacó una base militar de la OTAN en Wardag, a solamente 50 kilómetros de esta capital, donde fueron heridos o muertos 82 militares, de ellos 77 estadounidenses, reportó PL.
La oficina del gobernador de Wardak confirmó el número de bajas y dijo que 17 afganos resultaron heridos: 14 civiles y tres funcionarios de seguridad.
El atentado con explosivos fue en ocasión de conmemorarse en la instalación los ataques a las Torres Gemelas en 2001.
«Cada año, el 11 de septiembre nos recuerda un hecho en el que los afganos no tuvieron nada que ver. Lo usan como un pretexto y una forma de golpearnos. El colonialismo estadounidense ha derramado la sangre de miles de afganos inocentes y pobres», trascendió en un comunicado de la insurgencia.
En los casi 400 puestos militares de la Organización del Tratado del Atlántico del Norte (OTAN) en tierra afgana, la bandera de Estados Unidos ondeó a media asta, mientras en los recordatorios se leyeron los nombres de los soldados estadounidenses muertos.
En una de esas bases, Camp Phoenix, el general John Allen, jefe de la llamada coalición de la OTAN, obvió referirse al hecho y expresó: «Tanto la coalición como los afganos han sufrido importantes pérdidas. Ha habido momentos difíciles y aún quedan importantes desafíos».
El sitio web Casualties reportó que hasta la fecha, la cifra de muertos entre las tropas extranjeras de ocupación llegan a 430, de ellos 320 estadounidenses, un promedio que amenaza con dejar atrás, aún sin concluir el año, los datos de 2009 y 2010.
Medios de prensa locales señalaron que en Afganistán pocos saben con certeza qué sucedió cuando las Torres Gemelas de Nueva York se derrumbaron.
